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Almuñécar contra la corrupción

Opinión

GAZA

Eduardo Galeano

Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.

Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.

Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.

Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.

Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?

El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.

Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.

Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.

La llamada comunidad internacional, ¿existe?

¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.

Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.

La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.

Fuente: http://contraindicaciones.net/2012/11/gaza-eduardo-galeano.html

El presidente de los hoteleros de la Costa Tropical critica unas manifestaciones del PA

El presidente de los hoteleros de la Costa Tropical critica unas manifestaciones del PA

Costa Digital

Las manifestaciones del PA con respecto a una bonificación a  la totalidad del importe de las ocupaciones de vía pública y del  IBI correspondiente al año 2014, a los negocios ubicados en las cercanías de las obras que vienen realizándose en la plaza de Madrid y que finalizan en unos días, han sorprendido al presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, Rafael Lamelas, que en declaraciones a este digital señalaba el doble método de medir que tiene el PA de Almuñécar en cuanto a la manera de hacer política.

A este respecto apunta a que cuando Juan Carlos Benavides gobernó en el periodo 2003-2011 mantuvo las zonas de los paseos marítimos del municipio con obras que se prolongaron en El Altillo durante casi cuatro años y en San Cristóbal y Velilla tres años, lo que supone dos legislaturas nefasta para el turismo, sin que ese gobierno de Convergencia, los mismos que ahora son del PA apostaran por esas bonificaciones que piden ahora. Ante todo, Lamelas quiere dejar claro que él no crítica que a esos negocios se les aplique una bonificación:, “ojalá sea así”, señala. “Pero me parece de una gran hipocresía y demagogia que lo que uno no ha hecho cuando ha gobernado pida que los demás lo hagan”.

Con respecto a la demagogia, Lamelas indica otro asunto de las citadas declaraciones y es la crítica que se hace al atraso en una semana de las obras de la plaza de Madrid: “en esos años de Gobierno de Benavides las obras de los paseos iban a durar 18 meses; pues bien, duraron 36”, remacha el también militante del PA a cuya formación dice estar al día en el pacto de cuotas y es miembro de la comisión de garantías democráticas.

Pero Lamelas, como directos del hotel Helios, también se queja de los tres años que el paseo de San Cristóbal estuvo levantado con el consiguiente perjuicio para el sector hotelero, ya  que en la zona hay cuatro establecimientos más: “Aparte de la pérdida de clientes se perdió todo el esfuerzo en promoción que se hizo entre 2003 y 2007 que se vinieron al traste con los años de las interminables obras del parquing. Pero es que, además, la gestión turística del municipio de la que era coordinadora Rosario González, esposa de Benavides,  fue simplemente inexistente”, concluye el hotelero.

Pablo Iglesias habla sobre Willy Meyer, Couso e Izquierda Unida

SICAVs, pensiones y linchamientos

Jorge San Miguel - @jorgesmiguel

El penúltimo escándalo político en España es el fondo de pensiones para europarlamentarios, con sede en Luxemburgo y que gestionaba los fondos a través de una SICAV, que ya le ha costado el escaño a Willy Meyer. Como las informaciones sobre Europa en nuestro país oscilan habitualmente entre el desconocimiento y el sensacionalismo, ya se trate de acuerdos de libre comercio, lobbies o salarios públicos; como el clima se presta desde hace tiempo a las tricoteuses, vocacionales o remuneradas; y como hace tiempo que en ciertos sectores progresistas se ha abierto la veda para disparar, con razón o sin ella, contra todo lo que huela a UE, conviene repasar los hechos desnudos para que el propio lector se forme una opinión sobre la legalidad, la ética y la estética del caso.

Lo primero que hay que saber es que las informaciones aparecidas ahora en España son cualquier cosa menos novedosas. Se corresponden con noticias y documentos difundidos entre 2007 y 2009 por diversas publicaciones europeas, como los británicos The Times, Daily Telegraph y The Guardian y la revista alemana Stern, como recoge el think tank británico pro-mercado y eurocrítico Open Europe. Este último incluye asimismo un excel con los diputados inscritos. Por tanto, difícilmente pueden apelar unos y otros a que el fondo y sus actividades eran secretos, ya sea para censurarlo, para defenderse o para colgarse medallas periodísticas.

De hecho, tan poco secreto era el fondo que su secretaría está en la sede parlamentaria de Bruselas (por cercanía con los parlamentarios), su presidente es el ex-diputado británico Richard Balfe (aquí se puede ver la mención en la propia web personal de Balfe) y sus datos de contacto son públicos y oficiales del Parlamento Europeo: pensionfund@ep.europa.eu, 0032 2 28 44613. La sede del fondo, sin embargo, estaba en Luxemburgo por la sencilla razón de que allí es donde está radicada la secretaría general del Parlamento Europeo, a medio camino entre Estrasburgo (sede del plenario) y Bruselas (sede de comisiones). Si a uds. les parece absurdo, bienvenidos a la UE. Lo que no cabe es enterarse ahora de este peculiar reparto de sedes, como parece haber sido el caso de algún tertuliano de televisión.

Pero vayamos al meollo. El fondo se constituye en 1993 a petición del Colegio de Cuestores y de un grupo de parlamentarios británicos, siendo presidente del PE el socialista Enrique Barón, y con la aprobación de la Mesa, donde estaban representados todos los grupos, y de la que era miembro Fernando Pérez Royo, por entonces en IU. Se pretendía con ello equiparar el estatus de todos los parlamentarios, que por entonces dependían de sus respectivos parlamentos nacionales, y no entraban por tanto en el sistema general de pensiones para funcionarios y cargos políticos de la UE con cargo al presupuesto comunitario. Se trata de una asociación voluntaria y sin ánimo de lucro (pues el objetivo era meramente garantizar las pensiones futuras de los diputados), cuyas cuentas son auditadas anualmente por el Tribunal de Cuentas europeo -ligeramente más serio y fiable que su homólogo español.

