El Sindicato Andaluz de Trabajadores y la ley de la selva
Rafael Calero Palma. Kaosenlared
Las declaraciones de los políticos profesionales con respecto a la acción simbólica que un grupo de personas vinculadas al Sindicato Andaluz de Trabajadores llevaron a cabo el martes pasado en dos supermercados de Andalucía, siguen copando los titulares tanto de las televisiones como de los periódicos del estado español. La panda de forajidos que se sienta en el Congreso de los Diputados, los que lo hacen en el Consejo de Ministros, los que nos han llevado a la estrepitosa ruina —y no sólo económica, sino también moral—en la que nos encontramos sumidos, se sienten ultrajados porque un puñado de jornaleros en paro capitaneados por José Manuel Sánchez Gordillo y por Diego Cañamero, entre otros, entraron a estos dos supermercados y llenaron unos cuantos carros con alimentos.
Dice el Ministro del Interior que esta acción supone el primer paso para que entre en vigor “la ley de la selva”, es decir, según él, si no se castiga a los que se han atrevido a “saquear” un comercio, en cuatro días, cada uno hará lo que le salga de los cojones.
Y yo me pregunto: ¿En qué país vive este individuo? ¿Es que el Ministro de Interior no se ha dado cuenta de que en el estado español hace ya bastante tiempo que impera la ley de la selva? ¿Es que no se ha enterado este señor aún de que el yerno del Rey está imputado por trapicheos varios relacionados con la apropiación indebida de pasta gansa? ¿Acaso el Ministro de Interior no ha oído, siquiera de pasada, hablar del Caso Gürtel, de un tal Francisco Correa, de un tal El Bigotes, y de que este caso de mega corrupción política afecta directamente a su partido y a gente con la que él ha compartido mesa y manteles? ¿El Ministro de Interior no está al tanto del llamado“fondo de reptiles” que el PSOE puso en marcha en Andalucía para repartirse el dinero de los ERES? ¿El Ministro de Interior no ha oído ni una palabra del saqueo de Bankia? ¿El Ministro de Interior no se acuerda de su amigo Jaume Matas? ¿El Ministro de Interior no sabe, acaso, que los bancos españoles desahucian a la gente mientras el Estado tiene que pedir un rescate a Europa para salvar el culo de esos mismos bancos? ¿Y qué tiene que decir el Ministro de Interior sobre la venta por parte de los bancos de las acciones preferentes, con las que se ha estafado a miles de pequeños ahorradores que se han quedado, de un día para otro, sin un puto euro? ¿El Ministro de Interior no se ha enterado de que la Presidenta de su partido cobra 189.000 euros anuales, mientras la mayoría de españoles no tiene donde caerse muerta? ¿El Ministro de Interior no sabe que su partido está destruyendo a pasos agigantados el poco estado de bienestar del que hemos podido disfrutar la gente en este país? ¿El Ministro de Interior no se acuerda ya de que el Presidente del Tribunal Supremo, hace unos días, dimitió porque tenía la fea costumbre de irse los fines de semana de fiesta con el dinero del contribuyente? Y por último, la pregunta del millón: ¿No sabe el Ministro de Interior que en este país en el que según él, dentro de nada imperará la ley de la selva, hay cinco millones de personas que no tienen trabajo, y muchas de ellas, no tienen nada que comer?
Todo eso sí que es una auténtica barbaridad. Todo eso sí que es la puta ley de la selva.
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