García Montero reivindica en Almuñécar una meditación histórica sobre España, la República y la Cultura

Costa Digital

El poeta y catedrático de Literatura española en la Universidad de Granada, Luis García Montero y el que fuera candidato de IU por la provincia de Granada al Congreso, y licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Raúl García han intervenido en la tarde de este martes en Almuñécar en un acto enmarcado en la conmemoración de la II República, organizado por Izquierda Unida

El acto que llenaba de público el Salón de Actos de la Casa de la Cultura sexitana, comenzaba con la proyección de unas imágenes históricas de cuando se proclamó la segunda república española, república que vino de la mano de unas elecciones municipales recordaba en su intervención el alcalde de Peligros también interviniente en el acto 

Y es que para hablar de república y España es necesario asumir una meditación histórica. Y así lo entiende, Luis García Montero que señalaba que el golpe de Estado de 1936 abrió un proceso de manipulaciones, olvidos y reescrituras que convirtió la historia en una versión llena de mentiras y donde no se habían contado los verdaderos avances sociales realizados en los pocos años que duró.

El poeta granadino, discípulo de Ángel González, indicaba a Antonio Machado como el poeta indiscutible de la II República española y cuyo espíritu no había sido suficientemente recuperado por la Transición, de la que apuntaba que esta última fundó una democracia sin raíces, incompleta, heredera de la dictadura, en la que las deficiencias sociales estuvieron siempre acompañadas por lagunas en el conocimiento del pasado. El espíritu de la Transición, que como su propio nombre indica debería haber sido una ética transitoria, quiso instalarse después como horizonte único, como consigna para fijar el futuro en la renuncia. Si la solución de conflictos invita en una sociedad decente a la verdad, la justicia y la reparación, aquí nos acostumbramos a confundir la España del consenso con la mentira, la impunidad y el desamparo”.

“Cuando murió el dictador con un heredero designado, la historia tampoco tuvo mucha suerte. Las leyendas del franquismo fueron sustituidas por los mitos del consenso al amparo de un espíritu que volvió a necesitar del olvido y la manipulación. Las élites económicas y políticas de la dictadura borraron su hoja de servicios al franquismo para vestirse de padres de la democracia. La oposición clandestina aceptó perder la memoria, o suavizar sus recuerdos, para tranquilizar los ánimos y facilitar la llegada de las libertades”, afirma García Montero.

En cuanto a la situación política europea, el poeta sentenciaba que Europa se ha entregado al capitalismo, y en especial al Banco Central que es Alemania, robando a los ciudadanos las decisiones sobre el futuro para regalárselas a los poderes financieros que son quienes se imponen a la soberanía de los parlamentos.

Sobre la situación social que impera en Europa, Montero afirmaba que se está imponiendo el racismo y la política europea está creando un marco de expulsión de minorías y presión sobre las fronteras más pequeñas. Los poderes financieros de Europa son los que están acabando con la Democracia. Así, ponía como ejemplo la economía española donde se ha perdido un tercio de nuestro poder adquisitivo en los últimos años: “son los especuladores los que mandan creando una deuda que es fruto de una estafa”.

El premio nacional de literatura, finalizaba advirtiendo sobre la necesidad de revitalizar la cultura como enseñanza y aprendizaje y no como mero entretenimiento que desemboca en una cultura ínfima y atrapada dentro del fenómeno conocido como telebasura. “Albert Camus decía que tan peligrosa como la degradación laboral es la degradación del tiempo de ocio. Y estamos asistiendo a esto, a una pérdida de valores preocupante”, sentenciaba el poeta.