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Los Bancos de Alimentos y el Opus Dei

Filantropófagos 
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La gran convocatoria de la caridad celebrada entre los  días 29 y 30 de Noviembre de este 2013 por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) pretendía realizar "La gran recogida de alimentos 2013". Como podemos leer en la web habilitada para la campaña www.granrecogidadealimentos.org su urgente objetivo es luchar contra el hambre y el despilfarro mediante el trabajo de voluntarios y entidades colaboradoras entre las que encontramos bancos, grandes supermercados, medios de comunicación o empresas de seguros privados.

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Según la web de FESBAL los Bancos de Alimentos "son organizaciones sin ánimo de lucro basados en el voluntariado y cuyo objetivo es recuperar excedentes alimenticios de nuestra sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso. La organización de un Banco de Alimentos se orienta a un funcionamiento similar al de una empresa, con distintas áreas y un equipo de dirección."

Pero además del  gesto ciudadano y solidario entre iguales que quieren con su modesta aportación evitar que un vecino pase hambre... ¿Quién esta detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, compañías de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el apoyo de esta urgente iniciativa?
Si realizamos en la página web del Opus Dei la búsqueda "Banco de Alimentos" nos da como resultado 42 entradas. Repasemos algunos cargos directivos del Banco de Alimentos.
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José Antonio Busto Villa. Presidente de FESBAL. Supernumerario del Opus Dei.
Las vinculaciones del Banco de Alimentos con el Opus Dei no son solo a través de los supernumerarios en puestos de responsabilidad. Son múltiples las referencias de cargos directivos y colaboradores del Banco de Alimentos a las enseñanzas y el ideario del fundador del Opus Dei San Jose María Escriba de Balaguer; "Me llamo Vicente López-Alemany y soy Director general del Banco de Alimentos de Madrid, donde empecé a trabajar hace más de seis años gracias al espíritu de servicio que aprendí de las enseñanzas de San Josemaría; y a los buenos oficios de un amigo y profesor de la Escuela Naval Militar de Marín, que fue el primero que me habló de los Bancos de Alimentos." O Pedro Pereira que actualmente preside del Banco de Alimentos de Vigo y fue el coordinador general de estudios del colegio del Opus Dei Montecastelo de Vigo.
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Una de la últimas noticias destacadas en la página web FESBAL es la llamada de teléfono que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Ana Mato, supernumeraria del Opus, hizo al presidente de la FESBAL José Antonio Busto felicitando y deseando el mayor de los éxitos a los Bancos de Alimentos. ¿A que se debe el respaldo de una ministra del Opus al presidente de la Federación de Bancos de Alimentos  y miembro supernumerario de la orden?
¿Utiliza el Opus Dei los Bancos de Alimentos para hacer proselitismo? Quizá las declaraciones que podemos ver en el siguiente vídeo (a partir del minuto 5:00) de Jose María Zarate, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid a los voluntarios nos puedan aclarar este punto.

"Lo que si que te digo es que a las 12 paramos a rezar el Ángelus"
Si bien pudiera parecer casualidad el que destacados miembros de la Prelatura personal de la Iglesia Católica ocupen cargos de responsabilidad en el Banco de Alimentos, esto no deja de resultar llamativo. ¿Qué interés respalda esta presencia?. ¿Esta es solo fruto del compromiso personal o responde a una estrategia de más hondo calado? Esta presencia llama más la atención si tenemos en cuenta que en las cúpulas de las grandes empresas financieras y de distribución que colaboran con este Banco de Alimentos, abundan también miembros de esta prelatura y que cuando esto es no así, una parte importante de sus cargos ejecutivos se han formado en la escuela de negocio del Opus Dei, la IESE
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El banco de Santander y sus empleados donan 32.000 € a FESBAL. Foto: FESBAL.
A través del  Banco de Alimentos se nos presenta a las grandes empresas de distribución , bancos y ejecutivos de grandes empresas como entes altruistas. Estas empresas distribuidoras controlan el 70% del mercado de alimentos y qué mejor que ellas para liderar esta gran obra benéfica. Sin embargo los motivos de estas alianzas aparentemente solidarias, introducen componentes de rentabilidad económica. Pudiera parecer que las grandes distribuidoras de alimentos se acercan a este tipo de actividades filantrópicas solo con la intención de mejorar su imagen de empresa. Pero, además del efecto publicitario, un interesante negocio se esconde detrás de la relación de estas empresas de distribución con el Banco de Alimentos. ¿Qué consiguen las grandes empresa de distribución con la donación? Según podemos leer en este artículo:
  • Que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado.
  • Mejora su imagen corporativa.
  • No tienen costes en la destrucción de esos excedentes.
  • No tienen costes en la distribución pues lo hace un ejército de voluntarios.
  • Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%)
  • A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina, que haya ricos y pobres.
  • Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.
  • Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a sus propios trabajadores.
Estas empresas saben que los stocks donados evitan la caída de precios y el gasto de destruirlos y aprovechan la ley que permite la desgravación del 35% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades.  
Pero por si estos beneficios a las grandes superficies fuera poco, en un perverso ejercicio de nueva filantropía, cada cierto tiempo y en fechas señaladas, desde los medios de comunicación apelan a la ciudadanía a  campañas de "Gran donación de Alimentos". Esta presión mediática, que habitualmente suele enmascararse con el rigor informativo, lleva a que olvidamos que detrás de la palabra donación se esconde la mercantilista palabra "compra de alimentos". Los alimentos "donados" en realidad son adquiridos por los solidarios ciudadanos en estas grandes superficies donde son estratégicamente ubicados los puntos de recogida del Banco de Alimentos. Se produce así un incremento de sus cifras de negocio y beneficios.
 
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Parece evidente que más allá del mero efecto publicitario, el Banco de Alimentos resulta un pingüe negocio para algunas empresas. Sin embargo, detrás de la beneficencia, se encuentran otros interés más espurios capaces de unir al OPUS, entidades financieras, grandes empresas trasnacionales y aseguradoras privadas. En los Think Tanks donde el gran capital pergeña su estrategia futura, negocios enmascarados como iniciativas solidarias ocupan un lugar destacado. En tiempos de crisis las iniciativas como la del Banco de Alimentos, cumplen con una doble función social. Por una parte sirven de antídoto contra la movilización, tranquilizando las conciencias de solidarios donantes e indignados con la injusticia social. Estas acciones que apelan directamente a la necesidad y tocan el fondo del corazón, ni se cuestionan  ni  se plantean dar respuesta a las injustas causas que generan el hambre. No cuestionan desigualdades sociales, la beneficencia siempre fue una respuesta solidaria vertical (de arriba a abajo). Por otra parte, se recupera la vieja estrategia de reforzar las estructuras benéficas generadoras de dependencia, con ánimo de mitigar la posible respuesta social de aquellas personas en situación de necesidad extrema y que ya no tienen mucho que perder. 


Una alternativa de carácter horizontal, participativa y solidaria es La Red de Solidaridad Popular. Este es un extracto de su carta de principios:
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"Las personas que integramos la Red de Solidaridad Popular nos mueve la necesidad de organizar la solidaridad como forma de resistencia frente a la barbarie neoliberal que se nos está imponiendo y la motivación por poner en práctica alternativas al sistema económico y político dominante.Las iniciativas solidarias impulsadas por la Red de Solidaridad Popular en ningún momento revestirán carácter benéfico, ni asistencialista, ni caritativo, serán puestas en marcha conjuntamente con las personas afectadas por las consecuencias de la crisis, partiendo de sus propias demandas y necesidades e implicándolas activamente en su diseño, gestión y organización." .

Anguita entrevistado por un fascista de Intereconomía

Ejecutivos de las grandes empresas lideran la Fundación Privada Banco de Alimentos de Barcelona

 La Obra Social ”la Caixa” y la Fundació Banc dels Aliments impulsan conjuntamente el Gran Recapte de Alimentos en Cataluña en las navidades del 2012

El Banco de Alimentos es un mero gestor de excedentes que produce beneficios

En el Patronato de la Fundación hay una comunión entre grandes empresas, la Iglesia y Administración.

La misma élite que hace donaciones se extiende justificantes de deducción del Impuesto de Sociedades.

Es un arma de destrucción competitiva de las grandes distribuidoras contra el pequeño comercio.

Nestlé, Riera Marsa, Áreas, Gallina Blanca, Serunión, Ebro Agrícolas, Directores generales autonómicos y de la Distribución (AECOC, AED), de la banca, etc.

Lejos de la idílica imagen del gran Recapte y de la Operación Kilo las grandes empresas no dejan un espacio de mercado donde hacer negocio. Y el de la miseria también puede ayudar a la optimización de beneficios incluso en nuestro país que vive una crisis sin precedentes.

La Fundación Privada Banc dels Aliments de Barcelona está gestionada por los grandes de la alimentación como una empresa de logística con una cadena de mando y unos pocos trabajadores (el resto son voluntarios). El órgano rector de las Fundaciones ( que no gozan precisamente de muy buena fama)es un Patronato. En el Patronato Banc dels Aliments resuenan nombres de alta alcurnia empresarial o multinacionales de categoría. Los datos que son públicos los hemos obtenido de Internet:

Presidente: Antoni Sansalvadó i Tribó
Trabajó como directivo o accionista en logística en Áreas i Serunion. También participa en sociedades de capital-riesgo y actualmente su familia posee varias empresas dedicadas al aluminio.
Vicepresidente primero: Jordi Peix i Massip
Trabajó muchos años en diversas Direcciones Generales de la Generalitat en temas agrícolas. Asesoró los acuerdos de integración en la CEE en matería de Agricultura
Secretario: Eduard Arruga i Valeri
Regidor de CiU en Cunit y directivo de Cereal Partners España, una filial del grupo Nestle.

Vocales:

  • Enric Alberich i Agustí: ingeniero industrial. Alumno de la escuela privada de élite “Isabel de Villena”. Publica libros sobre alta dirección.
  • Roser Brutau i Basté: pertenece al exclusivo Real Club de Golf
  • Ramón Sardà i Tort : ingeniero industrial.
  • Alfons Carner i Suñol: Compañía de Industrias Agrícolas, banca catalana, Carburos Metálicos (estafa Kio), Ebro Agricolas
  • Ramon Guàrdia i Massó: Presidente de Valores y Marketing, empresa especializada en responsabilidad social corporativa. Profesor a la Universitat Pompeu Fabra y a ESADE
  • Antoni Llorens i Tubau: Presidente y Director General de Serunión (es una gran empresa que vive de las concesiones administrativas que le otorgan las Administraciones)
  • Josep M. Bonmatí Pérez : AED, Asociacion Española Directivos.
  • José María Bonmatí Pérez: director general de AECOC (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores)
  • Javier Riera- Marsá: Familia Riera-Marsa
  • Lluis Carulla i Font: familia Gallina Blanca

Beneficencia a cambio de +++ beneficios corporativos.

