IU pide que se aclaren las responsabilidades en el vertido de aguas fecales
Aguas y Servicios y la Delegación de Medio Ambiente se culpan mutuamente del vertido de aguas fecales a la playa de Fuentepiedra. Pero esto no ha sido un accidente, ni un fallo provocado por circunstancias fortuitas. No ha sido un imprevisto achacable al fallo humano o a circunstancias climáticas excepcionales.
Las causas hay que buscarlas en una suma de incompetencia en el diseño, negligencia a la hora de corregir deficiencias y mantenimiento inadecuado de las instalaciones. De hecho, el mal olor del colector no es algo coyuntural, sino que persiste todo el año, aumentando, como es lógico, cuando hay más visitantes.
Izquierda Unida considera que Benavides cometió una torpeza al recepcionar las obras sin plenas garantías de funcionamiento, y posteriormente, al no agilizar las medidas correctoras en los meses de invierno cuando el riesgo es menor.
Un ayuntamiento que presume de tener dinero para pagar la presa de Otívar debería solucionar este problema en un santiamén.
Si el expediente abierto por la Delegación de Medio Ambiente termina en sanción, ¿quién la pagará? Mucho nos tememos que sean los mismos de siempre: los ciudadanos con sus impuestos. Además de sufrir los olores nauseabundos que este colector genera de forma permanente, ahora tendremos que dedicar otra parte de nuestros ingresos para solucionar un problema que no sólo amenaza al turismo sino que es un atentado a la salud y a la calidad de vida de miles de almuñequeros.
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María -