CCOO y UGT presentan en el Congreso la Iniciativa Legislativa Popular contra la reforma laboral
Delegaciones de CCOO y UGT, encabezadas por sus secretarios generales, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, han registrado esta mañana en el Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), con la que se pretende rectificar los aspectos más lesivos de la reforma laboral.
Según explicó Toxo a las puertas del Congreso, los sindicatos van a recabar centenares de miles de firmas antes de finales de marzo para enmendar la reforma laboral que aprobó el Parlamento a iniciativa del Gobierno, al tiempo que ha mostrado el rechazo sindical a la pretensión de aprobar el 28 de enero la reforma de las pensiones.
Los secretarios generales de CCOO y UGT, tras registrar la ILP, se dirigieron megáfono en mano al más de un centenar de personas que portaban pancartas contra del retraso de la jubilación, para reiterar el rechazo sindical a la reforma laboral, "contrarreforma", como la calificó Toxo, quien denunció los "estragos" que está causando en los cinco meses transcurridos desde su aprobación, en referencia al aumento de la temporalidad, en detrimento del empleo indefinido. Para el secretario general de CCOO, el empleo fijo debe ser la norma, y el temporal la excepción. "Es un contrasentido que en plena crisis y destrucción de empleo se apruebe una reforma que facilita el despido", denunció.
Toxo calificó de "intolerable" el ultimátum del Gobierno para reformar las pensiones el próximo 28 de enero, adelantando los plazos previstos con el apoyo de los partidos de la derecha nacionalista PNV y CC, y acusó al Ejecutivo de hurtar el debate democrático sobre una cuestión muy seria como es la reforma de las pensiones. "No estamos dispuestos a tolerar en la medida de nuestras fuerzas una nueva tropelía", subrayó Toxo.
La ILP es una "enmienda a la totalidad" de la reforma aprobada por el Parlamento, y formalmente es una proposición de ley, un texto articulado con alternativas concretas a la reforma laboral con las que persiguen corregir los aspectos más lesivos de la reforma. Para que la ILP sea admitida, CCOO y UGT necesitan reunir al menos la firma de 500.000 personas, una cifra que esperan conseguir con creces en los próximos tres meses.
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