Con caídas espectaculares de venta en el comercio los excedentes no tienen salida y provocan una nueva caída de precios por el exceso de oferta. Aquí es donde actúa el Banco de alimentos. Los excedentes se solían destruir (harto habitual) y eso costaba dinero. Ahora las empresas donan sus excedentes al Banco de Alimentos con lo que consiguen:

  • que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado.
  • mejora su imagen corporativa.
  • No tienen costes en la destrucción de esos excedentes.
  • No tienen costes en la distribución pues lo hace un ejército de voluntarios.
  • Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%)
  • A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina, que haya ricos y pobres.
  • Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.
  • Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a sus propios trabajadores.

…los excedentes no tienen salida y provocan una nueva caída de precios por el exceso de oferta. Aquí es donde actúa el Banco de alimentos. Los excedentes se solían destruir y eso costaba dinero. Ahora las empresas donan sus excedentes al Banco de Alimentos.

Los excedentes alimentarios son fruto de una manera de producir totalmente industrial que no tiene en cuenta ningún criterio racional ni de sostenibilidad. Se trata de producir el que más por cuanto el precio unitario (patatas, macarrones, cebollas, pizzas, etc) sale entonces más barato y hundes a la competencia. Le llaman competitividad. Son esos excedentes de producción que además destruyen la agricultura tradicional los que tienen derecho a desgravaciones del 35% en el impuesto de Sociedades.

Los Bancos de Alimentos casi no tienen trabajadores en nómina y eso que tenemos 6 millones de parados. La mayoría de tareas las hacen voluntarios esparcidos por multitud de entidades que han creado una red solidaria que permite repartir esos excedentes de producción de las grandes empresas alimentarias y de distribución por los barrios más pobres entre las familias más necesitadas. Los voluntarios de buena fe calman su sed contra la injusticia y se ven complacientemente reflejados en una machacona campaña mediática que invita a más y que crece exponencialmente como la crisis que va enviando más familias a la miseria. Y sin darse cuenta colaboran en la destrucción del pequeño comercio.

Los voluntarios de buena fe calman su sed contra la injusticia pero sin darse cuenta colaboran en una maquiavélica operación de destrucción del pequeño comercio y de cualquier competencia a las grandes distribuidoras que ya copan el 75% del mercado.

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todo esto está muy bien pero …. dan de comer a la gente, ¿no?

Los que viven de cerca o trabajan con familias con dificultades saben perfectamente que el lote o lotes del Banco de Alimentos cubre una ínfima parte de las necesidades de millones de familias que en nuestro país se han vuelto pobres después de años de recortes sociales y paro.

Nadie dice que hay que cerrar el banco de alimentos por hoy. Pero de seguir profundizando aún más en este modelo nos vemos todos en unos años recibiendo comida de señoras con abrigos de piel el día del Gran Recapte …. trae a la memoria viejas estampas franquistas.

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SIN RECORTES Y CON JUSTICIA SOCIAL NO HACEN FALTA ALIMENTOS DE UN BANCO

Si el banco de alimentos, tanta entidad colaboradora y voluntarios se plantaran delante de la casta política y exigieran los derechos sociales de los ciudadanos posiblemente iríamos por el atajo más rápido para trabajar por una justicia social real.

¿Le gustará que sus hijos vivan de la caridad de la Duquesa de Alba, Mercadona, La Caixa o Zara?

Los derechos se reclaman pero la caridad se concede, ahí está la razón de ser de toda beneficencia, caridad o generosidad.

El Camino: Uno puede aceptar que una bota le pise el cuello; lo que no puede hacer es lamerla (Sampedro)

El Gobierno debería ser patriota y suspender el pago de la deuda

Es terrible la arrogancia de quienes persiguen a los parados mientras ellos disfrutan sueldos de escándalo

Empiezan una huelga de hambre: lo que no sirve de nada es no hacer nada

Público

Parece que el ejemplo de Jorge Arsuaga, el joven bilbaíno de 25 años que no probará bocado hasta que dimita el Gobierno, ha prendido. En su quinto día de huelga ya son 3 los voluntarios a secundar su protesta en la madrileña Puerta del Sol y uno que lo hará desde la Plaza Nueva de Sevilla.

Alex Aceituna fue el primero en presentarse en Sol, con su mochila, para anunciar que se unía a la huelga de hambre que Jorge había iniciado el pasado sábado hasta que el Gobierno "ilegítimo" dimita, una protesta con nombre en las redes sociales: #MotivosJorge y que ya suma los #MotivosAlex.

Alex tiene 24 años, viene del madrileño barrio de Moratalaz, está cursando una FP de grado superior, lleva trabajando desde los 17 años y está en el paro, señalaba. Sobre sus motivos, explica: "Creo que estamos viviendo una situación bastante injusta y me gustaría que, sobre todo, la gente joven, que somos los que damos el primer paso siempre, hagamos algo y demostremos que estamos comprometidos y que necesitamos que el resto de las personas de este país pongan su granito de arena, igual que lo estamos poniendo nosotros".

En definitiva, cree que el principal objetivo de esta acción es "que la gente despierte; que reaccione y diga basta ya a estas cosas que estamos viviendo. Que parece que nos pinchan y no nos duele". Preguntado sobre su determinación de hacer la huelga de hambre, contesta raudo que está completamente convencido y que el ejemplo de Jorge le inspiró en cuanto vio su video.

Poco después se extendía por las redes la noticia de que un joven sevillano llamado Mané había anunciado que se unía a la huelga de Jorge desde la Plaza Nueva de Sevilla. Mané es una persona de mediana edad, que ha colocado una rotunda pancarta en medio de la conocida Plaza Nueva en la que se lee: "En huelga de hambre por un trabajo digno". El colectivo Contrafoto21 está siguiendo su acción que ya se conoce en las redes como #MotivosMané.

Una tercera persona se presentó en Sol como voluntaria para exigir la dimisión de este Gobierno: Santos Santos, un fontanero de 56 años que anunciaba junto a Jorge que había decidido unirse a su acción "por mis hijos, que no tienen futuro". "¿Qué me ha movido? Pues que necesitaba ver a alguien con ganas de hacer algo para apuntarme, sencillamente", explicaba convencido, tocado con su característico sombrero.

También se presentó una cuarta persona venida desde Logroño, que pide por su familia permanecer en el anonimato, y que se ofrece a acompañar en su huelga a Jorge hasta el próximo miércoles, fecha en la que cumplirá 51 años. Le acompaña un grupo con una camiseta con el lema "La revolución de los payasos". "Este Gobierno nos está tratando como payasos, así que ha llegado la hora de rebelarse", explicaban tajantes. Dadá, como ha pedido que lo llamemos, se quedó anoche a dormir en Sol, "para guardar la plaza", comentaba divertido, y durante la noche se le ha unido una nueva persona que afirma querer hacer la huelga de hambre que pide la dimisión de un Gobierno "que no ha cumplido ni una sola de sus promesas electorales y nos está matando".

Esta mañana, en Sol todos están a la espera de que un equipo del SAMUR vuelva para controlar sus constantes y certificar su ayuno, añadía Alex serio, "no queremos que nadie dude de nuestra huelga de hambre", afirmaba esta mañana, recién vuelto de su casa a la que fue a pasar la noche para aguantar el tirón lo más posible.

Manifiesto por la recuperación de la soberanía económica, monetaria y ciudadana: Salir del euro

La dramática situación social y económica en la que está hundida nuestra sociedad exige una política capaz de crear las condiciones para salir de la crisis. Es una necesidad urgente. El tiempo se ha convertido en un dato primordial por los riesgos de agravamiento y degradación que existen, por el enorme sufrimiento social que provoca la persistencia de las políticas de ajuste, austeridad y privatización de lo público.

La red en la que estamos atrapados está conformada por un nivel de paro catastrófico, por un endeudamiento del país frente al exterior imposible de afrontar y por una evolución de las cuentas públicas que conducen a la quiebra económica del Estado. Más de 6 millones de parados, más de 2,3 billones de euros de pasivos brutos frente al exterior, y una deuda pública de casi un billón de euros, creciente y próxima al 100% del PIB, son datos que definen un desastre inmanejable, ponen en peligro la convivencia y derruyen derechos sociales fundamentales.

Una crisis de esta envergadura tiene causas complejas y múltiples, desde la crisis general del capitalismo financiero hasta el despilfarro y la corrupción propios, pasando por un sistema fiscal tan regresivo como injustamente aplicado, pero aun a riesgo de simplificar el análisis para desentrañar las soluciones, hay que atribuir a la incorporación de nuestro país a la moneda única la principal razón de esta desoladora situación.

Como ahora se reconoce, no había condiciones para implantar una moneda única entre países tan desiguales económicamente sin ir acompañada de una fiscalidad común. Su creación implicaba, por otra parte, un marco propicio para implantar políticas regresivas y antisociales de todo tipo según la doctrina neoliberal, que ha tenido en la construcción de la Europa de Maastricht su máxima expresión. Como se calibró en su momento, el Estado del bienestar no es compatible con la Europa de Maastricht.

Con la incorporación al euro, nuestro país perdió un instrumento esencial para competir y mantener un equilibrio razonable de los intercambios económicos con el exterior, como era el control y manejo del tipo de cambio con respecto al resto de las monedas. Por otra parte, hubo una cesión de la soberanía al BCE en cuanto a la creación de liquidez y aplicación de la política monetaria, una institución dominada desde los orígenes por los intereses del capitalismo alemán.

Como no podía ser de otro modo, el retraso y la debilidad de la economía española frente a otros países y la rigidez absoluta impuesta por el euro llevaron a lo largo de la década del 2000 a un déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente abrumador. Se registraron unos desequilibrios insostenibles, como también les ocurrió a otros países como Grecia y Portugal, apresados en la misma trampa. En los 14 años transcurridos desde la creación del euro en 1999 hasta el final del 2012, el déficit exterior acumulado fue de casi 700 mil millones de euros, que hubo de financiarse endeudándose con el exterior. Las entidades crediticias y las empresas españolas demandaron más de otro billón de euros de recursos para sus planes de inversiones en el exterior, principalmente en América Latina.

Hasta el año 2008, en que se desató la crisis financiera internacional, por las facilidades extraordinarias de financiación, el país vivió un sueño, como drogado, alimentando la burbuja inmobiliaria y ajeno a los problemas que se habían gestado. En ese año, todo cambió radicalmente, los mercados financieros se cerraron, por los canales no fluía la liquidez y la situación de cada deudor pasó a examinarse con rigor. Con el cambio abrupto en la posición deudora de nuestra economía frente al exterior, los pasivos brutos pasaron de 540 mil millones al final de 1998 a 2,2 billones en 2008, el país entró en quiebra y sobrevino una profunda recesión que a todos los efectos sigue vigente.

