Entrevista a Juan Francisco Martín Seco: Alemania tendrá el mismo Estado de Bienestar que China: ninguno
El Economista considera a la UE como una "dictadura de Merkel y Sarkozy", llena de desequilibrios, ve en la reforma laboral un abaratamiento del despido y no cree en los minijobs, al menos para España
María Azorín
Hablar con Martín Seco supone meterse de lleno en el mundo actual, el de la reforma laboral recién convalidada, el de la situación de los parados y el mercado de trabajo y también en la ‘Europa de los mercaderes’, como él la llama. Una Europa que dista mucho de aquella idea romántica que “se ha querido vender a los ciudadanos” y que tiene como únicos objetivos la unión comercial porque “ni hay unión social, ni laboral”.
Ve lo que hoy llamamos UE como una dictadura de Merkel y Sarkozy, llena de desequilibrios, y no cree en los minijobs, al menos para España. Critica duramente la libre circulación de capitales y considera, en relación a las declaraciones realizadas ayer por el presidente de Mercadona que, al final, Alemania tendrá el Estado de bienestar de China. ¿Dónde quedará España entonces?, se le pregunta. “Todos estaremos igual, pero por debajo”, responde.
Con motivo de su nuevo libro, “Economía. Mentiras y trampas”, que sale a la venta el próximo jueves 15 de marzo, ha concedido la entrevista a Republica.com que se recoge a continuación
P: En su nuevo libro defiende la idea del mal uso del lenguaje como arma para “ocultar” a los ciudadanos los verdaderos entresijos de la situación económica actual… No todo el mundo entiende el lenguaje económico, pero ayer el CIS dio a conocer su encuesta del mes de febrero y los ciudadanos tienen claro que estamos en crisis, que la situación va a peor y que siguen extremadamente preocupados por el paro. ¿Tan tontos somos?
R: No, en absoluto. Otras materias como la medicina o la abogacía también tienen su lenguaje específico. El problema es que muchos de estos profesionales se escudan en ese lenguaje para imponer sus ideas. Pero nos olvidamos de que la economía está muy a favor y a conveniencia de las fuerzas económicas, cargada de ideología y de intereses. Los ciudadanos van asimilando ahora que eso de la crisis es algo que ha caído del cielo, y creen que se tienen que conformar, pero en realidad no es así: es una crisis que obedece a las decisiones tomadas por los poderes públicos, nacionales y extranjeros.
P: La mayor preocupación de los ciudadanos es el paro. En un país con 4,7 millones de parados, el Gobierno ha convalidado hoy en el Congreso el decreto ley de la Reforma Laboral…. En su libro defiende que hablar de flexibilizar el mercado laboral esconde el término de “abaratamiento del despido”. ¿Considera que esta nueva reforma creará empleo en la situación actual?
R: Claramente, si abaratas el despido lo único que puedes tener son más despido. Esta reforma va a generar más paro y no se nos dice cuál es la verdadera finalidad de la reforma laboral: la reducción de salarios. Están intentando por todos los medios que los salarios bajen porque hemos cometido el error de estar en la Unión Monetaria, pero si no estuviésemos en el euro, la situación sería distinta. Devaluaríamos la moneda y saldríamos adelante. Ahora bien, al estar en el euro, tenemos que hacer una deflación interior. Es decir, que bajen los salarios porque se supone que después bajarán los precios. Pero esto no es así. No está claro que los precios bajen pero sí que se redistribuirá la renta en contra de los trabajadores y a favor del excedente empresarial. Un claro ejemplo son los últimos datos: mientras los salarios han subido un 1% el beneficio de los empresarios lo ha hecho en un 6%.
P: ¿Se ha hablado mucho de los mini-jobs? ¿Deben los jóvenes ‘bajarse los pantalones’ y aceptar este tipo de contratos?
R: No les queda otra porque les van a poner en esa tesitura. Es como en el siglo XIX: o admitías jornadas de 12 o 13 horas y niños trabajando en fábricas o la gente se moría de hambre. La gente habla de que los minitrabajos ha desregulado el mercado de trabajo alemán, pero eso es totalmente falso. Alemania va bien porque España va mal. Nosotros hemos perdido competitividad y ellos no. Por eso si estuviésemos fuera de la Unión Monetaria a Alemania le iría muy bien y a nosotros no nos iría tan mal.
