IU desmonta las patrañas de Benavides sobre el acuario y le llama embustero indecente
IU muestra su estupor ante las declaraciones del partido de Benavides acerca del acuario. Ni tiene vergüenza ni la ha conocido. Es de una indecencia decir que él no es responsable del desastre de acuario que nos han dejado al pueblo de Almuñécar después de haber dilapidado el dinero público a espuertas.
En vez de pedir perdón por su desastrosa gestión, arremete queriendo volver lo blanco negro. Claro que la gente que visitaba el acuario no se enteraba del desastre de instalaciones que había porque todos los problemas se ocultaban al visitante detrás de falsos suelos y habitaciones cerradas con siete llaves.
Lo que el señor Benavides no puede ocultar es los informes y la documentación del acuario con centenares de fotos mostrando la verdadera realidad de esas instalaciones. Son fotos de 2010 que ponen de relieve la chapuza que se había construido y los múltiples problemas y deficiencias que se ocultaban al público. Estas deficiencias ponían en peligro la salud de los trabajadores del acuario y la de los visitantes, niños en su mayoría.
Pero quienes desmontan de forma evidente las patrañas de Benavides son los técnicos municipales que supervisaban las obras. El informe que elaboró en agosto de 2010 el anterior ingeniero, no puede ser más contundente:
Este servicio se reitera en todos y cada uno de los extremos de los informes emitidos a este respecto, que ponen de manifiesto, de una forma clara y sistemática, todos los defectos y vicios ocultos que se han producido durante la construcción del acuario, por la elección de materiales inadecuados para suelos técnicos y bombas inapropiadas para agua salobre, mala ejecución en la construcción del muro perimetral apeado sin impermeabilizar, etc., que ponen de manifiesto la incapacidad como constructores y la mala fe en el proceso constructivo, al proyectar y construir elementos que, a sabiendas, su durabilidad era mínima, aplicando el principio de “mantente en pie mientras cobro”, o ejecutar, como es el caso, un muro de contención que tiene coqueras o utiliza separadores de madera que, con el tiempo, se pudren y producen vías de agua, como es el caso, que ha producido, al cabo del tiempo, la inundación del acuario en su zona baja.
Sólo con este documento, que el señor Benavides conocía mucho antes que nosotros, una persona normal tendría que esconderse debajo de las piedras. Sólo un embustero recalcitrante, un mentiroso compulsivo, un indecente, podría seguir acusando a nadie del desastre de unas instalaciones que él permitió que se construyeran de esa manera, con empresas elegidas por él mismo, y con certificaciones de obras dadas por sus técnicos.
Benavides tendría que devolver al pueblo de Almuñécar los once millones de euros que ha enterrado en una obra que estaba valorada inicialmente en cinco millones. La pena es que muchos de esos problemas no podrán ser reparados nunca, como el de la impermeabilización, porque costaría más el collar que el perro, ya que al acuario le entra agua por abajo, por arriba y por los lados, como aseguran todos los informes técnicos, los de antes y los de ahora.
El acuario tenía que estar listo para 2007, pero como las obras iban lentas y el acuario no podría estar listo para su inauguración antes de las elecciones, se metió prisa a la empresa y se empezó a trabajar de noche y día haciendo una obra chapucera. El encargado de la obra dimitió y dio un comunicado explicando estas chapuzas que pondrían en riesgo la estructura.
Ya sabemos que el anterior alcalde ha perdido la vergüenza, si alguna vez la tuvo, aunque no creemos que haya perdido la memoria. Él es consciente de que miente más que habla. Pero es posible que muchas personas hayan olvidado ciertas cosas que ocurrieron durante la construcción del acuario y que están en las hemerotecas. El Día de Andalucía de 2007, mientras el señor alcalde se iba de fiestorro, la prensa recogía unas declaraciones del que había sido jefe de la obra hasta poco antes, hasta que fue despedido por no querer seguir tapando las múltiples irregularidades. Miguel Ángel Martín, el entonces encargado, se atrevió a denunciar las «tremendas presiones» para acabar el proyecto antes de las elecciones. Según sus palabras textuales, ‘La empresa Aquascenic (una UTE entre una empresa especialista del sector y Hermanos García Motril) ha realizado los trabajos a marchas forzadas, bajo presión municipal, sin reparar en muchos casos en la calidad de los trabajos ni en la correcta utilización de los elementos y los tiempos’.
Miguel Ángel Martín había estado al frente del proyecto desde su inicio (noviembre de 2005) hasta enero de 2007, cuando los reiterados enfrentamientos con la empresa le costaron el puesto. Y es que el técnico no comulgaba con las formas: «No se podía correr más de lo que estábamos corriendo».
Miguel Ángel añadía: ‘La obra tenía un plazo de ejecución de un año, con lo que debía entregarse para diciembre de 2006, pero nada más comenzar se detectaron unos errores en la cimentación que obligaron a paralizar los trabajos hasta marzo de 2006. Y a partir de ahí, toda la obra fue un despropósito de presiones y prisas para recuperar el imprevisto retraso y poder acabar a tiempo. Por ejemplo, nos forzaron a poner el yeso en el acuario antes de impermeabilizar el edificio, cuando ya estaban instalados incluso los equipos interiores de aire acondicionado. Era un peligro porque había instalaciones eléctricas. Suerte que no llovió», relata.
