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Almuñécar contra la corrupción

Benavides manipula las cuentas de la limpieza

Benavides manipula las cuentas de la limpieza

Las recientes declaraciones de Benavides acerca de las deudas que el ayuntamiento mantiene con la empresa concesionaria de la recogida de basura representan una manipulación descarada de los datos en un torpe intento de engañar a la opinión pública. Benavides habla de dos cuestiones distintas. En una habla de datos antiguos, y en la otra, miente descaradamente con una cara dura impropia de un gobernante.

Dice Benavides en primer lugar que los servicios técnicos valoraron en 1.047,443€ la deuda del ayuntamiento con la empresa. Ese es un dato cierto, como cierto es que esa cuantía aún está en litigio entre la empresa y el ayuntamiento.

Dice Benavides que el 14 de marzo de 2007, los servicios económicos pagaron a la empresa 449.797€, la mitad de la deuda, y que el resto ya habían acordado el 21 de agosto de 2006 compensarlo reduciendo servicios. Esto también es cierto, así que ya sabemos que desde hace dos años en el pueblo hay menos empleados que antes porque así lo decidió el alcalde para tener que pagar menos a la empresa.

Y a partir de ahí, el resto de las declaraciones de Benavides son mentiras y medias verdades

Dice Benavides que "Es radicalmente falso que el ayuntamiento no esté cumpliendo con sus obligaciones con la empresa y que no haya abonado los atrasos del convenio para restablecer el equilibrio económico financiero". Pues sólo podemos decir que Benavides miente más que habla. El 22 de noviembre de 2007, hace ya casi diez meses, el Pleno aprobó crear la tasa de basura separándola del IBI, con una subida que suponía el 28% respecto a la situación anterior. El único argumento esgrimido en aquella ocasión por el PP y Convergencia era que de algún lado había que sacar el dinero para pagar la subida pactada en el convenio provincial. Después de esa subida brutal, el alcalde tenía que haber llevado a Pleno la propuesta de reconocer el desequilibrio financiero de la concesión y, en consecuencia, pagarle a la empresa que recoge la basura ese dinero de más que nos está cobrando el ayuntamiento y cuyo único fin era permitir que la empresa cumpliera el convenio.

Desde aquel 22 de noviembre hasta la fecha, el alcalde no ha llevado a Pleno esa propuesta de reconocimiento del desequilibrio económico de la concesión y, por tanto, la empresa sigue cobrando lo mismo que antes de subirnos la basura a todos los ciudadanos un 28%. Esa y no otra es la realidad. El PP lo sabe perfectamente porque ha pedido varias veces en pleno y en comunicados de prensa que se reconozca el desequilibrio económico. En consecuencia, esperamos que el PP vote en contra de esta propuesta de Benavides.

Benavides quiere quitar la limpieza a la empresa actual porque pretende tener controlado el tejido empresarial de este pueblo. Por eso lleva un año imponiendo multas a la empresa en la busca de un pretexto que esgrimir como causa de la rescisión del contrato. Es así de sencillo, y cuando una empresa no se pone a sus órdenes, hace todo lo que puede para hundirla. Lo saben todos los empresarios de este pueblo, y esa es la causa del miedo tan extendido entre los comerciantes para hablar claro y protestar ante las injusticias.

Paralelamente, en las multas y en los impagos de todo tipo, Benavides está encontrando la fórmula para ir sorteando la tremenda crisis financiera en que ha sumido al ayuntamiento. Ese es el trasfondo de su actitud en los casos del acuario, de la empresa de recaudación o de la empresa de limpiezas.

Por eso, desde IU tenemos muy claro que todo esto es una maniobra preparada para dar la concesión de la limpieza a otra empresa de la que en breve sabremos su nombre y sus relaciones políticas con personas influyentes. Y por eso, con la misma facilidad con que antes decía que tenía que echar de la empresa a ciertos trabajadores que eran un cáncer para la misma, ahora se dedica a hablar de la nefasta gestión empresarial de esta empresa a cuyos responsables  acusa de incapacidad, ineficacia y desfachatez, llegando en el colmo de la desmesura a calificarlos de insolventes morales. Es impropio de un alcalde ese estilo tan barriobajero.

En IU estamos convencidos de que todos esos calificativos que adjudica el alcalde a los responsables de la empresa estarían perfectamente adjudicados a un señor que cobra un sueldo de escándalo, se pasa la mitad de los días de vacaciones y, en lugar de resolver los problemas del municipio, se dedica a insultar y a descalificar a diestra y siniestra.

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