El sector público se resintió profundamente desde entonces, incurriendo en un déficit desorbitado por la caída drástica de los ingresos, reforzada por el estallido de la burbuja inmobiliaria. El Estado, sobre el que acaban descargando todas las tensiones de las administraciones públicas, ha necesitado de centenares de millones de euros, obtenidos con la emisión de deuda pública en los mercados interior y exterior, ante la imposibilidad de la financiación directa por la autoridad monetaria. Al final de 2007, la deuda en circulación del Estado era de 307.000 millones de euros, el 37% del PIB. Al final de 2012 había subido a 688,000 millones, el 65% del PIB, y sigue aumentando como corresponde a la evolución deficitaria de las cuentas públicas.

Desde que se admitió la crisis, la política económica ha tenido unos rasgos básicos inamovibles. La pérdida de competitividad de la economía española ha servido de excusa para aplicar a rajatabla las recetas neoliberales y se ha tratado de compensar con el llamado “ajuste interno”, un proceso dirigido a disminuir los salarios y facilitar los despidos para abaratar los precios de las mercancías y servicios españoles, desde el momento en que la vía natural e histórica de la devaluación de la moneda está cegada por el euro. Ajustes, contrarreformas laborales y recortes continuos jalonan la política de los últimos años. Por otra parte, la mal denominada austeridad se ha impuesto brutalmente en la política fiscal, como exigencia de los poderes económicos, haciéndose de la lucha contra el déficit publico el talismán engañoso de la solución a la crisis.

Esta política ha producido un retroceso social muy doloroso, ha impulsado inconteniblemente el crecimiento del paro y, lo que es fundamental, es inútil. El país se desliza sin freno y se despeña hacia una fosa profunda. Los determinantes de la crisis siguen intactos cuando no degradados. Los pasivos exteriores no pueden disminuir sin que se registre un excedente de la balanza de pagos, cosa prácticamente inalcanzable para una economía bastante derruida y de escasa competitividad, y la pesada carga de deuda pública no dejará de crecer hasta que se diluya el déficit público, algo que el propio gobierno no alcanza a vislumbrar. La desconfianza es general.

La sociedad en una encrucijada

¿Cómo superar el desastre? La alternativa a la crisis que defiende la Troika y abiertamente el PP pasa por profundizar en los ajustes, en la austeridad y en la destrucción de lo público. La economía española, como ya le ha ocurrido a Grecia o Portugal, cae por el precipicio y se desfondará en el abismo, con unas consecuencias sociales dramáticas y riesgos políticos de todo signo.

El PSOE, copartícipe activo en el actual diseño económico y social, finge ahora un desacuerdo con el PP y critica su política suicida, pero sigue amarrado al criterio de que el euro es irreversible.

Las direcciones de los sindicatos mayoritarios, una vez contrastado el error de cálculo cometido con el sí crítico a Maastricht, denuncian ahora el actual estado de cosas, pero no están en condiciones de proponer medidas anticrisis realmente efectivas ya que no cuestionan con coherencia la Europa construida.

Otras fuerzas, organizaciones y autores de la izquierda critican la Europa actual y proponen cambios bastante utópicos y proyectos sin fundamento, dado el carácter irreformable de la Europa surgida, sobre todo después de la ampliación de la zona euro al Este. A las carencias originales de la moneda única se añade el peso que ha cobrado Alemania como país hegemónico y la realidad de una descomposición de Europa, aprisionados algunos países en deudas impagables. La imprescindible y urgente necesidad de romper con las ataduras de los Tratados europeos no puede paralizarse ni ocultarse tras propuestas de proyectos de otra naturaleza. Por deseable que sea otra Europa, es ahora inviable, requiere de bases en que sustentarse bien distintas y de la soberanía perdida de cada Estado.

El fracaso del proyecto de construcción de Europa es inocultable, con independencia de que no sea posible determinar cuándo y cómo se desbaratará la insostenible situación existente.

A los firmantes de este manifiesto nos parece claro que la Europa de Maastricht no podrá sobrevivir con su actual configuración, tras los desastres y sufrimientos que ha causado, además de vaciar de contenido la democracia y sustraer la soberanía popular.

También afirmamos que nuestro país no puede salir de la crisis en el marco del euro. Sin moneda propia y sin autonomía monetaria es imposible hacer frente al drama social y económico, tanto más cuanto que la política fiscal también ha quedado anulada con el Pacto de Estabilidad, alevosamente constitucionalizado.

Es precisa una moneda propia para competir y una política monetaria soberana para suministrar liquidez al sistema y estimular una demanda razonable. Y esto como primera condición ineludible, pero en modo alguno suficiente, para poder desarrollar una política avanzada de control público de los sectores estratégicos de la economía, entre ellos la nacionalización de la banca, de reconstrucción del tejido industrial y agrícola, de defensa y potenciación de los servicios públicos fundamentales con un poderoso y progresivo sistema fiscal, de amortiguación de las desigualdades y distribución de la riqueza, del reparto del trabajo para combatir el paro, de derogar las contrarreformas laborales y de las pensiones, de respeto en serio al medio ambiente, etc., y de abordar un proceso constituyente que permita recuperar y profundizar la democracia. Por todo ello hay que despreocuparse transitoriamente del déficit público, olvidarse de hacer propuestas imposibles al BCE y dejar de añorar a la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra cuando se puede disponer del Banco de España como institución equivalente.

El montante de la deuda externa es impagable. Su mayor parte es deuda del sector privado, y corresponde a sus agentes resolver los problemas que se presenten, incluido el sector financiero, muy comprometido. Por ello rechazamos toda operación de “rescate” de nuestro país y por la misma razón consideramos como deuda completamente ilegitima la contraída por el Estado para proporcionar fondos de salvamento a las entidades crediticias que no hayan sido nacionalizadas.

Con respecto a la deuda pública, el Estado debe realizar una profunda reestructuración de la misma (quita, moratoria, conversión en moneda nacional) que alivie la presión abrumadora que soportan las cuentas públicas. En otro caso, puede darse como irremediable la quiebra del Sector público.

No se nos escapan los problemas y complejidades de los pasos que proponemos, entre otros limitar la libre circulación de capitales. Tampoco nuestro análisis nos impide colaborar en acciones, propuestas y movilizaciones con aquella parte de la ciudadanía y sus organizaciones que, bajo el efecto del bombardeo mediático al que somos sometidos o por otros motivos, aún no comparte nuestra opción ante la encrucijada en que estamos y la necesidad de romper el nudo gordiano del euro. Sin embargo, ante el desastre que nos envuelve y ante las causas profundas que lo promueven y agudizan, no podemos mantenernos mudos ni evasivos. A nuestro entender, hoy la sociedad española, que ya ha entrado en una agonía prolongada y sin esperanza, no dispone de otra elección que salir del euro para impedir el hundimiento definitivo del país.

Recuperar la soberanía económica perdida, hacer efectiva la soberanía popular, requiere desprenderse de los dogales que nos paralizan, encarar la cruda realidad y dotarse de los medios para trazar un proyecto de supervivencia que, con todas sus dificultades, puede representar también una gran oportunidad para crear una sociedad soberana, próspera, justa, solidaria, democrática, ecológicamente responsable y libre.

PARA ADHERIRSE AL MANIFIESTO

http://salirdeleuro.wordpress.com/

Status quo

La mirada del Mendigo

La curia católica previene contra la ideología de género y el feminismo. Sin embargo, la doctrina católica está marcadamente cargada de androcentrismo, es una ideología patriarcal que destila aversión por la condición femenina.

Como por otra parte es lógico, habida cuenta que su Dios habla por un grupo de hombres viejos y célibes. Es evidente que si las encargadas de interpretar la voluntad divina fueran un grupo de mujeres ancianas casadas, no condenarían con tanto ahínco el aborto o la contracepción. Y aún menos si las intérpretes de las Sagradas Escrituras fueran un grupo de mujeres núbiles. O de hetairas.

Es curioso que la voz del Dios del desierto siempre suene a viejo reprimido, resentido. Quizá tenga alguna relación que desde los tiempos de Moisés, quienes hablan en su nombre, quienes tienen licencia para interpretar su voluntad son viejos reprimidos. El Dios de Abraham, que comparten judaísmo, cristianismo e islam no es más que el muñeco de un ventrílocuo, quien le dicta lo que debe decir. Creamos a los Dioses a nuestra imagen y semejanza, y desde luego nada bueno se puede decir de un pueblo que creo un monstruo como el Dios de la Biblia, criminal patológico, celoso, ingrato y colérico como un niño…o como un anciano de vida inútil, con el cerebro frito por el sol del desierto sirio.

Por lo tanto, segregar a la mujer de los puestos de responsabilidad en la organización, eso es ideología de un género muy concreto, el masculino. Prohibir y criminalizar la soberanía de la mujer sobre su vida sexual y reproductiva… es también es ideología de género, y apesta a patriarcado.

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Por otra parte, los que desdeñan la idea de la lucha de clases como algo “anticuado”, la aplauden. Desde pequeñito, un niño bien aprende a tener conciencia de clase. Es una lección que no olvidarán jamás, a diferencia del hijo del obrero, que cuando llega a chupatintas ya se cree que pertenece al bando ganador.

Los gobiernos del PP$O€, partidos que rechazan y abominan del concepto de lucha de clases, la practican en cada decisión de gobierno. Cuando abaratan el despido, es lucha de clases (el empresario se ahorra lo que el trabajador no recibe). Cuando rescatan bancos con dinero público, en vez de hacérselo pagar a los accionistas y bonistas, es lucha de clases. Cuando eliminan el Impuesto de Sucesiones, el de Patrimonio, mantienen la tributación de las SICAVs al 1% y otorgan beneficios fiscales a las SOCIMIs, mientras suben el IVA y recortan en sanidad y educación, ESO ES LUCHA DE CLASES.

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En ambos casos, la derecha niega siquiera la legitimidad de defender unos intereses diferentes. Que la Iglesia glorifique la prevalencia del macho sobre la hembra es una cuestión natural. Que el feminismo luche por la igualdad de derechos entre los sexos, es inadmisible. Construir la supremacía de una clase sobre otra, la ley del embudo como norma superior del Estado, es lo que une a todos los demócratas. Defender los derechos de la clase explotada, de las naciones sin Estado, de los desplazados de su patria o de los que simplemente no siguen los derroteros marcados en su vida artística, intelectual, sexual…es ir contra la paz social, el orden natural y la puta Constitución. Es, en resumen, ser un antisistema.

El día que les neguemos el centro del tablero, que dejemos de jugar en su terreno, y que se reconozca que enfrente del nacionalismo gallego está el nacionalismo español. Que a la igualdad de sexos se opone el machismo, frente a la diversidad étnica el racismo, frente a la reconocimiento de la condición sexual diversa, la homofobia islamojudeocristiana. El día que quede claro quién defiende los intereses de qué clase, es decir, el día que hayamos clarificado el debate y situado a cada contendiente en una banda del tablero ideológico, podremos empezar la partida de forma justa, equilibrada, con aspiraciones a ganarla. Hoy por hoy, la derecha no tiene una ideología, sino LA ideología. Monopoliza la legitimidad intelectual frente a la cual se construyen los -ismos, manías de histérica, peligrosas desviaciones de la doctrina, herejías.

