IU busca una revolución interna con la que liderar un gran bloque de izquierdas y organizar la rebeldía democrática
Europa Press
Izquierda Unida considera necesario poner en marcha una revolución interna de la organización que le permita liderar un gran bloque social y político de izquierdas que perfile un modelo alternativo y lidere la "rebelión democrática" frente a las políticas capitalistas que considera que han provocado la actual crisis económica y la "cesión" de competencias del Estado en favor de los mercados y los poderes económicos.
Según recoge el documento político que votará este sábado el Consejo Político Federal de IU --para ser remitido a la X Asamblea General que tendrá lugar los días 14, 15 y 16 de diciembre-- la formación considera imprescindible formar un proyecto social alternativo y cree que debe dirigir sus esfuerzos a poner en marcha diferentes alianzas políticas, sindicales y sociales que se unan en un "programa social alternativo".
IU reconoce que no puede aspirar a hacer política "sin la participación activa de la ciudadanía" y se pone como objetivo organizar y representar a esa "mayoría social" interesada en un cambio de modelo y "la construcción de un nuevo modelo constitucional que supere el secuestro de la democracia efectuado en las últimas décadas por los mercados".
"Izquierda Unida, sin ser la única interesada, sí es la fuerza política en mejor posición para articular ese proyecto contribuyendo a organizar la unidad popular necesaria para llevarlo a cabo", explica al asumir que la coalición se encuentra en una "encrucijada trascendental" con "serias posibilidades de convertirse en el eje de cualquier propuesta política alternativa realmente viable".
"Para ello debemos tener una presencia permanente en la calle, contribuyendo a organizar el conflicto social, la movilización y construyendo alternativas políticas y programáticas para formular un proyecto distinto de sociedad y del país en el que la inmensa mayoría de ciudadanos pueda verse reconocido", anima el documento.
La coalición liderada por Cayo Lara asume que en la actualidad tiene "limitaciones" para aglutinar a "buena parte" de los sectores más excluidos por el sistema. "Hoy, a una organización política en exclusiva, no le resulta fácil organizar por sí sola a la inmensa pluralidad de la social que padece la crisis y que por tanto tiene capacidad de generar conflicto", explica.
Por ello, insiste en la idea de "revolucionar" la coalición para convertirse en una fuerza capaz de "organizar la rebeldía democrática de millones", profundizando al máximo en su democracia interna. Además, se propone el objetivo de buscar la participación de nuevos sectores ciudadanos, colectivos y movimientos sociales.
IU dedica un apartado de su documento al 15-M, movimiento que reconoce supuso "un hito" no sólo en España sino a nivel mundial. "Fue una bocanada de aire fresco en el panorama social y político del país y cambió radicalmente los temas de la agenda política --señala--. El 15M no surge de la nada, ni nos es totalmente ajeno. Pero fue un movimiento que trascendió cualquier marco y cualquier corsé".
Según asegura, IU supo entender "su pluralidad, su complejidad y lo contradictorio de algunas de sus demandas", a la vez que captó sus "potencialidades" y "el revulsivo que suponía para cuestionar bases fundamentales del proyecto neoliberal" del país. "El 15M nació autónomo como movimiento social y así debe seguir", sostiene antes de explicar que la coalición trabaja en él "desde el respeto a su independencia y desde la amplia coincidencia en sus bases de programa".
"Izquierda Unida cree necesario que, partiendo de la total independencia de sindicatos, movimientos, 15M y otros colectivos, consigamos pasar de la coincidencia a la convergencia de programas, estrategias y movilización en el marco de una necesaria rebelión democrática contra el orden neoliberal y por una salida social a la crisis", insiste antes de alzarse como la referencia política "más clara" en España para una alternativa de poder al neoliberalismo y el capitalismo.
La formación liderada por Cayo Lara hace hincapié en la crisis del bipartidismo. Sobre el PSOE resalta su "crisis identitaria y de liderazgo", mientras que respecto al PP alude a sus gobiernos de comunidades autónomas "con una gestión nefasta" y un liderazgo de Mariano Rajoy "que nunca ha sido fuerte socialmente y puede ser contestado en un futuro".
REFORMA ESTRUCTURAL DE LA CONSTITUCIÓN
"Estamos ante una ofensiva ideológica sin precedentes de nuestros adversarios para reducir al máximo la política, la democracia y sus representantes", advierte enmarcando en esta idea las propuestas de reducir parlamentarios o los pasos para "encomendar la tarea de la gestión pública a técnicos especializados".
En este contexto, alude a los elementos de "obsolescencia" que incluye la Constitución y propone su "reforma estructural" para "garantizar la democracia política y bienestar social", a la vez que critica la "contrarreforma constitucional" puesta en marcha "desde hace años" por las fuerzas "conservadoras". "Enterrando unilateralmente y en la práctica el consenso constitucional alcanzado para garantizar la transición política a la democracia", denuncia.
Izquierda Unida propugna un "nuevo concepto de país" como "país de países" y, entre sus propuestas económicas incluye algunas de sus tradicionales reivindicaciones como la puesta en marcha de un programa de empleo público, la derogación de la reforma laboral, la nacionalización de las entidades bancarias insolventes o la elevación del salario mínimo hasta los 1.100 euros al mes, así como el establecimiento de un salario máximo.
La coalición también considera necesario convocar un referéndum sobre las medidas de ajuste del Gobierno, los recortes "y los regalos a la banca", además de promover un Estado laico, "federal y solidario", y consultar a los ciudadanos para que elijan entre monarquía o república.
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