Se cierra en falso el caso de las denuncias falsas

El concejal de IU quiere salir al paso de la nota de prensa divulgada por el concejal Jesús Alabarce en torno a una sentencia de la Audiencia Provincial. La redacción confusa de la nota, en opinión de Fermín Tejero, persigue el único objetivo de ocultar el fondo del tema tratado.

La historia se remonta a 2006. En ese año, un empresario almuñequero llamó a Fermín mostrando su enfado por la denuncia que le había puesto. Dado que Fermín no había puesto denuncia alguna contra este señor, quedaron en verse para aclarar el tema.

Efectivamente, el empresario mostró a Fermín una denuncia que llevaba la firma supuesta de Fermín y tenía el sello original del registro de entrada del ayuntamiento. En la conversación, este empresario contó a Fermín que la denuncia se la había llevado en mano Rafael Contreras.

La sorpresa que se llevó Fermín al ver la supuesta denuncia fue de campeonato. Pronto pudo comprobar que el documento no estaba firmado con bolígrafo y que la firma había sido escaneada (era idéntica) de un documento que Fermín había presentado en el ayuntamiento días antes. Estaba claro que el objetivo de esa falsa denuncia era provocar las iras de ese empresario contra Fermín Tejero y sólo la rápida conversación entre ambos frustró la esperada reacción.

Ante ese hecho, Fermín presentó denuncia en el Juzgado y pidió que testificaran las personas con responsabilidades en el registro municipal para que se aclarase cómo era posible que Rafael Contreras tuviera en su poder un documento con el sello original del registro de entrada y sin que ese documento hubiera tenido registro de salida.

Cuando el empresario, ante el asombro de unos y el desconcierto de otros, ratificó en el Juzgado que el escrito en cuestión se lo había entregado en mano Rafael Contreras, la respuesta de este individuo fue que se lo había encontrado en la calle. Todos estos hechos están acreditados en las actas del juicio. Por muy cínica que pueda parecer esta respuesta de la mano derecha de Benavides, el Juzgado cerró el caso sin encontrar culpables de esta jugada. Uno más de tantos pleitos que se cierran por falta de pruebas, como había quedado por ejemplo cerrado el caso del espionaje en el ayuntamiento de Madrid.

Fermín Tejero recurrió el auto del Juzgado y pidió que se practicaran nuevas pruebas para determinar cómo se había dado lugar a que un documento con firma falsa entrara en el ayuntamiento y cómo fue posible que ese mismo documento saliera del ayuntamiento y estuviera en poder de Rafael Contreras. El auto de la Audiencia concluye que no es posible practicar más pruebas, que el tema no se ha podido investigar más y que el caso queda cerrado. A partir de ese auto, que Fermín califica de decepcionante, el portavoz de Convergencia aprovecha para confundir a la opinión pública con una serie de frases confusas y ambiguas que eluden los hechos reales y sólo sirve para poner de manifiesto, una vez más, la baja catadura moral de Jesús García Alabarce.