Berlusconi prohíbe desconectar a cualquier enfermo terminal ingresado en el país
Berlusconi lo tiene claro: si esa familia quiere que su hija muera, que la lleven a Gaza. Allí no hay tantos problemas de conciencia. Ni al Papa, ni a Berlusconi, ni a la mayoría de los dirigentes les preocupa excesivamente que mueran cientos de niños y haya miles de mutilados. Esas muertes preocupan poco. Ahora bien, que muera una chica que lleva media vida enganchada a una máquina sin poder sentir nada de nada... eso es inmoral, eso es pecado. ¡Qué asco y qué vergüenza para qué asuntos tan indignos se utiliza la religión católica!
El Ministerio de Sanidad italiano ha enviado una circular a todas las regiones en la que prohíbe a cualquier centro medico público o privado que se interrumpa la alimentación a pacientes en estado vegetativo, lo que impide así ejecutar la sentencia que autorizó desconectar a Eluana Englaro.
El Ministerio explica que así se especifica en un estudio de 2005 del comité italiano de bioética y en el artículo 25 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.
En el citado artículo de la Convención se pide "impedir que se nieguen, de manera discriminatoria, servicios de salud o de atención de la salud o alimentos sólidos o líquidos por motivos de discapacidad".
Eulana lleva 16 años en estado vegetativa
Hasta ahora, el padre de Eluana Englaro, la mujer de 38 años y en estado vegetativo desde 1992 tras un accidente de tráfico, no ha encontrado ninguna estructura sanitaria que se ofreciese a desconectar la sonda.
El abogado de la familia Englaro, Vittorio Angiolini, comunicó tras conocer la circular que "ésta no tiene algún valor legal, porque la ley no la hacen los ministerios".
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