P: ¿Cómo a Reino Unido al no estar en el Euro?
R: O como a Polonia. Tienen unas condiciones mejores porque no están en el euro y pueden defenderse. La crisis les afecta menos porque pueden devaluar la moneda.
P: Al final la economía parece ser la pescadilla que se muerde la cola: no hay trabajo, la gente no tiene dinero, no se consume, las empresas no contratan…¿cómo se incentiva esto?
Esto estaba cantando desde el momento que entramos en la Unión Monetaria (algunos ya lo escribimos en el 98). El euro nos iba a llevar a esta situación y sólo se romperá cuando la Unión Monetaria explote.
P: Entonces, ¿Dónde quedó aquel sueño europeo que teníamos? En su libro mantiene una visión de Europa mucho menos romántica que aquella con la que todos soñábamos. Considera a la Unión como “La Europa de los mercaderes, centrada en intereses mercantiles y financieros. ¿Somos realmente una gran nación de compatriotas o sólo estamos juntos por intereses financieros?
R: Es un tema típico de la falsedad del lenguaje y las mentiras de la economía. En Europa no hay unión política, ni social, ni laboral. Sólo hay unión comercial, un espacio donde las mercancías pueden moverse libremente y, lo que es más grave, el capital se mueve libremente. Esta libertad de productos y capital sin poner las contrapartidas necesarias nos han llevado al caos que tenemos.
O hacemos Europa o no la hacemos pero no la podemos hacer a medias y el problema es que hemos aceptado la libre circulación de capitales sin haber hecho una armonización fiscal, laboral ni social que era necesaria para que los capitales nos chantajeasen al Estado, que es lo que ha sucedido.
P: Parece como si además tuviésemos menos competencias. Durante estas semanas, el presidente del Gobierno ha alegado que no cumplirá el déficit del 4,4% pacto con Bruselas y lo eleva hasta el 5,8% y ha apelado a la soberanía nacional para no haber comunicado su decisión a la Comisión. ¿Tanto tenemos que bailar al son de Europa?
R: La situación actual es la de la dictadura de Merkel y Sarkozy, principalmente Merkel, que parece el 4º REICH, pero también Sarkozy, que se asemeja el gobierno de Vichy. Ha habido una especie de debilidad del resto de los gobiernos que son incapaces de enfrentarse a Alemania y decir hasta aquí he llegado. Y Merkel les ha cogido ventaja, desde luego al gobierno español de Zapatero, al que engañó todo lo que quiso.
P: Parece que, cuanto menos, los gobernantes se están dado cuenta ¿Qué opinión le merece la misiva enviada por varios países contra el dirigente europeo Merkozy?
R: Es un primer atisbo de que los países empiezan a pensar de que por aquí no podemos seguir porque vamos al abismo, pero lo tenían que haber hecho antes y mucho más firmemente y lo tienen que seguir haciendo, porque la situación es un túnel sin salida. Cuantos más ajustes hagamos, más recesión y más déficit y más ajustes hay que hacer de nuevo. La situación es peligrosísima.
P: ¿Tanto para que España sea Grecia o que pueda estar como los helenos?
R: Todos los países somos Grecia. El gran problema son las diferencias que existen dentro del euro. Unos países tienen superávit en sus balanzas de pago y otro déficit. Superávit principalmente Alemania, déficit el resto. Y esta situación es inviable a largo plazo. Si Grecia sale del euro, los problemas pasarían a Irlanda, Portugal, España, después Italia y podrían llegar a Francia si se quedase sola con Alemania.
P. Volvamos a España. Además de apretarse el cinturón el Gobierno, nos llaman a todos a arrimar el hombro y suben los impuestos a los ciudadanos. Se dice que podría estar cerca una nueva subida del IVA. Países como Grecia, en una situación peor que la nuestra aprobaron un tipo impositivo del 21%. En España ya lo tenemos en el 18%. ¿Cree necesario una nueva subida que no se correspondería con el nivel salarial español?
