En Francia no se quieren jubilar a los 62 y siguen luchando para evitar este ataque del gobierno y la banca
Mientras miles de esquiroles en España se niegan a luchar contra el anunciado aumento de la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años, en Francia sigue la lucha de millones de ciudadanos por defender su jubilación a los 60. Mientras el Partido Socialista Francés llama a la lucha por una jubilación digna a los 60, el Partido Socialista Español llama a la resignación frente a un deterioro de nuestra calidad de vida que nos venden como inevitable. Miles de estudiantes, trabajadores y jubilados marcharon ayer en diversas ciudades de Francia para apremiar al presidente Nicolas Sarkozy a que deseche los planes de aumentar la edad de retiro de 60 a 62 años. La del sábado fue la tercera jornada consecutiva de protestas de este tipo en un mes en el país. En un cambio de táctica, los sindicatos convocaron las protestas para el sábado, en lugar de un día entre semana, a fin de engrosarlas con la participación de familias, estudiantes y empleados del sector privado. Los organizadores expresaron confianza en que la presencia de los jóvenes en la movilización pudiera convencer al gobierno de que la reforma preocupa incluso a aquéllos que todavía no piensan en el envejecimiento. Unas 300 manifestaciones tuvieron lugar ayer en Francia, dijo el sindicato CGT. Alrededor de un millón de personas participaron en cada una de las dos manifestaciones de septiembre, según el gobierno, aunque los sindicatos dijeron que la cifra fue mayor y alcanzó los 3 millones. Francia es uno de los países europeos que han anunciado medidas de austeridad para hacer frente a sus enormes deudas públicas. El gobierno asegura que el sistema de pensiones del país se encuentra en números rojos y está destinado a la quiebra sin la reforma. Las autoridades describen al plan como la única opción responsable e insisten que es necesario que las personas aumenten su periodo productivo debido a su mayor longevidad. Sin embargo, en un país donde están arraigadas las prestaciones estatales generosas, los sindicatos consideran inamovible el derecho de los trabajadores a retirarse a los 60 años. Los sindicatos también rechazan la afirmación del gobierno de que el movimiento de protestas se ha debilitado. Decenas de miles de manifestantes en París marcharon hacia el lugar de la ex prisión de la Bastilla. Carros alegóricos con globos gigantes del sindicato se extendieron en las calles. Varios manifestantes bailaron arriba de una furgoneta mientras otros se alternaban el estribillo de "¡Retiro!"... "¡A los 60!". "Que se jubile Sarkozy", "La jubilación es nuestra", "Qué el capital pague su crisis" o "Trabajar más para morir más", decían algunas de las pancartas que sobresalían entre la multitud en rechazo a una reforma que prevé aumentar de 60 a 62 años la edad mínima para jubilarse.
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