El ayuntamiento permite que la Playa del Muerto quede cercada por una pantalla de mamotretos construidos en unos acantilados
Encima de la Playa del Muerto y Los Berengueles el ayuntamiento ha aprobado dos planes parciales que van a urbanizar 259.939 metros cuadrados. Estos planes se denominan Peñón del Lobo 1 y 2. El 11 de agosto de 2008, PP y Convergencia dieron el sí definitivo al Plan Parcial del sector 1. PSOE y PA se abstuvieron así que el único voto en contra del proyecto fue el del concejal de IU
Hasta ahora, curiosamente, se les había olvidado aprobar las ordenanzas que regulan la urbanización y construcción en la zona. A pesar de no tener ordenanzas, se están haciendo unos impresionantes desmontes que son el avance de lo que pronto veremos ahí: una mole de edificios de varias plantas que afectarán de forma lamentable a la imagen del municipio.
Durante estos años, IU ha elevado numerosas protestas ante lo que consideramos un grave atentado urbanístico porque estas construcciones se van a situar justo encima de estas dos playas, en unos acantilados con un desnivel tremendo y que formaba parte del dominio público marítimo terrestre. Durante varios meses estos trabajos se han realizado sin licencia de obras y, como ahora sabemos, sin ordenanzas que regularan el desarrollo de esos trabajos. La complicidad del ayuntamiento en estos años ha sido total hasta el punto de que el ayuntamiento presentó alegaciones a Costas pidiendo un nuevo deslinde favorable a los promotores, deslinde que finalmente consiguieron.
En opinión de IU, esta modificación del deslinde de Costas permitiendo construir en unos acantilados choca frontalmente con las declaraciones de los responsables gubernamentales cuando hablan de aumentar la separación entre las construcciones y la línea de costa.
En el expediente de estas obras se encuentran numerosas controversias entre los propietarios, de estos con la Junta y de la Junta con el Ayuntamiento. De hecho, a principios de 2007, ya se produjo la primera intervención judicial paralizando tres bloques con 144 viviendas.
Además del problema del deslinde con Costas, que está recurrido, hay numerosas irregularidades que siguen sin subsanarse mientras la construcción avanza. Entre estas irregularidades, hay que señalar que el vial de conexión con Punta de la Mona invade terrenos ajenos al Plan Parcial y que, según los técnicos, debido a la pendiente del terreno, en 25 metros de fondo se suben 20 metros de altura en muchos puntos, por lo que algunas edificaciones tendrán en apariencia diez plantas de altura.
Recientemente se han publicado en el Boletín Oficial de la Provincia las Ordenanzas que regulan ese Plan Parcial denominado Peñón del Lobo 1 y contra ellas ha presentado alegaciones Izquierda Unida.
Estas ordenanzas vienen a legitimar lo que ya se está haciendo sin ellas: unas construcciones mastodónticas que van a crear un gran impacto visual formando grandes pantallas en una zona que no se debía haber tocado por su elevada pendiente y cercanía a la playa.
La reclamación principal presentada por el portavoz de IU es la de que se ha cambiado el criterio para determinar la altura de los edificios. El criterio que recoge el PGOU del 87 ha sido sustituido por otro que va a permitir una mayor ambigüedad con lo que los promotores podrán levantar más plantas y de nuevo tendrá que ser la justicia la que intervenga cuando empiecen a llover las denuncias.
También se han redactado de manera confusa los criterios para transferir edificabilidad de una zona a otra. Si esta cuestión no queda clara, el número de mamotretos puede acabar siendo insufrible en aquellas partes del acantilado en que sea más fácil la construcción.
Se supera con creces la edificabilidad máxima prevista en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, una ley que fue aprobada en 2002 y tiene que ser respetada por todos los planes aprobados con posterioridad. Así, en residencial se alcanza el 1,04 y en hotelero el 1,80 cuando los máximos son el 1% y el 0,30%.
De igual manera, estas ordenanzas van a permitir que se construya con una densidad de viviendas también muy por encima de lo que contempla la LOUA. Según los cálculos de IU, la ordenanza hotelera que se ha aprobado para esta zona permitiría una densidad de 135 viviendas por hectárea frente al tope de 75 viviendas por hectárea establecido en la LOUA.
Todas estas circunstancias nos hacen pensar que estas obras van a estar durante muchos años en los tribunales, que algunos ciudadanos comprarán viviendas cuya legalidad no está clara y que los ciudadanos de Almuñécar seguiremos pagando abogados para defender las ilegalidades que tantos beneficios reportan a unos pocos a costa de cargarse nuestro patrimonio natural y paisajístico.
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