El fondo se constituyó como voluntario porque los diputados de algunas nacionalidades, como los alemanes, holandeses o italianos, ya contaban con un sistema nacional de pensiones como diputados, que además era más favorable. Y ese carácter voluntario es, a juicio del Parlamento, lo que justifica no facilitar datos de los diputados acogidos. Algunos británicos, sin embargo, se acogieron tanto al fondo voluntario como a su propia pensión nacional; lo que, junto con las particularidades del debate europeo en el Reino Unido, quizás explique la beligerancia de algunos medios isleños en este asunto. Y acaso, siendo malpensados, haya llevado a algunos medios españoles a “copiar” la polémica sin detenerse a hacer otras averiguaciones.

Hasta 2005 no se redactó el Estatuto de los diputados al Parlamento Europeo, una vieja aspiración desde el primer parlamento elegido por sufragio universal en 1979, y que entró en vigor en la anterior legislatura (2009-2014). Estatuto que, por cierto, menciona expresamente el fondo de pensiones voluntario (artículo 27), demostrando de nuevo hasta qué punto la pretensión de que fuera un fondo secreto es maliciosa o desinformada. Y que estipula que el nuevo régimen de pensiones aplicable a los europarlamentarios a partir de 2009 es el general de los funcionarios UE, más beneficioso que el fondo voluntario y con cargo íntegro al presupuesto comunitario (los fondos aportados al anterior hasta 2009 permanecen, claro).

En el caso de los eurodiputados españoles, hasta 2009 era el Congreso de los Diputados el encargado de pagar su salario, mientras que el Parlamento se hacía cargo de las dietas y los gastos de secretaría. Al carecer de pensión de diputado cuando se constituyó el fondo, no existía ninguna “doble pensión” (como hemos visto para el caso de algunos británicos), siendo el fondo voluntario la única pensión que correspondía a los MEPs españoles en cuanto tales hasta que las aportaciones se interrumpieron en 2009 y pasaron al sistema general de pensiones de la UE.

Sobre el hecho de que la forma de gestionar el fondo fuese una SICAV, me remito a artículos esclarecedores como los de Francisco de la Torre o Belén Carreño. En cualquier caso, el beneficiario debe pagar impuestos en España (o el lugar donde resida) por los fondos una vez tiene acceso a los mismos (a partir de los 63 años), por lo que la supuesta evasión no es tal. La fórmula no es sustancialmente distinta de la que emplean los funcionarios de la Administración General del Estado, el Congreso y otros cuerpos de funcionarios y organizaciones internacionales. De nuevo, el hecho de carecer de pensión propia como diputado ni como funcionario UE antes de 2009 es lo que justifica la aportación 2:1 (68,5%) que realizaba el Parlamento al fondo respecto al diputado. De hecho, la aportación no hubiera sido del 68,5% sino del 100% en caso de existir una pensión de diputado como tal que no tuviera el carácter privado y provisional del fondo. Y el actual régimen UE de pensiones se costea con cargo íntegro al presupuesto comunitario. Pretender que es anómalo o inmoral destinar un sólo céntimo de dinero público a este tipo de planes puede casar bien con las retóricas y el marketing enragé de algunos, pero choca frontalmente con la práctica en todo tipo de organismos y en la propia administración; y en este caso particular suponía dejar a los eurodiputados españoles en una situación comparativamente peor que algunos de sus colegas del Parlamento o que los funcionarios y altos cargos españoles y comunitarios. Por no mencionar que, en el mundo real, el dinero y los favores públicos acaban alimentando directa o indirectamente todo tipo de operaciones privadas (también medios de comunicación), a menudo bastante más cuestionables que un fondo de pensiones para representantes electos.

Respecto a la última “revelación”, el hecho de que los diputados adelantaban la parte de aportación privada del fondo con cargo a dietas del Parlamento, resulta muy difícil sostener que dicho pago no se reembolsase de manera sistemática, por cuanto -como la misma noticia recoge, de forma paradójica- el propio Parlamento refiere en diversas decisiones y resoluciones tanto la contabilidad de dichos adelantos como la necesidad de que los diputados demuestren haber satisfecho los pagos; y al aprobar en 2009 la ejecución del presupuesto de 2007, “se felicita” por el hecho de haberse interrumpido la práctica del adelanto. De nuevo hay que recordar que el fondo es auditado anualmente por el Tribunal de Cuentas europeo; y, en caso de haberse detectado irregularidades, deberían analizarse de manera individual, y no mezclándolas con una valoración general sobre el fondo. Porque hay aspectos del mismo que pueden suscitar críticas razonadas -como, por ejemplo, el hecho que el Parlamento interviniese una vez en el fondo para enjugar una deuda excesiva- sin necesidad de incurrir en demagogias y linchamientos.

Al fin, la realidad es que desde 2009, y esto incluye a los nuevos miembros del Parlamento en 2014, tan beligerantes algunos de ellos, a los diputados les corresponderá una pensión pública significativamente mayor de la que les hubiera adjudicado el anterior esquema. Cobrarán, esta vez sí, en Luxemburgo y cotizarán por 8.000 euros, independientemente de si dedican ese dinero a donaciones o a coleccionar huevos de Fabergé. Y cuando se vayan o los echen en las urnas, se llevarán una generosa “paga de transición”. Quizás todas estas cosas sean motivo de escándalo cuando alguien las “descubra” convenientemente dentro de unos años.