Hoy en día, la derecha ocupa el centro del tablero desde el inicio de la partida y en su avance desplaza consigo el origen de coordenadas como si fuera un portaestandarte que rezase “status quo“.

Dictadores

Chávez 55%, Evo 64%, Correa 61%.  A estos presidentes los llaman dictadores los que gobiernan con mayoría absoluta tras votarles la tercera parte de l@s votantes.

Ada Colau, la fuerza de los débiles

Ada Colau, la fuerza de los débiles
Rafael Calero
Tengo que decir con absoluta rotundidad que esta mujer, Ada Colau, me ha sorprendido tan gratamente que no quepo en mi de felicidad.

“Sus palabras levantaron la torre / de la fuerza de los débiles” escribió en un precioso poema hace unos años el poeta, cantante, y músico extremeño Pablo Guerrero, poema que sería convertido en canción un poco después e incluido en el disco del grupo Esclarecidos, titulado, precisamente, La fuerza de los débiles (Dro East West, 1996). La maravillosa voz de Cristina Lliso susurrando los versos dolientes de Pablo Guerrero no dejaban, lo puedo asegurar, a nadie indiferente, salvo que la persona que lo escuchara tuviese el corazón de granito.

Me vienen a la memoria estos versos de Pablo Guerrero, precisamente estos días, cuando veo por televisión a la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, en su comparecencia ante la comisión del congreso que estudia la reforma de la Ley Hipotecaria. Tengo que confesar que en estos tiempos que nos han tocado en suerte, esta época terrible en la que tanto miserable, tanto oportunista, tanto imbécil que vive del cuento, tanto chupóptero de la subvención pública, tanto mamón de la teta de los partidos políticos, tanto Carromero suelto que anda por estas tierras de España, convertidos por obra y gracia del político de turno en asesores de no sé sabe muy bien qué cuento chino, tanta garrapata dispuesta a cualquier cosa con tal de no dar un palo al agua, tengo que decir con absoluta rotundidad que esta mujer, Ada Colau, me ha sorprendido tan gratamente que no quepo en mi de felicidad.

Cuando vi en televisión su comparecencia y escuché sus frases, tan rotundas, tan certeras, tan como disparos de fusil, contra los banqueros, contra los políticos insensibles que muestran más interés por los datos macroeconómicos que por las personas de carne y hueso, tengo que confesar que me emocioné. Y es que en los últimos tiempos todo son malas noticias, corrupción a destajo, monjas secuestradoras de niños, recortes a mansalva, y desahucios, cientos de desahucios, más de quinientos al día en todo el estado español.

Y en esto llegó Ada Colau, y sus compañeras y compañeros de la Plataforma, —no lo olvidemos, ella no está sola en esta guerra desigual emprendida contra un enemigo súper poderoso,—, cuyo trabajo viene de lejos, más de una década plantando cara a los malditos bancos y a una ley a todas luces injusta. Una década denunciando los abusos del sistema bancario español, una década diciendo basta ya, no dejéis a la gente sin casa y sin futuro, una década apoyando a todas esas pobres gentes que se han visto privados de sus hogares, una década defendiendo el derecho de todas las personas a tener una casa, uno de los derechos más fundamentales que tiene el ser humano.

El colofón a estos diez años de lucha lo han puesto hace unos días, con esa Iniciativa Legislativa Popular avalada por un millón y medio de firmas, y que en el último segundo de partido ha salido adelante. Al final la tenacidad de miles de personas, cuyo rostro más visible ha sido el de Ada, ha dado su fruto. No podemos tener la absoluta certeza de que la dación en pago acabe imponiéndose, pero al menos, la victoria en esta batalla nos llena de alegría. Y no podemos negar que la comparecencia de esta mujer tenaz, valiente, sincera y solidaria, en el Congreso de los Diputados ha tenido mucha culpa de ese éxito. No podemos negar que Ada Colau se ha convertido por derecho propio en la fuerza de los débiles, todos los débiles de este país.  

El verdadero negocio de la sanidad privatizada

Eres más tonto que un votante del Partido X

Marat

El 8 de Enero saltaba a los medios de comunicación del sistema, con un nivel de promoción informativa más que sospechosa, la creación del Partido X, que ya había sido antecedido días atrás por medios digitales de la derecha y algún otro ciberdiario “progre”, dirigido por cierto amigo del bloguero liberal Enrique Dans,  antiguo asesor del PP en temas de redes sociales.

Dicho partido 2.0 (como las “revolucionarios de colores” que antes le han precedido) se declara inspirado en la “revolución” inexistente islandesa, pretende remozar el sistema institucional a base de estabular informáticamente a los críticos incautos del sistema (siempre el político, nunca el capitalista) y tiene un tufillo populista e incluso fascista antipartidos y antipluralismo político institucional que tira para atrás "ganar" las elecciones y entrar en el Parlamento para "reiniciar" el sistema, "desalojar" el hemiciclo”.

Si el método en un partido desconocido que exige transparencia en la acción política mientras se ha negado a mostrar caras (contrató a actores en paro para hacer su vídeo promocional) ni nombres, salvo el de su Presidente (Greer Margaret Thurlow Sanders), resulta asaz friki por sus pretensiones, el objetivo da menos risa (“desalojar” el hemiciclo) y dice mucho del carácter “democrático” de este Partido del Futuro, como se autoproclama. No sorprende la rotundidad de su lenguaje: “Democracia y punto”. Algo así como  “no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas .

En el laconismo autoritario que parece caracterizarles, el desalojo que ansían estos chicos bien podría ser la reedición a la española, y como homenaje a la vieja Deutschland -...Deutschland über alles, que Fraga españolizó con la cortante frase de “España, lo único importante”-, de la quema del Reichstag (parlamento alemán durante la república de Weimar). Sueños secretos, convertidos en anhelo, que parecen desprenderse del enunciado de su ideología: “la lógica”. Debieran haber añadido también: Y punto 

En todo caso, la entrevista clandestina que les realiza el digital promotor por excelencia de los X es esclarecedora de la ideología subyacente en este engendro. Bajo el titular de una de sus frases epatantes “Queremos desarrollar un método, no una ideología” se van desgranando una serie de “genialidades” cada cuál más delirante. Veamos algunas.

P (pregunta). El Partido X pide más transparencia a la democracia. ¿Cómo es compatible esa exigencia con ser un partido político que oculta la identidad de sus integrantes?

R (respuesta). Pues porque nuestro partido tiene dos partes. Está el partido en sí, la estructura institucional registrada en el Ministerio del Interior. Cuando esa entidad se presente a unas elecciones, si lo hacemos, ahí es donde deben constar los nombres, los candidatos, y todos sus datos. Porque esas personas están reclamando una confianza y la gente tiene derecho a conocer quién les pide su confianza.

La primera –de las preguntas- en la frente. Quizá imaginasen poderse presentar a unas elecciones (virtuales) a través de candidatos también virtuales –v.g., el Sr. Fantástico, la Mujer Invisible, la Antorcha Humana y La Cosa, de los 4 fantásticos- Es cierto que el seguidor medio de las revoluciones de colores, potencial votante (virtual) de este esperpéntico Partido del Futuro, suele dar encefalograma plano pero es insultante que nos consideren al resto tan gilipollas como para pretender que valoremos como virtud (identificarse) lo que es obligación (en una lista electoral).

Y continúan con sus memeces: “Pero tenemos otra pata: también somos un dispositivo (¿no habrán querido decir supositorio?) de acción, de trabajo, de comunicación. Ahí no pedimos confianza en las personas sino en el trabajo, queremos debatir sobre ideas y no sobre personas. Y el límite de la transparencia es la privacidad de quienes, además de a esto, se dedican a otras muchas otras cosas, a otras luchas”. ¡Pero qué manía de esconderse, pidiendo transparencia y pretendiendo presentarse a unas elecciones! La cuadratura del círculo. El 25-S del pasado año ya hubo otros que tampoco querían dar la cara ni decir quienes eran. En su última acción de diciembre no les siguió ni el tato.

Como quiera que su posición resulta insostenible, el entrevistador les pregunta: Y la pata privada no debe ser transparente? En el caso de las empresas o de los lobbies, se les suele reclamar que hagan públicos sus consejos de administración, que rindan cuentas de las subcontrataciones...” Entiendo que con la intención de saber si puede haber intereses de grupos económicos detrás.

La respuesta no tiene desperdicio. “Sí, es cierto... Pero nosotros somos un concentrador de propuestas externas. Vamos a dar visibilidad a entidades de educación, economía, sanidad, etc, a colectivos que ya trabajan, colectivos que se conocen, a expertos. Queremos catalizar la concienciación, generar un método, un estilo y una marca y que luego en comunidades locales se haga el trabajo de manera transparente. En el momento que pidamos voto, lo haremos con cara, nombre y currículum”. Pero si es que no os podéis presentar a unas elecciones de otro modo, espabilados.

A lo largo de la entrevista hablan de herramientas, de dispositivos, de construir “la marca” de su partido, de software, de redes sociales, de wikidemocracia y de otros productos tóxicos de las teorías de la “democracia líquida” y los partidillos de la democracia participativa. Está claro que nos encontramos ante uno de tantos proyectos de ingeniería social, bien conectado con la ingeniería informática, que pusieron en marcha los globalistas liberales, a través de sus pactos con las izquierdas sistémicas, que incluyen no sólo a las parlamentarias.

El objetivo es seguir controlando la disidencia, estabulando a la gente a su ordenador y haciéndola creer que lo que pasa en las redes sociales es real porque se reproduce viralmente. La única realidad que puede cambiar el mundo es la que sucede en la calle y la que afecta a la toma del poder económico por los trabajadores, no a chorradas de soberanismos ciudadanos que pretenden sólo aportar cosmética a la institucionalidad del Estado, mediante simulacros de participación por Internet y referéndums (como los que proponían en Agosto del 2011 ciertos sectores del 15M) virtuales que no han funcionado ni en Islandia, ese paraíso de las revoluciones inexistentes, porque allí en la redacción de la nueva Constitución capitalista no participó ni el tato. Pero aunque la gente participase por Internet lo que se le está ofreciendo es aislamiento social a quienes creen relacionarse con la gente, cuando en realidad lo hacen sobre todo con su ordenador, envueltos en un creciente Síndrome de Adicción a Internet.

Detrás de toda este montaje hay un tufillo de fascismo tecnotrónico y control de los individuos mediante el aislamiento de los sujetos de la participación real, que es siempre en el mundo real y en las organizaciones hoy existentes (no sean vagos y no piensen en dos ni en tres, que hay centenares), que extraña que los tempranos simpatizantes del Partido del Futuro no capten, ellos que son tan devotos de Matrix y de toda la parafernalia conspiranoica que acompaña a la filosofía de esta peli.  

