Un centenar de afganos mueren en un bombardeo aéreo de EEUU
Morgan
Nadie ha muerto en Inglaterra pero ha bastado que aparezcan dos coches con explosivos para que la noticia ocupe las primeras páginas de todos los periódicos y abra todos los informativos. Ayer han matado a más de cien personas en Afganistán. La mayoría eran ciudadanos normales, lo que se llama civiles. Eran niños, mujeres, hombres. Iban a la escuela, o venían de comprar leche. Alguno estaría rezando. Otro leía. Quizá alguno arreglaba un grifo que goteaba. Eran seres humanos, y quizá con eso debería bastar. Pero esos cientos de seres humanos no cabían en las portadas de los periódicos. No vienen en las portadas de Ideal, ni en El País, ni en El Mundo ni en ningún otro medio de comunicación. Si busca uno en páginas interiores, encontrará una breve reseña hablando de talibanes y de provocación. Quizá hoy den una breve información en el telediario, no sin antes aclarar que previamente al bombardeo hubo un ataque al glorioso ejército de los Estados Unidos. Asco me da. La noticia es ésta:
Hasta 130 personas, entre ellas insurgentes y unos 30 civiles afganos, podrían haber muerto en un bombardeo aéreo del Ejército estadounidense en el sur de Afganistán, informaron ayer fuentes oficiales.
El suceso ocurrió en la noche del viernes en el distrito de Gerishk, de la conflictiva provincia de Helmand, cuando tropas conjuntas afganas y estadounidenses cayeron en una emboscada de un grupo de rebeldes talibanes.
Cuando las tropas respondieron al fuego, los atacantes huyeron al pueblo cercano de Haidarabad, que fue bombardeado posteriormente por las fuerzas aéreas de la coalición, lo que causó la muerte de al menos 120 personas, entre ellas unos 30 civiles, según dijo el gobernador del distrito de Gerishk, Dur Alishah.
"Las fuerzas de la Coalición bombardearon el pueblo y mataron a unas 130 personas, entre civiles y hombres armados", aseguró Alishah, quien confirmó que al menos 30 civiles murieron y cinco viviendas quedaron destruidas.
Alishah aseguró que los funcionarios enviados sobre el terreno informaron de que entre los muertos había mujeres y niños, pero que los lugareños estaban tan enfadados que no permitieron a los oficiales comprobar el número exacto de fallecidos.
0 comentarios