Una breve reflexión para terminar. La dignificación del ejercicio de la política, y la asignación de recursos suficientes a los que la ejercen, especialmente en el caso de representantes electos, ha sido una aspiración tradicional de la izquierda. Y, en cualquier caso, representa la garantía de que la carencia de patrimonio no va a ser un obstáculo para acceder a una carrera política y al ejercicio de la representación pública. No obstante, desde hace unos años, y ante el comprensible cabreo de buena parte de la ciudadanía por la crisis económica, las deficiencias en la gestión pública y la frecuente falta de ejemplaridad, esta aspiración ha dado paso a una frecuente y transversal demagogia antipolítica. Queremos tener a los políticos más formados y honrados, pero pretendemos escatimarles las condiciones que los atraigan a la política y los alejen de otras ocupaciones o tentaciones. Nos escandalizan las “puertas giratorias”, pero también las carreras largas y asegurar el futuro de quienes entran en política. Uno, quizás ingenuamente, cree que estas actitudes son hasta cierto punto entendibles, pero que los medios deberían tener más cuidado que nunca para no atizarlas; y, desde luego, nunca ponerse a la cabeza de ellas, por más que sea nadar a favor de corriente. Hay suficiente trabajo real de fiscalización y crítica para jugar a ser Marat sin saber ni querer saber de lo que se habla.

IU también puede

IU también puede

Román Orozco. El País

Llegó con pinta de despistado profesor de latín, filólogo y políglota. Algunos pensaron que la vorágine de la política y la dialéctica de la vieja guardia se lo llevarían por delante, que sería flor de un día.

Estos días se cumple un año de su ascenso al poder y Antonio Maíllo puede sacar pecho. Elegido a la manera tradicional coordinador regional de IU en Andalucía el 16 de junio de 2013, concitó una abrumadora mayoría del 83% que no parece haber defraudado: las encuestas le dan un porcentaje de un 15% en intención de voto. Casi el doble de lo que acumulaba su formación hace dos años.

Maíllo llevó aire fresco a la anquilosada IU. En poco tiempo, se ha convertido en el líder indiscutible de la coalición, gracias a un discurso menos dogmático, más abierto y comprensible, aunque no exento de firmeza en la defensa de sus posiciones programáticas e ideológicas.

Su última hazaña ha sido abrir el partido a la sociedad. Es el primer líder nacional de cualquier partido que realizará unas elecciones primarias abiertas (militantes y simpatizantes votan) para elegir al candidato de las próximas elecciones autonómicas.

Maíllo vio venir el efecto Podemos mucho antes que otros. Quizá porque a sus 48 años está más cerca de la generación del 15-M que de quienes pilotaron la coalición en las últimas décadas, muchos ya en edad de pasar a la reserva.

Su deseo de democratizar la toma de decisiones, entre ellas la de elegir al candidato a las elecciones, chocó con una dura realidad. La escasa potencia de los candidatos que se registraron y el magro número de avales que lograron. Tan pocos que la dirección de IU tuvo que prorrogar una semana la recogida de avales. Maíllo deseaba culminar el proceso en las urnas. Que no se repitiera el voto interruptus de Susana Díaz. Lo ha conseguido.

Al menos un militante, Laureano Seco, un cartero de Mairena del Aljarafe, de 54 años y miembro de la Corriente Verde Andalucía se enfrentará el próximo sábado día 5 a Maíllo en las urnas.

La diferencia de avales entre Maíllo (2.209) y Seco (382) parecen inclinar el resultado a favor del primero. Con ello, el ganador conseguirá un plus de legitimidad. Podrá presionar en su partido. De hecho, Cayo Lara, coordinador federal, asume también las primarias abiertas y ha cedido el poder real a otro joven de la hornada del 15-M, el diputado malagueño Alberto Garzón. También saldrá fortalecido para negociar con su socio en el Gobierno de la Junta.

Si todo transcurre con normalidad, Maíllo hará historia. En su partido y en otras formaciones de izquierda. Ya nada volverá a ser igual. El dedazo o el congresazo quedan abolidos.

La batalla en la izquierda se pone al rojo vivo. Maíllo quiere demostrar ante su rival Podemos que IU también puede.

Cortesía con los pobres

Marcos Quijada. El Correo de Andalucía

Mal asunto establecer el silencio como asunción de errores en política, instaurar el método del laissez passer y convertir al tiempo en el aliado de las soluciones y las explicaciones. El volcán en el que se convirtió Susana Díaz el pasado mes de abril quitándole competencias a la consejera de IU-CA, Elena Cortés, por adjudicar viviendas a familias de la Corrala Utopía, llegando a quitarle el teléfono móvil al viceconsejero o convirtiéndose en adalid de la legalidad frente al supuesto radicalismo, la arbitrariedad y la injusticia de sus socios de gobierno, ha sufrido un fuerte varapalo en los tribunales de justicia. El máximo Tribunal andaluz ha dicho de forma muy clara que la actuación de Elena Cortés y su equipo fue legal, justa y obligatoria con esas familias en exclusión social.

Susana Díaz puso en peligro al propio gobierno andaluz y solo la templanza ajedrecística de Antonio Maíllo salvó aquella crisis, que hoy sabemos, de la histeria y la prepotencia. Pero parece que los pobres, las familias en exclusión social, no merecen la bajada del trono y la petición de disculpas o una explicación de la presidenta; sin ánimo de hacer demagogia, parece que a los pobres solo se les pide el voto y no están en la agenda del perdón y el reconocimiento del mea culpa, a pesar de que la sentencia es contundente contra todo aquel que puso en cuestión la actuación de la consejera de Vivienda y las familias afectadas.

La sentencia permite dudar de que existieran informes jurídicos de asesores que avalaran la acción de la presidenta e incluso pensar que la inestabilidad de gobierno y la vergonzante lucha de pobres contra pobres no sea una acción personal o una estrategia de posicionamiento público ante el problema de la vivienda y sus soluciones en Andalucía, todo ello negociado entre bambalinas con el propio alcalde de Sevilla.

Aquel fiasco de abril, de histeria y prepotencia, dudando de la legalidad de actuaciones que hoy son respaldadas por los tribunales de justicia, exigen mucho más que el silencio como explicación.

Neoliberal del mes de junio

Neoliberal del mes de junio

Rafael Calero

Termina junio y con el final del mes llega el segundo premio “Neoliberal del Mes”. Como muchos de vosotros ya sabéis, la primera entrega del premio “Neoliberal del Mes” recayó en el que fuera presidente del gobierno durante más de catorce años, el socialista por antonomasia, Felipe González, por sus múltiples esfuerzos en pos de la instauración en España del neoliberalismo.

