Piezas íberas, fenicias, griegas y romanas encontradas en Almuñécar en el más total de los abandonos

Costa Digital

La catalogación de los restos arqueológicos que se almacenaban en pésimas condiciones en las dependencias municipales que el Ayuntamiento de Almuñécar tiene en los bajos del Centro de Salud, aparte el mal estado de su conservación y el abandono de los mismos, plantea varias preguntas que deberán responder los responsables anteriores y actuales de dicho patrimonio municipal.

La primera de ellas sería ¿por qué esas piezas se encuentran desde hace años en dicha dependencia sin la menor condición para favorecer la conservación de las mismas y prácticamente hacinadas sin cualquier protección?

La segunda es si existe o ha existido y se encuentra en algún lugar el diario de excavaciones de esas piezas y si alguien conoce el inventario de las mismas.

La tercera ¿quién ordenó que dichas piezas, casi setenta cajas, y sin cualquier permiso de la Delegación de Cultura, fuesen trasladadas desde el lugar donde se almacenaban en el barrio de San Miguel a unas dependencias sin vigilancia ni condiciones para tan rico patrimonio?

El actual equipo de Gobierno asegura que tiene en marcha una investigación y el propio delegado de Cultura de la Junta en Granada, Pedro Benzal, manifestaba hace una semana en un artículo publicado en un diario provincial, que ellos no eran conocedores de la situación en la que se encontraban estos restos arqueológicos.

Por su parte los dos arqueólogos encargados por el Ayuntamiento para catalogar las piezas, no se pronuncian al respecto y mantienen una espera sobre las anteriores cuestiones, ellos, señalan, “que tienen como labor la catalogación de tan ingente material, pero no la investigación de los hechos”.

La realidad es que, a excepción de una pequeña parte del legado, el resto se encuentra sin señalizar, y en algunos casos ni el aporte de la procedencia de la zona en la que se encontraron. Cosa que parece incongruente.

Así, piezas íberas del siglo V-IV AC, ánforas y platos fenicios, fragmentos de kalathos griegas y restos de cerámicas de la Roma republicana hasta la imperial, con algún resto humano, se encuentran hacinados a la espera de que los arqueólogos finalicen el estudio pertinente y a la espera de que alguna administración les pueda proporcionar más datos sobre estos descubrimientos por si se encontraran traspapelados en algún archivo, puesto que los propios arqueólogos no entienden que dicho material no fuese registrado en su momento.

Obvio que las incógnitas son muchas más de la que planteamos y otras que pueden pasar por la cabeza de algún lector. Por el momento, las más urgentes, es que se investigue dónde se encuentra el inventario de bienes y el diario arqueológico, eso contestaría a alguna pregunta, pero no a todas.

Pero por si fuera poco, tampoco está realizada la inclusión del Museo de la Cueva de Siete Palacios, situado en el casco antiguo sexitano, en el registro Andaluz de Museos, lo cual podría suponer que esa colección museográfica es ilegal.