Benavides reconoce que su equipo de gobierno sólo dedica el cinco por ciento de su tiempo a cumplir el trabajo por el que le pagamos los ciudadanos

El candidato de Convergencia Andaluza –la fuerza política que entró a gobernar el Ayuntamiento sexitano sin pasar por las urnas- reconoce que su gobierno sólo dedica el cinco por ciento de su tiempo a la política, que –como todo el mundo sabe- es el arte de administrar la “polis”, es decir, la ciudad.

 

Benavides ha reconocido públicamente en declaraciones a los medios de comunicación lo que muchos ciudadanos de Almuñecar ya saben –y desde Izquierda Unida hemos denunciado en numerosas ocasiones-, que el noventa y cinco por ciento de su tiempo es para gestionar, es decir para ocuparse de sus negocios y los de sus amigos –y es de suponer que para cavilar cómo va a encajar las múltiples querellas que tiene abiertas y las que llegarán.

 

Las consecuencias de ese abandono no pueden ser más evidentes: no hay más que ver cómo ha crecido la ya enorme deuda del Municipio al que reconoce desatender. Pero aún peores son las consecuencias de las “gestiones” a las que dedica la mayor parte de su tiempo: Peña Escrita, un pozo sin fondo; PGOU estancado y bloqueado por las alegaciones de los vecinos y sus evidentes ilegalidades; venta del suelo público renunciando a construir VPO; eliminación de aparcamientos gratuitos extendiendo por todos lados la zona azul y prometiendo un futuro de aparcamientos pagados en cada barrio; complicaciones del tráfico con rotondas estúpidas; apertura de expedientes a rivales políticos; solidaridad con la empresa El Mirlo frente a sus trabajadores; regalo de miles de metros cuadrados en locales, de una gasolinera y de 150 millones de ptas a un empresario amigo por construir unas gradas innecesarias en el estadio; querellas y demandas varias contra ciudadanos de a pie, comerciantes, comunidades de vecinos, entidades de conservación…

 

A la vista de lo dicho, se podría pensar que Benavides ha cometido una torpeza provocada por la inminencia de la jornada electoral que marcará su salida del despacho de Alcaldía. En Izquierda Unida estamos convencidos de que en realidad sus palabras eran intencionadas y encaminadas a esa masa de votantes caracterizada por el más penoso analfabetismo político: esos que creen que todos los partidos son igualmente merecedores de desconfianza, que la política es algo así como una sórdida mancha, y que –en consecuencia- la mayor virtud de un político es, paradójicamente, despolitizarse.

 

Los griegos que inventaron la Democracia hace 2500 años tenían una palabra para aquellos ciudadanos que no asistían a las Asambleas: “idiotés” era quien no participaba y dejaba las decisiones en manos de los demás. Esos son los votos que busca en Almuñecar Convergencia Andaluza, los votos despolitizados… los votos idiotas.En Izquierda Unida compartimos la advertencia que Antonio Machado hacía por boca de Juan de Mairena a sus alumnos: “yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo… vosotros debéis hacer política aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros y, naturalmente, contra vosotros”.