En esta segunda entrega, la cosa estaba bastante reñida, pero tras una reunión que ha durado más de dos horas en el Bar Casa Paco de la esquina, el jurado, mientras llevaba a cabo sus deliberaciones tomando carajillos —excepto dos de los miembros, que son más de solysombra— ha decidido otorgar el premio “Neoliberal del Mes” en este mes de junio de 2014 a la Secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, la científica multimillonaria (sí, señoras y señores, existe tal cosa), a la par que ultra liberal y recién enamorada, Monserrat Gomendio Kindelan.

Esta individua ya merecería el premio sólo por su contribución a la LOMCE, esa aberrante ley educativa que el Partido Popular está a punto de poner en marcha y que, en palabras de la profesora Mª Ángeles Llorente Cortés, supone una “Nueva vuelta de tuerca, tal vez definitiva, del capitalismo salvaje, que busca deslocalizar personas, pensamientos, actitudes y valores, que rompe el movimiento obrero, el movimiento sindical, que intenta desligar a los seres humanos de sus ciudades, de sus amigos, privarles de identidad colectiva, que trata de impedir el pensamiento compartido, que desprestigia la política para asegurarse el máximo control mediante la sumisión que provoca la incertidumbre y el miedo.”

No obstante, el jurado ha decidido no tener en cuenta que, de las meninges de esta mujer, han salido la mayoría de los artículos que conforman la susodicha LOMCE. De haberlo hecho, ella habría sido la ganadora del premio Neoliberal del Mes no sólo en junio, sino también en mayo, julio, agosto, etc. Así que para premiarla, el jurado se ha basado exclusivamente en la conferencia que dio hace unas semanas en un desayuno informativo de la tribuna Fórum Europa, en la cual lanzó el globo sonda de que el gobierno que preside Mariano Rajoy y del que forma parte su novio, el Ministro Peor Valorado de la Historia, José Ignacio Wert, estaría planteándose la eliminación total de las becas universitarias y cambiarlas por préstamos que los estudiantes devolverían una vez terminados sus estudios, “en cómodos plazos y sin intereses”, como en el Corte Inglés, siempre y cuando encontraran un trabajo en el cual ganaran más de una cantidad determinada. La cosa sería copiar el modelo británico que, como todos sabemos, funciona de puta pena y tiene asfixiados a los estudiantes hasta que están a punto de jubilarse.

En opinión de Garmendio, hay muchos estudiantes en España, y además con la cara muy dura, ya que todos se piden becas. Esto hace que el coste para el Estado, según esta señora a la que le encanta las joyas y la ropa súper cara, sea muy elevado. Además, qué coño, para qué quieren estudiar las hijas y los hijos de la clase obrera, si, en el mejor de los casos, van a terminar vendiendo hamburguesas en McDonalds, debe pensar nuestra querida amiga

Y todo esto lo dice una mujer de rancio abolengo fascista. No nos olvidemos de que su bisabuelo por parte de madre, fue el general franquista Alfredo Kindelán, al que el historiador Ángel Viñas le atribuye la culpabilidad del bombardeo de Gernika. También la rama paterna, dedicada a los negocios de la construcción, tuvo estrechos vínculos con el régimen franquista, lo que le permitió obtener pingües beneficios durante la dictadura. 

El Ministro Wert, al enterarse de que su amada Montserrat ha ganado el premio “Neoliberal de Mes”, ha declarado, sonriente, a un grupo de periodistas que lo esperaban a la salida del Congreso: “Voy a serles sincero. Este premio no me pilla por sorpresa. Montse se lo merece. Ella es una neoliberal de pies a cabeza.”

De igual a igual: una sensata reflexión (desde fuera)

P. González

Aunque opino que IU no tiene por qué renunciar a su metodología de trabajo y elaboración de propuestas (que hasta el presente, a mi juicio, ha acreditado la razonable solvencia del sistema empleado), a la gente de la calle -como un servidor- nos importa más el saber " el qué" es lo que proponen que " el cómo" piensan organizarse.

Y en ese aspecto creo que tienen material suficiente (desde hace mucho tiempo) para articular una propuesta programática lo suficientemente radical (en el sentido noble de la palabra) como para que sus enunciados no parezcan eufemismos, o intentos de echar balones fuera (Deuda, banca pública, energía, relaciones iglesia-Estado, derogación de la legislación regresiva de los últimos 6 años, reforma fiscal, dependencia, derechos sociales y laborales, . . .) y a la vez tan viable y pragmática como para que la ciudadanía tengamos claro que son cosas que ¡Sí, se pueden!.

Y, a continuación (Y por mucho que IU represente muchos años de lucha y de experiencia) que tenga la humildad de tratar de igual a igual con el resto de las fuerzas de izquierda.

Porque llegará el momento en que, aparte de los discursos, habrá que arrimar el hombro y aportar organización y disciplina; Y entonces las cosas situarán a cada cual en el sitio que le corresponda.

Ni debieran mirar por encima del hombro a nadie, ni tampoco Alberto Garzón o, mucho menos Cayo Lara (y allegados) tienen por qué dejarse coleta. (dicho sea con todos los respetos hacia D. Pablo Iglesias).

Las SICAVs en paraísos fiscales de sus euroseñorías

Hugo Martínez Abarca

Hace dos años y medio escribí un apunte titulado “El plan de pensiones de sus señorías” a raíz del plan de pensiones privado (en el BBVA) al que el Congreso de los Diputados contribuía como parte del salario de los diputados. Entonces también fueron diputados de Izquierda Unida quienes dieron un paso que nadie esperaba en ningún otro grupo: Alberto Garzón y Cayo Lara primero y todo el grupo inmediatamente después renunciaron a él; poco después, supongo que con cierto rubor, el Congreso canceló el plan para todos los diputados.