A estos activistas del Partido X, discípulos de Lorenzo Abadía (como los de Democracia Real Ya), que están dispuestos a llevar a cabo las teorías expuestas por el mencionado en su libro “Mando a distancia: herramientas digitales para la revolución democrática”, habría que preguntarles qué perfil participante creen que, a la larga, después de unos años de práctica de su sistema virtual de voto ciudadano, sería el dominante en su sistema de democracia participativa online. Se lo digo yo: el friki activo, desideologizado y analfabeto político, que no sale de su ordenador ni para ir a mear.

Los problemas que Robert Michels enunció en su obra “Los partidos políticos”- y que Maurice Duverger amplió en una obra del mismo título-, al hablar de los factores que frenan la participación política, y que no se refieren sólo a las formas oligárquicas en las organizaciones sino también a los cuestiones motivacionales del individuo, no se resuelven porque se les aplique tecnología. Siempre serán un reto para las organizaciones del mundo real, con relaciones reales entre las personas, y con participación en el plano de lo real. Es en el contacto entre las personas, conociéndose en la participación, mirándose cara a cara, y no a través de una pantalla, donde hay que resolverlas. El abuso tecnológico sólo creará idiotas solitarios, que dejan de ser peligrosos al poder real, que siempre es el capitalismo, porque no amenazan con tomar las calles ni los centros de poder y explotación económicos. Serán fascistas adoctrinados que no saben que lo son porque creen que sus decisiones se toman en cuenta porque pinchan con su ratón en un cuadradito que dice vota. 

Y si alguien duda de que detrás de este partido haya un pensamiento tan fascista que se interrogue porqué ante la pregunta del periodista del mencionado medio - ¿Cómo va la comunidad a controlarles, a vigilarles, a saber de sus intereses personales y profesionales? –responden: “Nos autocontrolamos. Somos un grupo de afinidad de unas 70 personas que funciona como una guerrilla, en el mejor sentido. Queremos trabajar cómodamente y por eso es un grupo cerrado y que funciona desde la base del cariño”. Se autocontrolan sí, posiblemente como el dirigente del PP Baltar. Y la gente ha de tener ciega fe en que será así por parte de unos desconocidos que no dan la cara. “Creer, obedecer, combatir”, pintaban los fascistas italianos en las calles de Roma.

Pero sí aún sigue dudando el lector de la ideología subyacente en esta gente pregúntese qué hay detrás de esta respuesta en la entrevista de marras: “Estamos contra el debate de ser izquierda o derecha. Intentamos confundir las aguas, parecer algunas veces una cosa y otras veces otra. Porque el debate, la dicotomía, no es izquierda-derecha. Nosotros queremos desarrollar un método, no ser una ideología”. Y ahora ponga esa afirmación frente a esta otra: El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas”. ¿Sabe el lector quién es su autor? Yo se lo digo. José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española.

Lo de menos es que esta gente no defina cuáles son sus propuestas frente a la crisis capitalista. Podría copiar hasta las del PCE (r) y ello no les convertiría en absoluto en revolucionarios. Los nazis y los fascistas italianos copiaron propuestas bolcheviques pero lo importante de su ideología iba más allá de su letra. Estaba también en la marcialidad de su música y en el modo en que integraban sus propuestas aparentemente progresistas en lo económico en una ideología profundamente reaccionaria.

¿Le han despedido de su trabajo, su jefe le explota, todos los miembros de su familia están en paro, ha agotado sus prestaciones de desempleo, le han echado de la Seguridad Social por ser usted parado de larga duración...? Tome Democratil 2.0 en dosis masivas. Y, si el mal no remite, tome Democratil 4.0 Forte en versión Flash. Frente al dolor que causa el capitalismo a los trabajadores, reformas institucionales wikidemocráticas. Objetivo: no cuestionar al capital. Sólo a las instituciones políticas.

Por extraño que parezca, en una sociedad en la que muchos que se creen de izquierdas son meros repetidores de los presupuestos ideológicos de un liberal reaccionario como Karl Popper, aunque sin saberlo porque no le han leído, pero otros se han encargado de traducírselo para hacérselo atractivo; en una sociedad en la que ser friki está tan extendido y el frikismo se exhibe con orgullo, temo que este partido pueda tener futuro entre la clientela política más ignorante y descerebarada.

El Partido X es síntoma de la descomposición a la que ha llegado el 15M, tras arrastrar por plazas, barrios y mareas un interclasismo pequeñoburgués y un ciudadanismo al que parece que alguna de sus corrientes desee ahora renunciar, una vez muerto el invento, pero, obviamente, sin la autocrítica y la reflexión de lo que ha representado como caballo de Troya ideológica de unas izquierdas lo bastante degeneradas para haberse tragado sus píldoras ideológicas como lo hicieron. Obviamente porque ellas fueron parte del proyecto y de la elaboración “teórica” de la revolución naranja indignada que pactaron con los globalistas liberales.

Este partido “reiniciador” (para recuperarle y salvarle) del sistema (o lo que es lo mismo, crear la apariencia de "cambiar todo para que nada cambie") parece encontrar también sus seguidores en el mundo irracionalista, ocultista, esotérico y conspiranoico, tan expandido actualmente, tal como se deduce de las opiniones vertidas por José Luis Camacho, de Muuuuuuundo Desconocido, en una entrevista concedida a la agencia rusa RT, a propósito del partido que no despeja su incógnita (X). Por esta vía captarán a los que afirman que Elvis Presley no murió sino que vive en Vitigudinos (Valladolid), los cazadores de chemtrails, los descubridores de bases secretas en Marte, los que afirman que Jesús viene del planeta Raticulín y demás fauna. Enhorabuena chicos, y estad atentos por si Iker Jiménez habla de vosotros en Cuarto Milenio. 

En el pasado se decía en términos castizos eso de “eres más tonto que Pichote que echó una carrera él solo y llegó el segundo”. Su traducción política era “ser más tonto que un obrero de derechas” pero “en el futuro, si esta tontería resiste más de un mes, bien cabría actualizar estas expresiones en términos de “eres más tonto que un votante del Partido X, que quiere votarle en el futuro pero ahora en el presente se conforma con un video de youtube ”.

A los seguidores de esta frikada filofascista, que siempre hay un tonto para descosido, habría que cantarles aquél bonito tema de Lolita Garrido que dice así

“Eres tonto, muchacho, tú eres tonto

y en tu casa lo tienen que saber,

porque aquí estamos hartos de saberlo

que eres tonto y qué le vas a hacer”

 

Fuente: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2013/01/eres-mas-tonto-que-un-votante-del.html

La superioridad del capitalismo

La superioridad del capitalismo

Santiago Alba Rico

¿Qué es una crisis capitalista?

Veamos en primer lugar lo que no es una crisis capitalista.

Que haya 950 millones de hambrientos en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.

Que haya 4.750 millones de pobres en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.

Que haya 1.000 millones de desempleados en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.

Que más del 50% de la población mundial activa esté subempleada o trabaje en precario, eso no es una crisis capitalista.

Que el 45% de la población mundial no tenga acceso directo a agua potable, eso no es una crisis capitalista.

Que 3.000 millones de personas carezcan de acceso a servicios sanitarios mínimos, eso no es una crisis capitalista.

Que 113 millones de niños no tengan acceso a educación y 875 millones de adultos sigan siendo analfabetos, eso no es una crisis capitalista.

Que 12 millones de niños mueran todos los años a causa de enfermedades curables, eso no es una crisis capitalista.

Que 13 millones de personas mueran cada año en el mundo debido al deterioro del medio ambiente y al cambio climático, eso no es una crisis capitalista.

Que 16.306 especies están en peligro de extinción, entre ellas la cuarta parte de los mamíferos, no es una crisis capitalista.

Todo esto ocurría antes de la crisis. ¿Qué es, pues, una crisis capitalista? ¿Cuándo empieza una crisis capitalista?

Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millones de personas, mantener en la pobreza a 4700 millones, condenar al desempleo o la precariedad al 80% del planeta, dejar sin agua al 45% de la población mundial y al 50% sin servicios sanitarios, derretir los polos, denegar auxilio a los niños y acabar con los árboles y los osos, ya no es suficientemente rentable para 1.000 empresas multinacionales y 2.500.000 de millonarios.

Lo que demuestra la superior eficacia y resistencia del capitalismo es que todas estas calamidades humanas -que habrían invalidado cualquier otro sistema económico- no afectan a su credibilidad ni le impiden seguir funcionando a pleno rendimiento. Es precisamente su indiferencia mecánica la que lo vuelve natural, invulnerable, imprescindible. El socialismo no sobreviviría a este desprecio por el ser humano, como no sobrevivió en la Unión Soviética, porque está pensado precisamente para satisfacer sus necesidades; el capitalismo sobrevive y hasta se robustece con la desgracias humanas porque no está pensado para aliviarlas. Ningún otro sistema histórico ha producido más riqueza, ningún otro sistema histórico ha producido más destrucción. Basta considerar en paralelo estas dos líneas -la de la riqueza y la de la destrucción- para ponderar todo su valor y toda su magnificencia. Esta doble tarea, que es la suya, el capitalismo la hace mejor que nadie y en ese sentido su triunfo es inapelable: que haya cada vez más alimentos y cada vez más hambre, más medicinas y más enfermos, más casas vacías y más familias sin techo, más trabajo y más parados, más libros y más analfabetos, más derechos humanos y más crímenes contra la humanidad.

¿Por qué tenemos que salvar eso? ¿Por qué tiene que preocuparnos la crisis? ¿Por qué nos conviene encontrarle una solución? Las viejas metáforas del liberalismo se han revelado todas mendaces: la “mano invisible” que armonizaría los intereses privados y los colectivos cuenta monedas en una cámara blindada, el “goteo” que irrigaría las capas más bajas del subsuelo apenas si es capaz de llenar el cuenco de una mano, el “ascensor” que bajaría cada vez más deprisa a rescatar gente de la planta baja se ha quedado con las puertas abiertas en el piso más alto. Las soluciones que proponen, y aplicarán, los gobernantes del planeta prolongan, en cualquier caso, la lógica inmanente del beneficio ampliado como condición de supervivencia estructural: privatización de fondos públicos, prolongación de la jornada laboral, despido libre, disminución del gasto social, desgravación fiscal a los empresarios.

Es decir, si las cosas no van bien es porque no van peor. Es decir, si no son rentables 950 millones de hambrientos, habrá que doblar la cifra. El capitalismo consiste en eso: antes de la crisis condena a la pobreza a 4.700 millones de seres humanos; en tiempos de crisis, para salir de ella, sólo puede aumentar las tasas de ganancia aumentando el número de sus víctimas. Si se trata de salvar el capitalismo -con su enorme capacidad para producir riqueza privada con recursos públicos- debemos aceptar los sacrificios humanos, primero en otros países lejos de nosotros, después quizás también en los barrios vecinos, después incluso en la casa de enfrente, confiando en que nuestra cuenta bancaria, nuestro puesto de trabajo, nuestra televisión y nuestro ipod no entren en el sorteo de la superior eficacia capitalista. Los que tenemos algo podemos perderlo todo; nos conviene, por tanto, volver cuanto antes a la normalidad anterior a la crisis, a sus muertos en-otra-parte y a sus desgraciados sin-ninguna-esperanza.

