Derriban en Marbella un edificio ilegal del constructor granadino Ávila Rojas
Ávila Rojas, propietario de la promotora Naviro Inmobiliaria, que ayer empezó a demoler una construcción ilegal en Marbella, ha instado hoy a las administraciones a que agilicen la tramitación del nuevo PGOU para que haya "reglas de juego legales" a las que atenerse.
Ávila Rojas ha considerado fundamental para que se retome la actividad en la localidad malagueña que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana salga adelante "lo antes posible" a fin de que pueda avanzarse en la regularización de los proyectos paralizados para poder así iniciar de nuevo su desarrollo.
"El PGOU es lo más necesario en estos momentos para poder contar por lo menos con unas reglas de juego legales con la que sepamos a lo que atenernos", ha manifestado el empresario granadino.
Ávila Rojas, procesado en el caso Malaya contra la corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Marbella, se ha referido a la inactividad que, dice, se registra actualmente en la localidad malagueña para manifestar que "trabajando se pueden recuperar cosas, pero sin trabajar lo único que haces es perder, perder y perder".
Estas declaraciones se producen después de la que la promotora Naviro Inmobiliaria, de su propiedad, empezara ayer a demoler la estructura de una construcción en Marbella que estaba en situación ilegal y que no iba a ser regularizada en el nuevo PGOU.
La empresa inició los trabajos en la zona de Río Real, utilizando para ello maquinaria especializada, en cumplimiento de la orden dictada por el Ayuntamiento de Marbella el 9 de septiembre de 2008.
Aunque la orden está recurrida, la promotora ha decidido iniciar el derribo de esa edificación, en cuya construcción llevaban gastados unos 2,7 millones de euros cuando se decretó su paralización, antes de que lo hiciera el Ayuntamiento, según Ávila Rojas.
El empresario calcula que el derribo, que podría alargarse entre 10 y 15 días, supondrá a su promotora un coste cercano a los 100.000 euros.
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