Decía en aquel apunte que uno de los problemas de ese plan es que incentivaba a los legisladores en una determinada dirección: sus situación personal mejoraría no si mejoraban las pensiones públicas sino si mejoraba el IBEX, si la fiscalidad de los planes de pensiones privados era favorable… Es decir, generaba unos intereses en los diputados que podían tener menos peso que sus principios pero, oye, mejor que sus intereses estén del lado de la mayoría popular y no del IBEX y el BBVA. Eso que algunos llaman antipolíticapopulismo a veces no es más que intentar que no se coopte a los representantes del pueblo.

En el caso del plan de pensiones que destapó la inmensa periodista Alicia Gutiérrez en Infolibre muchos eurodiputados tenían un plan de pensiones al que contribuyó el Parlamento Europeo en una SICAV en Luxemburgo, paraíso fiscal central de la UE. De nuevo IU ha sido la única en responder. No ya en responder a la altura, que también, sino en responder. En poco más de 24 horas  de gran convulsión interna el compañero Willy Meyer pidió que se le sacara de ese fondo y presentó su dimisión como eurodiputado y como miembro de la ejecutiva de IU. Algo que todo el que conozca a IU un poquito sabe que es poco menos (o algo más) que un terremoto y que dice mucho de la generosidad del paso dado por el compañero Willy Meyer. En el resto, nada. Ni Elena Valenciano, ni Arias Cañete ni Rosa Díez han dicho esta boca es mía. Ni tampoco Montoro, ministro de Hacienda del Reino de España que también participa en ese plan de pensiones en una SICAV en un paraíso fiscal tributando (por llamarlo de alguna forma) al 0.01%.

Se juntan aquí dos asuntos.

De nuevo el de los incentivos. Evidentemente con un plan como el explicado un eurodiputado no tendría demasiado interés en castigar las SICAVs, luchar contra los paraísos fiscales dentro y fuera de la Unión… Eso es evidente. Por ello, que salgan beneficiarios del plan diciendo que todo es legal es un disparate: ¡claro que es legal! ¡como que quienes tenían que legislar en contra estaban beneficiándose!

Pero en este caso asalta un segundo problema gravísimo. El que podríamos llamar de “ejemplaridad” o más bien de imperativo categórico. Es decir, ¿qué pasaría si todos hiciésemos lo mismo? Si todos los ciudadanos normales nos juntásemos y pusiéramos lo poco que podamos y nos lo llevásemos a una SICAV en Luxemburgo a tributar a un 0.01%. Evidentemente el país caería pese a que la mayoría de los ciudadanos tenemos poquísima capacidad de ahorro. Pero si toda la que tuviésemos la evadiéramos del fisco español (cumpliendo la ley o no, a efectos fiscales da lo mismo) el país se hundiría. Que eso lo hagan los Botín y los Borbón saltándose la ley es normal: están en el otro lado, son a los que tenemos que combatir y para eso sirve la democracia, para que los más nos impongamos a los menos por poderosos que sean éstos. Que eso lo hagan los supuestos representantes populares hace que se sitúen en la orilla de los que saquean el país, es decir, de los enemigos del pueblo.

El PP ha salido diciendo que todos sabían que el plan de pensiones era una SICAV en un paraíso fiscal. Lo que diga el PP tiene en el terreno de la verdad un recorrido más bien escaso. Pero supongo que al menos compromete al PP. Pues bien, según el PP Montoro sabía que el plan de pensiones al que estaba contribuyendo era una SICAV en un paraíso fiscal. Esto es, un instrumento para el saqueo de las haciendas públicas de los países con fiscalidades más o menos decentes. Es decir, para el saqueo de la hacienda de la que él es ministro, por ejemplo.

Hemos asumido tales niveles de sinvergonzonería que nadie pedirá la dimisión de Montoro. Y tras él del resto de eurodiputados que ahora tengan cargos en el PP, PSOE o UPyD. Porque conscientemente o no (los del PP conscientemente según dice el PP de todos los eurodiputados) participaron en un instrumento para el empobrecimiento de nuestro país. Menos banderitas rojigualdas y más patriotismo como el que ha demostrado IU alarmándose y zanjando toda responsabilidad exigible.

Democracia y trabajo

Luis García Montero

La democracia española necesita un proceso constituyente. Resulta necesario abordar asuntos de condición muy diversa. Por fortuna todavía no ha surgido ninguna corriente significativa que cuestione el sentido de la democracia como sistema. Pero el descrédito afecta ya de forma grave al funcionamiento de algunas de sus instituciones y de sus raíces.

La Constitución no se cumple en sus compromisos de carácter social y, sin embargo, se utiliza como estrategia oficial para cancelar debates cívicos tan importantes como la ordenación territorial, la forma de Estado o el valor concedido al déficit en las inversiones y los servicios públicos. A esto se le añade el descrédito de Tribunal Constitucional y de sus miembros. No es ya que los nombramientos se hagan según la hoja de servicios prestados a los partidos de Gobierno…, es que a veces se contaminan las sentencias al dejar las decisiones en manos implicadas ideológicamente en los asuntos sobre los que deben decidir. Se confía la interpretación de las leyes a personas que han tomado partido de antemano.

Un descrédito parecido afecta a los aparatos políticos, al Parlamento y a las complicidades que hay entre los poderes públicos y la banca. Vivimos bajo una ola de descrédito, y este tipo de olas son peligrosas si no se encuentra una solución oportuna que permita respirar. Como no tomemos decisiones radicales, de raíz constituyente, para defender la democracia, corremos el peligro de caer en la justificación de la violencia o en las tentaciones totalitarias. Intransigencia y radicalidad democrática contra la corrupción de un sistema, pero también como vacuna contra la violencia y el totalitarismo.

