El grupo parlamentario de Izquierda Unida votará no en la sesión de investidura a la que aspira Susana Díaz. Así lo aseguraba ayer Antonio Maíllo en una comparecencia tras mantener un en-cuentro con la presidenta en funciones. Es evidente que existe un problema de credibilidad, después de que determinados e importantes compromisos de la legislatura anterior se hayan quedado pendientes tras tres años de arduo trabajo.
No son tiempos de voluntarismo ni de escenificación de la nada. Son tiempos de hechos con-cretos. Izquierda Unida no es en absoluto responsable de la situación a la que nos ha conducido la convocatoria anticipada de las elecciones andaluzas. Es evidente que de las urnas ha salido un Parlamento andaluz mucho más plural, con más grupos y más fragmentado pero, en Iz-quierda Unida seguimos pensando que no había justificación real para el adelanto electoral.
Con independencia de la matemática electoral de cara a la investidura, lo importante ahora para nuestro grupo parlamentario será, desde la oposición de izquierdas, seguir la hoja de ruta marcada en el programa con el que concurrimos a las elecciones, salir de la crisis mirando a la mayoría social, así como poner en evidencia la necesidad de entablar hábitos de diálogo que conduzcan a que los acuerdos que se alcancen se lleven a cabo.
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