Ni respeto ni acato
Antonio Rodríguez. Del blog Amanece que no es poco
Esto es un nuevo paso del descredito a que un sector de la judicatura española, quiere llevar nuestra justicia. No ha servido de nada el juicio, donde quedo claramente demostrado que Garzón había actuado de acuerdo a la legalidad. Cuando la propia policía demostró que se había garantizado el principio de defensa de los acusados. Cuando el propio fiscal reclamaba la inocencia de Garzón. Y cuando el injusto Tribunal no ha tenido en cuenta la doctrina Perot, aplicado en otros casos como el Botín, que impide la apertura de juicio si solo hay acusación particular.
Los únicos prevaricadores son los miembros del Tribunal supremo que ha sabiendas no ha aplicado la doctrina Parot. Esta farsa de juicio no tenía otro objetivo que echar de la justicia a un juez honrado e integro y que se ha atrevido a sentar en el banquillo las corrupciones del P.P. y lo que es más grave intentar enjuiciar los crimines del franquismo.
La justicia española está alcanzando cotas de descrédito inimaginables. Se exculpa a quien en el juicio se demuestra que cometió cohecho impropio y se condena a quien se ha demostrado no ha hecho más que aplicar la ley. Ayer el Consejo General del Poder Judicial abre expediente al juez del caso Urdangarín por las presuntas filtraciones del sumario. ¿Cuando en este país se ha juzgado a alguien por presuntas filtraciones? Hay un intento real de apartar de la justicia a todos aquellos que se atreven a enfrentarse a los poderosos y luego se empeñan en afirmar que todos somos iguales ante la ley.
Vamos a ser, estamos siendo, el hazmerreir de la justicia mundial. El Tribunal Supremo ha puesto nuestra justicia a nivel tercermundista, al ponerla al servicio de intereses políticos vergonzantes. Garzón es inocente, el tiempo y los tribunales europeos le darán la razón, pero ¿quien le devolverá la dignidad robada? En días como hoy, siento vergüenza de ser español.
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