En medio de este panorama de descrédito, es conveniente no olvidar la raíz de los problemas. Y me parece que la ola de regeneración, el deseo civil regenerativo que triunfa en los movimientos sociales, se está olvidando de algo decisivo: el mundo del trabajo como factor principal de la democracia y de la distribución de la riqueza a través de unos salarios justos. Los métodos participativos son importantes, claro que sí. El problema de los desahucios en España y la impunidad de los bancos claman al cielo y al infierno, claro que sí. La monarquía es hoy un símbolo de las élites económicas y políticas que acorazan una rutina basada en la injusticia, claro que sí. Pero nada fue más grave para la sociedad española que unas reformas laborales que han dejado a los trabajadores sin defensa, sin contratos dignos y sin salarios justos.

Cualquier movimiento alternativo se queda en el aire si no pone en el centro de sus propuestas (junto a las elecciones primarias para elegir candidatos o junto al cambio de la ley hipotecaria), una reforma laboral positiva que devuelva a los trabajadores los derechos robados.

Este olvido del mundo del trabajo no afecta a una derecha económica que suele acertar al elegir sus prioridades. En cuanto la crisis económica y el proceso desequilibrado de la construcción europea dieron la oportunidad, las élites se precipitaron para acabar con las conquistas laborales logradas durante años de lucha social en la clandestinidad y en la transición democrática. Es la derecha la que ha dinamitado su parte de responsabilidad en el espíritu de esa Transición que tanto esgrime para defender a un Rey o para legitimar una Constitución cada vez más alejada de los ciudadanos.

Contando con la obedicencia de los políticos de turno, su estrategia no se ha limitado a imponer unas reformas laborales sin piedad para los trabajadores. Ha desatado también una campaña feroz de desprestigio contra los sindicatos, intentando hundir el sentido de las organizaciones que ponen las últimas barreras a su avaricia y a su brecha social. ¡Cuidado con el descrédito de los sindicatos en esta ola generalizada de descréditos! Los ciudadanos deben criticar los errores de los sindicatos, claro está. Deben exigirle una renovación, nuevas actitudes, claro está. Pero no les conviene olvidar su valor democrático en las defensa diaria de sus derechos laborales. Eso significa caer en la trampa del enemigo.

Porque la derecha no se olvida. Estamos viviendo ahora una campaña de criminalización y de represión escandalosa contra los sindicalistas. Las actitudes represivas de este Gobierno, que tiende a convertir en cuestión de orden público cualquier disidencia política, se ha centrado en los sindicatos. Por algo será. Más de doscientos sindicalistas han sido imputados, algunos de ellos sentenciados ya con años de cárcel y multas desmedidas, por su actuaciones en las huelgas generales de 2010 y 2012. Sin casos de violencia real, por manchar el agua de una piscina o llamarle esquirol a un esquirol, se está condenando en firme con razonamientos impropios de una democracia. Y digo impropios porque ahora se utiliza en las sentencias “el delito contra los derechos de los trabajadores” para aniquilar sus derechos, por ejemplo, el de huelga.

Las élites intentan acabar con las movilizaciones sindicales, desanimar a los trabajadores en sus protestas. Por eso conviene situar al mundo del trabajo en el centro de cualquier debate que se produzca entre la izquierda y la derecha, los de arriba y los de abajo, la casta y la no casta. A lo largo de los siglos no hemos hecho otra cosa que discutir de lo mismo.

Señor Presidente: escuche y no hable por mí

Jesús Maraña. Infolibre

Excelentísimo Sr. D. Mariano Rajoy Brey
Presidente del Gobierno de España

En el día de hoy, miércoles 11 de junio de 2014, el Congreso de los Diputados ha decidido por abrumadora mayoría (299 síes, 19 noes y 23 abstenciones) aprobar la Ley de Abdicación por la que el actual Jefe del Estado, Juan Carlos I, será sucedido en el cargo por su hijo y heredero Felipe de Borbón y Grecia, que reinará en España bajo el nombre de Felipe VI. Y así será. Nada que objetar desde el punto de vista legal y del funcionamiento democrático. Pero…

Como presidente del Ejecutivo y del Partido Popular, usted ha afirmado desde la tribuna de oradores: “A ningún español le intranquiliza la abdicación". "Nadie cree que se abra una etapa de incertidumbre". "España permanece tranquila”. (Pinche aquí, página 5).

Sin ánimo de molestar y desde la humildad de ese “grano de arena que los más pesados artefactos, aplastándolo todo a su paso, no consiguen romper” (Jean Pierre Vernant), permítame que por una vez utilice la primera persona para hacerle algunas observaciones:

1.- Dice usted que “a ningún español le intranquiliza la abdicación”. No lo sé, y tampoco se me alcanza el método sociológico utilizado para afirmar tal cosa. No creo que haya podido hablar con todos y cada uno de los españoles, y tampoco sería prudente por su parte fiarse de los escrutinios demoscópicos de su querido, admirado y mejor pagado Pedro Arriola, cuyo pronóstico para las elecciones europeas sobre “los frikis” de Podemos venía a ser que su penetración en el electorado español equivaldría a la del budismo en Irlanda (en expresión de Hobsbawn).

2.- Dice usted que “nadie cree que se abra una etapa de incertidumbre”. Con todos los respetos, ahí se ha pasado dieciocho pueblos. Le diré mi conclusión, en absoluto científica y sólo basada en la comprobación directa y personal en la familia, en el entorno de amistades, en el restaurante habitual, en el tren de cercanías…No conozco a nadie que no crea que los españoles vivimos “una etapa de incertidumbre”. Es posible, claro, que Arriola haya preguntado en Irlanda.

3.- Dice usted que “España permanece tranquila”. Aquí habría que empezar por ponernos de acuerdo sobre el concepto de España, pero cabe suponer que se refiere a la ciudadanía, puesto que los espacios geográficos, como las estatuas, no están “tranquilos” ni “nerviosos”, y debemos conformarnos con que simplemente “permanezcan”. (Como decía Dalí, "lo menos que se puede pedir a una estatua es que se esté quieta"). ¿Está tranquila la ciudadanía española? Yo no me atrevería a asegurar que una colectividad con casi un 26% de parados, entre ellos el 55% de los jóvenes, y con 800.000 hogares sin ningún ingreso ni ayuda pueda “permanecer tranquila”. Es más, lo natural sería que estuviera al borde de un ataque de nervios.