El ex jefe de obra asegura que se negó, que hizo constar en el libro de órdenes las presiones e incluso llamó a notarios. «Era una lucha continua. Quitábamos los puntales en el plazo mínimo, con auténtica psicosis», añade. En el mes de agosto, por ejemplo, se doblaron los turnos de albañiles, a pesar de que lo prohíbe el convenio de la Construcción. «Y todo bajo las amenazas de no cobrar», apuntaba el técnico.
Como a pesar de todas las prisas, el acuario no se terminaba, Benavides decidió inaugurarlo sin terminar. Según la prensa, fue el primer acuario inaugurado sin peces. Nada más inaugurarlo, hubo que añadir un nuevo gasto porque el estanque que adornaba la plaza por lo visto era un problema añadido de filtraciones continuas, así que hubo que quitarlo.
En el verano de 2008, el acuario abrió sus puertas aun sin tener el permiso de Medio Ambiente. Días antes de su apertura, hubo que cambiar los aparatos de refrigeración. Y ya para entonces, era patente que el acuario estaba mal construido. Hay un informe del 14 de octubre de 2008, también elaborado por el anterior ingeniero, uña y carne con Benavides, que decía textualmente:
Este Servicio de Ingeniería ha solicitado un peritaje de las instalaciones. El auditor del peritaje pone de manifiesto la incorrecta ejecución de las obras, que nunca, y repito nunca, se han conseguido poner en funcionamiento, tal como se preveía en el Proyecto adjudicado, es más, al día de la fecha, y pese a haber contratado diferentes actuaciones, todavía quedan elementos sin funcionar de forma automática. No compartimos el criterio de que las deficiencias son, en algunos casos, problemas de mantenimiento, dado que los fallos detectados se han producido durante el periodo de garantía, o no funcionaban en el momento del acta de recepción, o son elementos que no han funcionado nunca. El Acuario, sin duda, ha venido funcionando bajo mínimos, con una gran mortalidad de peces y con unas condiciones distintas de las proyectadas.
Es inaudito que un señor ex alcalde que conoce este informe, lleve años mintiendo acerca de las instalaciones y acerca de los peces. Tuvieron la desfachatez de inventar una mortandad de peces en 2012, comprando peces del mercado para mostrarlos como peces muertos en el acuario. Y quienes usaban ese tipo de maldades sabían algo que los demás ignorábamos en esos momentos, que en su época de alcalde habían muerto miles de peces por culpa de unas instalaciones mal diseñadas y peor mantenidas.
Dos años después, el 15 de enero de 2010, hay otro nuevo informe de Ingeniería: Es necesario realizar obras de emergencia para reparar y sellar el muro de contención del acuario debido al riesgo inminente y a los daños que están produciendo en las instalaciones las filtraciones provocadas por las lluvias y la subida del nivel freático… El muro tiene vicios ocultos de construcción o mala praxis constructiva, con coqueras o separadores de encofrado en madera, que al pudrirse ha ocasionado vías de agua “como puños”, así como ausencia de impermeabilización adecuada al muro, lo que ocasionó la inundación del acuario.
A la vista de este informe, el ex alcalde tuvo que cerrar el acuario varias semanas. IU tiene centenares de fotografías del lamentable estado que presentaba el acuario en 2010, cuando era este señor el que gobernaba el municipio.
A todo lo anterior hay que añadir que, como no existía instalación de bombeo de agua salada para el acuario, el alcalde dio instrucciones para que una dotación de bomberos acarreara agua salada desde el parque acuático Aquatrópic. Para llevarla hasta el acuario utilizaban un camión-bomba del parque de bomberos; Aparte de que los bomberos tenían que desatender su cometido por el capricho y la irresponsabilidad del alcalde, el camión bomba ha quedado tan deteriorado que está para la chatarra.
Por último, no entendemos la falta de contundencia del equipo de gobierno para desmontar las burdas acusaciones del señor Benavides. El equipo de gobierno tendría que haber denunciado en los tribunales a los responsables de esta obra y tendría que responder con mayor energía a las difamaciones y mentiras del anterior alcalde. La ciudadanía tiene derecho a recibir la información completa porque de lo contrario muchos ciudadanos que no tienen acceso a la documentación y que tienen ya bastantes problemas de qué ocuparse pueden quedar mal informados ante la tenacidad de este señor a la hora de mentir. Puede llegar un momento en que una parte de la ciudadanía llegue a pensar que algo de verdad puede haber en esa sarta de calumnias y mentiras lanzadas con tanto aplomo y con tanta serenidad un día sí y otro no.
Tanto en este tema del acuario como en el mercado, IU pide un esfuerzo mayor de comunicación al equipo de gobierno. No se puede consentir que estas mentiras se divulguen sin salir al paso de forma categórica explicando las verdaderas dimensiones del problema del acuario en lugar de anunciar repetidamente una reapertura que nunca llega.
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