Un sistema que, cuando no tiene problemas, excluye de una vida digna a la mitad del planeta y que soluciona los que tiene amenazando a la otra mitad, funciona sin duda perfectamente, grandiosamente, con recursos y fuerzas sin precedentes, pero se parece más a un virus que a una sociedad. Puede preocuparnos que el virus tenga problemas para reproducirse o podemos pensar, más bien, que el virus es precisamente nuestro problema. El problema no es la crisis del capitalismo, no, sino el capitalismo mismo. Y el problema es que esta crisis reveladora, potencialmente aprovechable para la emancipación, alcanza a una población sin conciencia y a una izquierda sin una alternativa elaborada. Se equivoque o no Wallerstein en su pronóstico sobre el fin del capitalismo, tiene razón sin duda en el diagnóstico antropológico. En un mundo con muchas armas y pocas ideas, con mucho dolor y poca organización, con mucho miedo y poco compromiso -el mundo que ha producido el capitalismo- la barbarie se ofrece mucho más verosímil que el socialismo.

Por eso hay que auparse en los islotes de conciencia y en los grumos de organización. Cuba bloqueada, Cuba azotada por los vientos, Cuba pobre, Cuba incómoda, Cuba a veces equivocada, Cuba improvisada, Cuba disciplinada, Cuba resistente, Cuba ilustrada, Cuba siempre humana, mantiene abierta una tercera vía, hoy más necesaria que nunca, entre el capitalismo y la barbarie. Si no podemos ayudarla, podemos al menos ayudarnos a nosotros mismos pensando en ella con alivio y agradecimiento.

La causas reales de las políticas de austeridad

La causas reales de las políticas de austeridad

Vicenç Navarro. Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

En un artículo reciente indiqué que las medidas que se están tomando para racionalizar el sistema financiero en la Unión Europea no están teniendo un impacto en la resolución de la Gran Recesión que la Unión Europea está experimentando (“¿Qué está ocurriendo en la Eurozona?, Sistema 30.11.12).

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española descenderá un 1,5% del PIB, la italiana un 2,3%, la portuguesa un 3%, la griega un 5,2%, la británica un 0,6%, la alemana un 0,9% y la francesa un 0,1%. Para el promedio de la Unión Europea, las predicciones de crecimiento económico son nulas, como señala la Comisión Europea. En realidad, se calcula que el descenso de la economía europea será de un 0,4% de su PIB. Un mal presente y un futuro peor.

Las reformas financieras parecen no estar mejorando la situación. Antes al contrario, muchas de las medidas que se están tomando para mejorar el sistema financiero, están empeorando, en lugar de mejorando, la situación económica. El énfasis del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea en continuar las políticas de austeridad es un claro ejemplo de ello. Se argumenta que la disciplina fiscal (reducir el déficit público de los Estados) es clave para recuperar la confianza de los mercados financieros. De ahí que, como consecuencia, se están realizando más y más recortes en las transferencias y en los servicios públicos del Estado del Bienestar.

La inmensa mayoría de trabajos científicos creíbles muestran el profundo error de tales políticas. En realidad, tales políticas de austeridad han sido las responsables de que se vaya cayendo más y más en esta Gran Recesión. Y la causa de que ello sea así no es nada difícil de entender.

El gran descenso de las rentas del trabajo en la mayoría de países del mundo occidental (y muy en especial Norteamérica y Europa occidental) ha creado un enorme problema de escasez de demanda, que aún cuando fue paliada, en parte, debido al enorme endeudamiento de la población (endeudamiento que benefició a la banca), ha llegado a un límite que ha paralizado el crecimiento económico.

Pero la disminución de las rentas del trabajo se ha hecho a costa del enorme crecimiento de las rentas del capital y de su concentración en unos sectores de la población enormemente minoritarios (el famoso 1% del Occupy Wall Street Movement). Nos encontramos así con la aparente paradoja que vemos, junto a un enorme crecimiento de la cantidad de dinero existente en manos de unos pocos, una gran escasez de dinero para que la mayoría de la población pueda pagar los bienes y servicios que necesita para mantener su nivel de vida. En realidad, la pobreza está alcanzando dimensiones epidémicas, alcanzando grupos y clases sociales que se habían siempre considerado inmunes a tal escasez de recursos.

Lo que debería hacerse y no se hace

Parecería que lo más lógico es que se repartiera la enorme concentración de dinero para que se transfiriera a la población en general permitiéndoles que compren y atiendan a sus necesidades, recuperándose así la economía. La solución a esta recesión es extraordinariamente fácil de diseñar, si el conocimiento científico fuera el que motivara las decisiones políticas. De nuevo, toda la evidencia científica creíble existente señala que tal concentración de las rentas está dificultando la resolución de la crisis. Y la manera de corregir la concentración es la redistribución de tal dinero. Sólo en EEUU, el dinero acumulado (por la élite económica) durante estos años de crisis es de 2 trillones (americanos) de dólares. No hay, pues, falta de dinero. Su redistribución hacia las clases populares resolvería rápidamente el problema de falta de demanda en EEUU.

Que ello no se haga se debe al enorme poder que tiene este 1% de la población en cada país y las alianzas que se establecen entre ellos en varios países. Los argumentos que constantemente se dan, incluso por autores de izquierda, para explicar porqué no se hace tal redistribución y se estimule la demanda, es que los economistas que dirigen o aconsejan estas políticas de austeridad son incompetentes o ignorantes, argumentos que no son creíbles. Otro argumento que se ha utilizado es que tales economistas están imbuidos de una ideología, la ideología neoliberal que practican y promueven con una fe mancada de base empírica que la sustente. Pero tal argumento ignora que la fe siempre se reproduce porque beneficia a los que la promueven y sustentan.  

Hay intereses muy poderosos –para los cuales tales economistas trabajan- que apoyan la austeridad. Uno de ellos es el capital financiero, pues la expansión económica, que resultaría de las políticas redistributivas, afectaría la inflación. Y el enemigo número uno de la banca es siempre la inflación. Si el lector tiene 100 euros y la inflación anual es de un 10%, al final del año, su billete de 100 euros únicamente tiene un valor de 90 euros en comparación con los iniciales. Y la banca tiene billones de euros. Eso significa que ligeras variaciones de la inflación pueden tener impactos sumamente negativos para el capital financiero.

De ahí que las políticas de austeridad que se están imponiendo en la Eurozona (y utilizo la expresión imponiendo porque en ninguno de los países donde tales políticas se han llevado a cabo éstas estuvieron en los programas electorales de los partidos gobernantes), y que están dañando el bienestar de la mayoría de la población, hayan sido las escogidas por el sistema de gobierno del euro (el Banco Central Europeo y también la Comisión Europea), enormemente influenciado por el capital financiero europeo (y muy en especial el alemán). Estas políticas han sido muy exitosas para tal capital financiero. La inflación en el promedio de la Eurozona ha sido alrededor del 2% por año, el objetivo que se diseñó cuando se estableció el euro (en noviembre fue el 2,2%).

Otras causas de las políticas de austeridad

Pero hay otra razón por la cual se continúan las políticas de austeridad. Y es que la enorme cantidad de dinero que se está utilizando por parte de la banca en prácticas especulativas tiene también sus elevados riesgos, como la banca es bien consciente. De ahí que lo que desea es buscar nuevas áreas de inversión que no sean especulativas, tales como la Seguridad Social y los servicios públicos del Estado del Bienestar.

Se necesitan, pues, medidas de austeridad que empobrezcan las transferencias públicas (como las pensiones) y los servicios (como sanidad o educación), y que estimulen su privatización. Ello ofrece nuevas posibilidades para la banca y para las compañías de seguro de realizar amplios beneficios en actividades menos arriesgadas que las especulativas. Esta es la explicación de las medidas de austeridad.

Y si no se lo cree, mire quien se está beneficiando de las privatizaciones de la sanidad en Catalunya, la Comunidad Autonómica de Madrid, donde tales políticas de privatización han sido más acentuadas. Entre muchos intereses financieros, existen inversiones de alto riesgo, compañías de seguro, consultorías afines al capital financiero y un largo etcétera. Es la “americanización de la sanidad”, es decir, la extensión del modelo sanitario estadounidense gestionado por las compañías financieras con afán de lucro, que han determinado el sistema sanitario más caro, más ineficiente y más impopular de los sistemas sanitarios existentes. En EEUU el sector sanitario es un campo de expansión del capital financiero. Y este es el objetivo de las políticas de austeridad en Europa (ver mi libro Medicine under Capitalism para analizar las consecuencias de este sistema de financiación de la sanidad).

Otra causa de la persistencia de tales políticas de austeridad es que está debilitando al mundo del trabajo y a los sindicatos. El caso español es un caso claro. Por primera vez en época democrática, las rentas del capital superan a las rentas del trabajo. Y la enorme influencia del capital financiero junto con la patronal, en el estamento político gobernante, hace y explica que, a pesar del descenso de la demanda y del escaso crecimiento económico, las rentas del capital continúen creciendo, ayudados por unas políticas fiscales que garantizan sus amplios beneficios (ver mi artículo “El “expolio” social del que no se habla”. Público. 06.12.12). La alianza del capital con el Estado garantiza la prioridad de unas políticas que, mientras benefician a una minoría de la población, dañan enormemente el bienestar de la mayoría.

No es sólo el 1%

Cuando escribo una minoría no me refiero sólo al 1% al cual el movimiento Occupy Wall Street hace referencia. Este 1% (los propietarios y controladores del gran capital) tiene un poder decisivo y determinante. En realidad, su porcentaje sobre la población, tanto en EEUU como en España, es mucho menor que el 1%. Pero este grupo controla los medios que configuran lo que uno de los analistas más agudos de las sociedades capitalistas, Gramsci, definió como hegemonía ideológica, que incluye desde las escuelas y las academias hasta los medios de información y persuasión, y que determinan la sabiduría convencional del país, que incluso hoy, tras tanto dolor y daño causado en la población, continúa dominando: el neoliberalismo.

Toda una batería de fundaciones, centros de estudios o proyectos de investigación, están financiados por el capital, y muy en particular por el capital financiero. Los mayores bancos del país tienen centros de estudios, organizan conferencias, financian diarios y revistas llamadas científicas, donde el dogma se reproduce y se promueve a través de amplias cajas de resonancia, medios radiofónicos o televisivos, o prensa escrita, a su vez endeudada y dócil a tales poderes. El 1% para poder mandar necesita el aparato ideológico que lo sustente, Y de ahí que, a pesar del daño que tales políticas están causando, se continúen promoviendo.

¿Qué es ser revolucionario?