Ahora ya muy en serio, porque el panorama no está para la menor broma. Usted, señor Presidente, que se ha indignado cuando miles de ciudadanos gritaban ante el Congreso aquello de que “no nos representan”, haga el favor de respetar la representatividad democrática que tiene, pero no hable por todos los españoles o, al menos, no hable por mí.

Soy ciudadano español, contribuyente, cumplidor escrupuloso de las leyes vigentes y quiero comunicarle que me intranquiliza la abdicación, que creo que vivimos una etapa de incertidumbre y que me cuesta muchísimo permanecer tranquilo.

No me refiero tanto a la abdicación en sí, sino a la gestión legal pero opaca y paternalista de la sucesión en la Jefatura del Estado, como ya expliqué, y perdón por la autocita, en un artículo anterior. (Pinche aquí). La incertidumbre es obvia para cualquiera que viva la realidad de este país, y con más motivo si tiene hijas o hijos para los que desea un futuro digno, si fuera posible incluso más digno que el nuestro. Como ciudadano, como español, como demócrata y como padre no puedo permanecer “tranquilo” mientras mi presidente del Gobierno habla por mí sin entender (al menos en apariencia) absolutamente nada de lo que está pasando.

Y lo que está pasando, señor Rajoy, es que un porcentaje significativo de la ciudadanía (no sé cuánto, quizás Arriola pueda estudiarlo) se declara muy harta de una forma de hacer política que se guía más por camarillas del poder, aparatos de partido e indicaciones de las élites financieras que por los intereses de sus votantes.

Señor Presidente: ya que se ha permitido hablar por mí sin consultarme (y créame, ahora mismo es sencillo consultar a la gente cualquier cosa gracias a la revolución digital), al menos no se autoengañe con el resultado de la votación y escuche la principal coincidencia que en el Congreso han mostrado todos los grupos parlamentarios excepto el suyo. Hace falta abordar una profunda reforma constitucional, que en el momento oportuno debería incluir el pronunciamiento del pueblo sobre la forma de Estado que prefiere, ya sea para elegir una república (que puede ser tan moderna y pacífica como Alemania o EEUU, ¡qué manía con Corea del Norte!) o para legitimar democráticamente a Felipe VI.

Ni las transiciones, por definición, pueden ser eternas, ni eternamente puede funcionar el mensaje del miedo para justificar el ejercicio del poder de espaldas a la participación ciudadana, que hoy exige vías más eficaces, transparentes y fluidas que no se limitan a acudir a las urnas cada cuatro años sin el menor control posterior sobre quienes traicionan su propio programa. (Siempre, por supuesto, en interés de España).

Atentamente,
Un ciudadano español

P.D. El señor Rubalcaba merece otra misiva, pero tiene gesto de que ya le aburre casi todo lo que pasa a su alrededor, así que me limito a sugerirle (también a Eduardo Madina, a Pedro Sánchez...) que lea atentamente los argumentos que han llevado a su compañero Odón Elorza a la abstención.

Sí, señoría, pero... [Carta abierta a Alfredo Pérez Rubalcaba]

Sí, señoría, pero... [Carta abierta a Alfredo Pérez Rubalcaba]

Tomás Hernández. Costa Digital

Supe de usted, señoría, hace muchos años, medio siglo ya, o sea, cincuenta años, cuando usted iba para figura del atletismo español y yo acababa bachillerato en un instituto de Jaén.

    En la Residencia Blume de Madrid tuvimos un amigo común. Mi amigo, que quería ser arquitecto por aquel entonces, acabó en poeta, viajero y profesor de literatura en algunas universidades del ancho mundo; usted fue, es, profesor de química y persona importante de nuestra historia reciente.

    Esta mañana, mientras lo escuchaba a usted hablar en la tribuna de oradores del Congreso, recordé, con tristeza, aquellos lejanos años. Tristeza no por “le temps perdu”, sino por su discurso y por la manera en la que al parecer va a rematar usted su carrera política. Ya sabe, mejor que nadie quizá, que en el poder son muchos los amigos; en el “despoder” las plantas de la amistad languidecen.

    Decía usted esta mañana que su espíritu y el de su partido eran de convicción republicana, pero... Sonaba como aquello de: “Yo no soy racista, pero...” Ya sé que no es lo mismo, por supuesto, pero sonaba mal.

    Ese “pero...”, señor Rubalcaba, si me permite que use la forma en que suelen referirse a usted, es el motivo de mis palabras.

    Porque lo que piden algunos españoles, yo, modestamente, entre otros millones más, no es la toma de la Bastilla, ni el derrocamiento de la Corona, ni sacarle brillo a la guillotina, ni quemar iglesias, ni la aniquilación de ninguna familia, real o no. Lo que piden es que se les pregunte si quieren vivir en un país donde la máxima representación del Estado se herede, o se elija cada cuatro, cinco o seis años.

    Pero... usted argumentaba ayer en la sede de su partido y esta mañana en el Parlamento, que no es ahora momento para decidir entre monarquía o república. Rajoy dijo lo mismo, de forma más burocrática afirmó que ese asunto, monarquía o república, no figuraba en el orden del día. Usted y Rajoy volvían a coincidir una vez más, señor Pérez Rubalcaba.

    No sé si se quedó usted a escuchar las palabras de Cayo Lara, o si se fue a tomar un café, como recomendaba jocosamente el presidente de la Cámara.
    El congresista Lara le recordaba a usted que a lo mejor ese momento que ahora no considera oportuno tratar, le estalle algún día entre las manos. Algo así fueron sus palabras.