R: Antes que recortes en educación, sanidad, pensiones, etc…, hay que subir los impuestos. Ahora bien, hay unos más justos que otros. Es más justo la subida del IRPF como ha hecho Rajoy paradójicamente, que subir el IVA como hizo el PSOE. Se paga más progresiva y proporcionalmente.
Respecto a Grecia, tiene una tributación muy injusta basada en impuestos indirectos porque los directos son más difíciles de recaudar y Grecia no tiene una administración tributaria capaz de recaudar y el fraude es muy alto. En España nos pasa lo mismo. Deberíamos reforzar la Administración tributaria y luchar contra el fraude. Y subir impuestos como el de patrimonio o sociedades.
P: ¿Cómo Sarkozy a las grandes empresas?
R: A las grandes y pequeñas, a las que ganen dinero, porque es un impuesto justo: la que tiene problemas no paga y si no los tiene sí y lo hace en función de los beneficios que genera. Hay que revisar el impuesto de sociedades y después el de la renta de las personas físicas.
P: Además de los impuestos, la gente está alarmada con la situación de la sanidad en España y el sistema de pensiones. Parece que no somos demasiados trabajadores para tanto pensionista y además, apenas tenemos nacimientos. ¿Cuál es la salida al actual sistema deficitario de pensiones?
El problema de las pensiones está mal expresado. ¿Por qué las tienen que financiar los trabajadores y no todos los españoles dependiendo de lo que ganan? Las tendrían también que financiar las rentas de capital, inmobiliarias, las sociedades, etc.
Los problemas demográficos no indican nada. Si no hay trabajadores, pero los que hay producen más que antes, las pensiones se pueden mantener perfectamente. El problema es la productividad. Desde los 30 últimos años la renta per cápita casi se ha multiplicado por dos, entonces no podemos decir que no podemos pagar las pensiones.
Ahora, se está intentando reducir las pensiones y los ingresos. A las fuerzas económicas le viene muy bien que los impuestos sean muy bajos y también están favoreciendo los fondos de pensiones, que es el gran negocio de las entidades financieras.
P: ¿Qué opina usted del copago sanitario que podría implantarse en España?
R: El gasto en sanidad hay que hacerlo. Sí se puede mantener el gasto sanitario, lo que no se puede es dejar morir a la población. La diferencia es que el gasto se financie con impuestos o con precios. En EEUU se ha hecho con precios, pero eso no te lleva a un ahorro. El gasto por persona es más elevado que aquí y sin embargo, la cobertura es peor. Casi el 20% no tiene ninguna cobertura y el 40% tiene una cobertura deficiente.
Lo mejor es financiar la sanidad con impuestos, pero no con copago, que es una forma de precio, sino con impuestos progresivos.
P: Si perdemos la sanidad, perdemos las pensiones, trabajamos con minijobs, pagamos más impuestos… ¿Está en riesgo el estado de bienestar que tanto nos ha costado construir?
R: Desde el año 80 hay una inflexión en el mundo occidental que entra en el neoliberalismo económico, con unos criterios e hipótesis contrarias de las que se tenían antes, concretamente con una Unión Monetaria que ha permitido, entre otras, la libre circulación de capitales. Todo eso nos lleva ineludiblemente a perder soberanía. Ahora los que mandan son los mercados. Y ante esto es muy difícil mantener la economía del bienestar.
Todo se está deteriorando: salarios, condiciones laborales, pensiones, educación. E iremos poco a poco perdiendo. Hasta que, como decía el presidente de Mercadona, nos parezcamos a los chinos. En España, pensábamos que tendríamos el estado de bienestar de Alemania y lo que va a ocurrir es que Alemania tendrá el mismo estado de bienestar que China, es decir, ninguno. Jornadas tremendas, salarios bajísimos y todo al revés.
P: Entonces, si Alemania se vuelve China… ¿Dónde queda España?
R: Todos igualados pero por lo bajo (sonríe). Llegaremos a igualarnos todos. España será Alemania porque Alemania se habrá convertido en China.
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