Enrique Ubieta, blog La Isla Desconocida

En una ocasión, ante los desajustes entre cierta teoría y la práctica, alguien me preguntó: ¿cómo puedo diferenciar lo que es revolucionario, de lo que no lo es?

Días después, en una conversación, otro amigo afirmó que los jóvenes eran revolucionarios a su manera, es decir, de una manera diferente a la de sus padres. Esa afirmación parecía convincente. Sigo dándole vueltas al asunto. Creo que podemos discrepar sobre cómo debe o puede ser el socialismo, que es en definitiva un esfuerzo histórico, de todos, por edificar una sociedad más justa.

Pero existe un punto rojo que nos define, no importa la edad: un revolucionario es radicalmente anticapitalista. No existe un capitalismo bueno y otro malo, y aprovechar las "cosas" buenas del capitalismo puede ser una frase tramposa, porque no se refiere a los productos del trabajo humano, sino a un tipo de modernización depredadora de la naturaleza, enajenante y explotadora.

El dilema quizás radica en que el socialismo "se hace" con "materiales" capitalistas; la diferencia, quizás, en el horizonte. Navegamos hacia otro mundo más solidario. Y ser revolucionario es pelear también contra los reductos mentales del capitalismo, que pueden enquistarse en el socialismo: la corrupción, la burocracia, el dogmatismo.

No existen revolucionarios que antes no fueran rebeldes; la rebeldía, sin embargo, cuando es superficial, es espectáculo, simple desacato. Un joven es, debe ser, rebelde –el capitalismo tolera la rebeldía de los estudiantes, la que no sobrepasa los muros universitarios, porque allí donde funciona bien, el mercado la asimila y revierte en pocos años–, pero solo será revolucionario si siente la injustica cometida en los demás como propia, busca las razones últimas y se propone transformarlas. Sobre los caminos de superación, podemos y debemos discrepar, pero los revolucionarios de todas las edades nos parecemos. Lo otro, es pasar gato por liebre.

Asco

Rosa María Artal

Una mujer, muy digna y muy desesperada, Amaia Egaña, se tira por la ventana cuando los agentes judiciales suben ya por las escaleras para desahuciarla de su piso. Es uno de los en torno a 500 desalojos diarios por impago bancario. Los empleados -oigo en algún zapping- están muy tristes por lo ocurrido, pero “es su trabajo”.

Los vecinos de Baracaldo salen a la calle profundamente irritados. En otro lugares también. ¿Es la gota que colma el vaso? No, creo que aún no.

Algunos bancos huelen pólvora y dicen que ellos no desahucian más. Por el momento. Y el coro aplaude. Qué majos. Los unos y los otros.

Los partidos mayoritarios se apresuran a ver cómo capean el temporal. Después de haber negado reiteradamente soluciones a la barbarie de echar de sus casas a personas acosadas por entidades bancarias que en muchos casos han recibido dinero público. Después de haber dado dinero público a espuertas a todo el sistema financiero. Público quiere decir de todos, pagado con nuestros impuestos. Digo yo que convendrá recordarlo.

Sus voceros mediáticos jalean la resolución de estos sensibles políticos que, además, vaya qué casualidad, andan en campaña electoral. En el poco espacio que les sobra tras dedicar todos sus esfuerzos a Cataluña. Estoy de la propaganda y distracción mediática, de la Cataluña de Mas, de la botoxiada líder popular, y de la ciudadanía borrega –que también parece la va haber en los votos-, hasta los nísperos.

129 periodistas de El País son despedidos. Algunos tan imprescindibles como Ramón Lobo o Javier Valenzuela, con impresionante preparación y bagaje, con un hacer que es maestría de periodismo, de ética y de todo lo valioso. O, en la misma línea, de Txentxo Joldi (el que descubrió el caso Divar), por no hablar de otros más jóvenes y muy notables como Manuel Cuellar o Antonio Fraguas (hijo, qué casualidad). Y, sin duda, muchos más que figurarán en la lista que no conozco al completo.

Ha habido silencios o modos de escurrir el bulto bien culpables en el caso de cuanto rodea el ERE de El País –hay que comer, claro, a veces muy bien-. Ay El País, aquel periódico sin cuya lectura durante muchos años parecía faltarnos algo de vida. Hoy, tras esa debacle, las noticias más vistas, que anoto por si cambian en el enlace, son: 1) La glamourización de Sergio Ramos firmado por Boris Izaguirre 2) Mari Alcadesa de Luz Sánchez-Mellado y El director de la CIA dimite por un relación extramatrimonial, del corresponsal Antonio Caño.

El periódico global, como se llama ahora, escribe una tribuna sin firma titulada ”A nuestros lectores“. Está muy ofendido. Lo enlazo para que me quede guardado porque es como para enmarcarlo.

Los amigos de Twitter andamos buscando un buen gel que nos limpie de  “tendencias libertarias”, “demagogia populista”, “insidias”, “envidias y celos”… O sea de esto, que incluye la tribuna (entre otras muchas aseveracions y algunos olvidos):

“A veces son fruto de la demagogia populista, las tendencias libertarias de muchos de quienes ocupan las redes sociales, la insidia que mana del fracaso de algunos competidores, o la envidia y los celos de determinados profesionales que sobrevaloran su propia capacidad e influencia en el universo de las letras y el periodismo”.

No sabemos si el gel será suficientemente enérgico para quitarnos también… el asco.

http://rosamariaartal.com/2012/11/11/asco-2/

Rajoy: está usted matando a gente

Rajoy: está usted matando a gente

Juan Torres López

En nuestro libro Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero Vicenç Navarro y yo presentamos los datos que muestran que las políticas de ajuste como las que está aplicando el gobierno de Rajoy matan a la gente.


No se trata de una afirmación retórica, ni mucho menos: cuando se recortan los gastos en sanidad miles de personas que necesitan atención médica dejan de tenerla, o la tienen en peores condiciones y terminan muriendo antes. Igual le ocurre a otras que son dependientes y que dejan de tener la asistencia que necesitan para sobrevivir. Y cientos de personas se desesperan cuando pierden sus casas, cuando se quedan sin ingreso alguno para salir adelante, cuando ven que los bancos destrozan a sus familias o que no pueden alimentar a sus hijos, y se suicidan. Esto último es lo que le viene sucediendo a una media de tres personas diarias en los últimos años de crisis.

En todos los países en donde se han aplicado recortes en salud, dependencia, pensiones o incluso en educación como los que realiza Rajoy ha pasado lo mismo, y eso es lo que ya ocurre y seguirá ocurriendo en España mientras el gobierno se empeñe en recortar los recursos que se necesitan para sostener adecuadamente los servicios públicos esenciales. España no va a ser una excepción sino que se sumará a la ya larga lista de países en donde las políticas de ajuste neoliberal han matado a miles de personas. Hablemos claro, en España se está produciendo ya el mismo tipo de actuación política que se ha dado en otros lugares y que, aunque no esté reconocida aún como tal, es un auténtico crimen económico contra la humanidad. Al igual que ha pasado a lo largo de la historia con otros crímenes de este tipo, el hecho de que aún no esté reconocido formalmente no significa que no se esté produciendo, y aunque ese reconocimiento tarde más o menos tiempo en llegar, nadie debería ser tan ingenuo como para pensar que los pueblos no van a ser capaces de castigarlo como tal en el futuro.

Cometen el crimen los especuladores que elevan artificialmente los intereses obligando a los Estados a asumir una deuda innecesario que desestabiliza sus economías y los arruina. También los organismos que imponen los recortes sin justificación, porque la experiencia y los datos muestran que ningún país ha salido adelante mejor o superado las crisis recortando servicios de bienestar, sino que así solo se ha conseguido abrir a la puerta a los negocios privados que los encarecen y dejan excluidos de su disfrute a millones de personas. Por supuesto, también los banqueros que han provocado una crisis y ahora utilizan todo su poder para echar sus costes sobre las espaldas de los demás. Y son criminales contra la humanidad los gobiernos que permiten hacer eso y dejan indefensos a sus ciudadanos y que, para satisfacer a los poderosos, les niegan y recortan derechos que sus propias constituciones reconocen como fundamentales para la estabilidad, la paz social y para la vida misma.

La evidencia indica claramente que la deuda es simplemente el resultado de una estrategia perfecta y artificialmente urdida que constituye el negocio de la banca, que en Europa no habría apenas problema de deuda soberana de no haberse prohibido que los bancos centrales financiasen a los Estados, para así beneficiar a los bancos privados pagándoles intereses multimillonarios, e incluso que para reducirla no sirven los recortes que llevan a cabo los gobiernos europeos, porque terminan provocando menos ingresos totales y también del Estado. Lo que revela claramente que si se reducen gastos en servicios públicos y se reducen derechos no es, como se dice, porque quieran acabar con la deuda (que sería como decir que los bancos quieren acabar con su propio negocio), sino porque tratan de abrir más espacios al gran capital privado a costa, como he dicho, de matar a la gente que deja de disfrutarlos.

Estamos de acuerdo en que los gobernantes que toman estas medidas, como Rajoy, no matan materialmente pero eso no quiere decir que no sean responsables directos de las muertes que producen sus políticas. Cierto que no son ellos los que empujan a quienes se suicidan tirándose de la ventana cuando los bancos los echan de sus casas, que no cierran personalmente las consultas o que no quitan de las manos de los enfermos la medicación que necesitan. Pero dictan las leyes que hace que eso ocurra y que condena a la mucha gente a morir innecesariamente. Y por eso son criminales que deberían ser juzgados y condenados si es que en el mundo y en nuestro país hubiera un poco de justicia.

No hay derecho a que la gente más humilde tenga que soportar tanto daño y sufrimiento mientras que los gobiernos no paran de darle dinero, apoyo y escondite a los banqueros delincuentes (¿a cuántos delincuentes corruptos ha indultado ya el gobierno de Rajoy?) mediante leyes totalmente contrarias a las que habían prometido aplicar cuando se presentaron a las elecciones.

No hay derecho a cometer y perdonar este tipo de crimen con impunidad. Rajoy y sus ministros tienen que saberlo y hemos de decírselo a la cara bien claro: son responsables directos de que la gente esté sufriendo y muriendo. Firman leyes a favor de los bancos con las manos manchadas de sangre. Esa es la pura verdad y deberíamos impedir cuanto antes que sigan haciendo estas barbaridades que vienen cometiendo.

El efecto disuasorio

El efecto disuasorio

Hugo Martínez Abarca

Como todos vosotros (¿a quién pretendéis engañar a estas alturas?) yo también cuando iba al médico le pedía un talonario de recetas de anfetaminas y opiáceos. Desde que senté la cabeza al cumplir los 36 años (hace un mesecico) le pido otras recetas: no me pasa nada concreto pero, como todo el mundo, me gusta tener la cocina llena medicinas caducadas para enseñar a las visitas.

Lo que pasa es que tengo la maldita mala suerte de que mi médico me tiene manía. Justo yo soy al que no le recetan lo que le da la gana sino lo que el médico considera que necesito, el muy amargado. Hay veces que incluso me ha recetado que deje de comer o beber tal o cual cosa. He cambiado de médico y sigue sin expenderme las recetas que se me antojan, maldita sea: si salgo de la consulta con una receta es porque el canalla de la bata cree que lo necesito para mi salud. ¿Dónde queda la ilusión farmacéutica de un post-adolescente?

Ignacio González ha anunciado esta mañana que en Madrid se pagará una tasa de un euro cada vez que el médico piense que un paciente debe consumir un medicamento y se lo recete. Ignacio González ha aclarado que la medida no tiene afán recaudatorio, que con un euro por receta no se recauda nada, que no nos preocupemos, que la medida sólo tiene efecto “disuasorio”.

Doy por hecho que no seré el único al que su médico le receta lo que cree que mejorará su salud. Incluso, qué caray, me da que mi caso es bastante generalizado. Al menos en las personas de mi entorno  no se recetan las anfetas ni ningún otro medicamento a demanda del consumidor (¡diantres!) sino en función de lo que el médico considera que conviene a la salud del paciente.

Si Ignacio González cree que el euro por receta tendrá efecto disuasorio está diciendo que da por hecho que habrá gente (mucha para que tenga efecto económico) a la que el médico le recete unas medicinas que considera que le vendrán bien; y que esa gente está tan jodida económicamente que con tal de no gastarse un euro prefiera no usar esas medicinas que, insisto, el médico considera que necesita. Si no es un caso como éste, ¿en qué caso real cree Ignacio González que la tasa a la enfermedad tendrá efecto disuasorio? ¿O es que acaso soy el único pringado de Madrid al que los médicos no le dejan el teclado del ordenador y la impresora para que me haga las recetas que me den la gana?

Es decir: el efecto disuasorio consiste en que gracias a esta medida habrá gente que no se medique como le recomienda el médico. Las personas, por cierto, más escándalosamente pobres.

Puestos a aplicar esta medida, lo humano habría sido defender que tiene efecto recaudatorio: que la cantidad es tan baja que nadie va a dejar de usar una medicina recetada por su médico por ahorrarse un euro, que por tanto este pequeño sacrificio no afecta a la salud de nadie sino a su bolsillo. Por injusto que fuera un impuesto a la enfermedad que encima es independiente de la renta, no sería tan criminal como presumir de que se recaudará poco pero se disuadirá mucho de usar las medicinas que el médico receta a los pacientes.

Lo que no se puede negar a Ignacio González es conocimiento de la situación actual de los más desfavorecidos. Sabe que efectivamente hay miles de personas en una situación de pobreza tal que el euro por receta sea un coste demasiado alto y tengan que sacrificar la salud. Conoce la realidad y es tan cabrón que la usa contra los que están más abajo.

No son “adversarios políticos”, son enemigos.

¿Qué pasaría si los bancos españoles en problemas no recibieran ayudas y se les dejara caer?

Eduardo Garzón

Desde el estallido de la crisis financiera hemos visto cómo muchas entidades bancarias españolas se han visto en serios problemas y cómo el gobierno ha acudido en su ayuda inyectándoles de una u otra forma dinero público (para ver las diferentes formas de ayuda y su cuantía leer este artículo). Este traspaso directo de dinero perteneciente a todos los ciudadanos a unas entidades privadas atenta claramente contra la justicia social e incluso contra los fundamentos económicos en boga. Sin embargo, el gobierno ha esgrimido continuamente como argumento la necesidad de no dejar caer a las entidades bancarias para evitar así un colapso financiero que terminaría perjudicándonos más a todos. Pero, ¿hasta qué punto es cierto este argumento tan recurrido? Profundicemos en el tema.
 
Un banco en problemas es un banco que no puede atender los pagos que tiene comprometidos con otros agentes. Si un banco en problemas no es ayudado con dinero público se verá forzado a caer, a ser liquidado, a desaparecer como entidad. Esto significa que el banco tendrá que vender todo aquello que posea y que tenga valor y con el dinero recaudado tendrá que devolver los pagos que tenía comprometidos. Pero claro, si el banco se está liquidando es porque no tiene suficiente dinero para abonar todos los pagos que debe, por lo que después de vender sus propiedades dispondrá de menos dinero del que debe pagar. No podrá pagar a todos aquellos a los que les debe dinero, así que algunos se quedarán sin cobrar.

Por ejemplo, si un banco debe dinero por una cuantía de 1.000 millones de euros y después de vender sus posesiones recauda solo 700 millones de euros, quedarán 300 millones de euros sin poder pagarse y que se consideran pérdidas. Alguien no podrá cobrar; alguien debe hacerse cargo de esas pérdidas.

¿Pero quién se quedará sin cobrar? Pues eso lo decide la ley, que se rige por el siguiente criterio: los últimos en cobrar (los primeros en asumir pérdidas) serán aquellos agentes económicos que más riesgo hayan contraído en sus operaciones con el banco, y cobrarán primero aquellos que menos riesgo hayan asumido. Este criterio es muy lógico, porque cuanto mayor riesgo existe más dinero se puede ganar, pero también perder. Cuando una persona o un fondo invierte en un banco contrayendo un riesgo elevado tiene que ser consciente de que su inversión dependerá del funcionamiento del banco: si al banco le va bien, el inversor ganará mucho dinero; pero si le va mal, perderá mucho dinero.

Así las cosas, en el dibujo siguiente se muestra el orden en el que los agentes deben asumir las pérdidas del banco.

Los primeros en asumir pérdidas (los primeros en no cobrar) serán los accionistas. Las acciones son un elemento de inversión con un riesgo elevado que genera mucha rentabilidad. Puesto que sus propietarios han ganado bastante dinero con este tipo de inversión, se entiende que deben ser los primeros en asumir pérdidas.

Si, por ejemplo, el banco en cuestión ha cuantificado las pérdidas por orden de 300 millones de euros y debe a los accionistas 100 millones de euros, quedarán 200 millones de euros en pérdidas.

Alguien más tiene que quedarse sin cobrar. En ese caso se procederá en el orden comentado: los segundos en contraer pérdidas serán los propietarios de los bonos subordinados. Ésta es una inversión de menor riesgo que las acciones, pero todavía con un alto riesgo y alta rentabilidad.

Si después de ello todavía quedasen pérdidas por traspasar, los siguientes serían los poseedores de bonos no garantizados (tipo de inversión con menor riesgo que los bonos subordinados y que las acciones).

En penúltimo lugar se encuentran los depósitos de los clientes. Los propietarios de estos depósitos son los ciudadanos que han depositado en el banco sus ahorros, y por lo tanto no han corrido riesgos ni han ganado mucho dinero con esa actividad, por lo que se entiende que tienen prioridad a la hora de cobrar en caso de liquidación.

Y ya por último el banco tendrá que pagar a los propietarios de los bonos garantizados. Estos bonos son un elemento de inversión muy seguro (con poco riesgo) que genera muy poca rentabilidad. Puesto que sus propietarios no han ganado mucho dinero con este tipo de inversión, se entiende que deben ser los primeros en cobrar (los últimos en asumir pérdidas).

Esta prioridad en el pago ya nos está indicando algo muy importante: si a un banco se le deja caer y es liquidado, los propietarios de los bonos garantizados pueden estar tranquilos porque cobrarán con toda seguridad. Además, y con casi toda seguridad, después de devolver el dinero de los bonos garantizados sobrará dinero para devolver a los depositantes sus ahorros. La única forma de que el banco no pudiese devolver los depósitos a los ahorradores sería si las pérdidas del banco fuesen tan grandes como para que no pudieran ser absorbidas por los accionistas, por los propietarios de bonos subordinados y por los poseedores de bonos no garantizados.

Saber con total seguridad cuántas pérdidas tienen los bancos españoles es muy difícil. Es difícil porque muchos de los activos bancarios tienen los precios inflados en su contabilidad, y la única forma de conocer con exactitud su precio real sería acudiendo al mercado a venderlos. No obstante, se han hecho muchas estimaciones sobre estas cantidades y todas calculan que las pérdidas de los bancos españoles nunca serían tan grandes como para no poder devolver los depósitos en caso de liquidación. La estimación más pesimista calcula que las pérdidas serían de 300.000 millones de euros (la más optimista es la de la Unión Europea: menos de 100.000 millones de euros y por eso el rescate será de esa cuantía), que a pesar de ser una cantidad relevante, puede ser absorbida por los inversores más arriesgados de los bancos (accionistas y poseedores de bonos subordinados y de bonos no garantizados).

Según el director de Independent Advisors este tipo de inversores podrían asumir pérdidas de hasta 700.000 millones de euros. Incluso empleando la estimación más pesimista (300.000 euros), habría suficiente margen para que las pérdidas no llegasen a afectar a los depositantes.

En otras palabras, si el gobierno no ayudase con dinero público a los bancos españoles en problemas, éstos tendrían que ser liquidados y tendrían enormes pérdidas. Pero las pérdidas afectarían a los inversores más arriesgados y nunca a los depositantes. Los ciudadanos podrían recuperar sus ahorros aunque el banco no fuese ayudado por el gobierno. Por lo tanto, ni los ahorradores del banco ni el Estado tendrían que sufrir las consecuencias de la mala gestión de los bancos.

Los costes los tendrían que asumir los accionistas y otros inversores más arriesgados (lo que es normal y lógico, pues se embarcaron en operaciones arriesgadas y han perdido). Si tenemos en cuenta que estos inversores son fundamentalmente grandes entidades financieras y grandes empresas, veremos todavía con mejores ojos que sean estos agentes los que soporten las pérdidas, puesto que gracias a su tamaño y potencial poseen una gran capacidad para afrontar pérdidas.

Ahora bien, es cierto que en este caso se generaría un efecto dominó que terminaría afectando a más bancos y a más empresas. Esto es así porque aquellas empresas que deberían asumir pérdidas podrían luego no poder cumplir sus compromisos de pago con terceros agentes. Liquidar bancos problemáticos tiene un coste alto, aunque no sea para el Estado o para los ciudadanos. Pero la pregunta clave es: si el coste hay que sufrirlo de todas formas, ¿por qué tienen que padecer todo el coste los ciudadanos corrientes -que nunca se arriesgaron en las operaciones bancarias, que apenas ganaron dinero con ellas, y que además en general no gozan de suficientes recursos para soportarlos- y no padecerlo en absoluto los inversores privados -que se arriesgaron, ganaron dinero con ello, y que además tienen un colchón económico mucho mayor?

La forma en la que se están traspasando las pérdidas de los bancos a los ciudadanos atenta contra la lógica económica y la justicia social; fenómeno que revela la estrecha ligazón entre la élite económica que saldría perdiendo si se liquidasen los bancos y la élite que posee el poder político. No es de extrañar, por lo tanto, que los indignados españoles digan bien claro y bien alto que la respuesta a la crisis sea una enorme estafa.