    Aunque resulte paradójico el espíritu republicano y su voto de esta mañana, yo, y supongo que otras muchas personas, lo entendemos. Porque, sobre todas las cosas, usted ha demostrado ser una persona inteligente y de buenas maneras. Y en efecto, no se votaba hoy la elección entre república o  monarquía. Hoy, algunos representantes de algunos ciudadanos pedían una moratoria, un tiempo muerto para que antes de aceptar la abdicación decidiéramos nuestra forma de Estado para el futuro. Probablemente, casi con toda seguridad, habrían ganado ese referendum usted y quienes con usted votaron. Con toda seguridad, ese probable “sí” en las urnas a favor de la monarquía habría legitimado sus derechos por bastante tiempo.

    ¿Cuál es su “pero...” entonces?

    Deseo que ese orden del día del que hablaba el presidente del gobierno con espíritu burocrático, el momento inapropiado que usted no quiso considerar, no forme parte algún día de los fantasmas de nuestro futuro. Los republicanos querrán república; los independentistas, un país independiente, los monárquicos, un reino. Y eso no se arregla con un Orden del Día, ni eligen los ríos el momento oportuno para desbordarse.

    Usted fue un destacado velocista de los 100 metros lisos, como nuestro común amigo. Durante años ha sido usted un político imprescindible. Esta mañana, oyendo sus palabras, quizá de despedida, pensé, con tristeza, en aquel atleta adolescente, en “la materia de que están hechos los sueños”.

Turismo y especulación

Turismo y especulación

Francisco Fernández. Responsable de Comunicación de IU Almuñécar

Quienes llevan años insistiendo en la necesidad de abrir nuevos hoteles ocultan a la sociedad que su interés no está tanto en la explotación del negocio hotelero cuando en la realización de los enormes beneficios especulativos que se producen cuando se consigue levantar un hotel en un suelo no urbanizable que se ha comprado por un precio muy inferior al que tendría en un suelo urbanizable.

Hoteles y más hoteles. Da igual cómo y dónde. Si es necesario acabar con nuestros recursos naturales y saltarse la legislación urbanística, se salta en aras a conseguir empleo, bienestar y crecimiento económico. Por eso hemos visto en Almuñécar levantar bloques de diez plantas en calles donde todos los edificios tienen tres. Por eso hemos visto a la Delegación de Costas hacer un deslinde a medida que permitiese construir en un acantilado. Por eso hemos visto que se construían hoteles, uno detrás de otro, en suelos que tenían la categoría de no urbanizable, y saltándose todas las normas que la legislación tiene para permitir, como excepcional, ese tipo de construcciones.

El negocio es tan sencillo como conocido. Decenas, centenares de pleitos similares inundan los tribunales de justicia. En buena parte de los casos, los especuladores consiguen sacar adelante el suculento negocio gracias a la inactividad, cuando no complicidad, de las administraciones encargadas de supervisar el cumplimiento de la legalidad. En otros casos, algún funcionario cumplidor o algún político defensor de la legalidad urbanística, consigue que los tribunales paralicen o anulen el pelotazo.

La tarea es ardua y compleja. Los especuladores tienen mucho dinero y poderosos aliados. Por desgracia, la ley es una cosa y la justicia otra. Los ejemplos abundan. Lo que está sucediendo con el Algarrobico es un ejemplo paradigmático. El poder que se oculta detrás de esas cantidades ingentes de dinero puede llegar, no sólo a conseguir la práctica unanimidad de las fuerzas políticas locales, sino a sacar un tema judicial de la sala que ha de juzgarlo para llevarlo a otra más proclive.

Jugando con la desesperación del que no tiene empleo, estos especuladores que saben perfectamente que han actuado de forma ilegal, no tienen ningún problema en inventar cifras alucinantes de puestos de trabajo cuando se habla del futuro negocio, y no tienen problema alguno en situar la responsabilidad de su situación actual, a veces de manera ambigua, y a veces de manera directa, en quienes nos hemos opuesto a la especulación que en nombre del crecimiento se ha producido en este municipio.

En Almuñécar hay varios casos de hoteles ya abiertos que, según los tribunales de justicia, se han construido al margen de la ley, bien por superar el número de plantas, bien por exceso de edificabilidad, bien por haberse construido en un lugar inadecuado, o por una mezcla de todo ello. También se ha pronunciado la justicia en contra de algún hotel que se quedó en proyecto y de alguno que está a medio construir.

Todas estas sentencias esperan su cumplimiento y, por más que éste se dilate, el tiempo pasa inexorable. Quizá la redacción de un nuevo PGOU pueda resolver alguna de estas situaciones, pero no será tarea fácil para quien le toque gobernar estos próximos años. Al final, la corrupción beneficia a unos pocos y acaba creando problemas a la mayoría. Por eso es necesario, y urgente, acabar con ese modelo ruinoso que se vendía no hace tanto como el único motor del progreso.

Salud.

 Morgan

Querida Carmen, querido Carlos

Querida Carmen, querido Carlos

Rafel Calero

Querida Carmen, querido Carlos:

Quiero que sepáis, en estos momentos tan duros y tan trascendentales de vuestras vidas, que sois un ejemplo para miles de mujeres y hombres, para miles de chicas y chicos jóvenes que no se resignan a tener un futuro de mierda en este país de mierda que se llama España.

Quiero deciros, aunque eso ya lo sabéis, que miles de personas de Granada, de Andalucía y del resto del estado español, incluso de otros muchos países, os apoyamos incondicionalmente y creemos con los ojos cerrados en vuestra inocencia. Todos sabemos que sois inocentes del delito del que se os acusa. Todos sabemos que las mujeres como Carmen y los hombres como Carlos, no actúan contra los trabajadores. Todos sabemos que las mujeres como Carmen y los hombres como Carlos, están siempre del lado de los trabajadores, luchando por sus derechos, peleando por sus mejoras, porque las mujeres como Carmen y los hombres como Carlos son mujeres y hombres valientes, solidarios, y ante todo, pacíficos.

También quiero deciros que no os sintáis solos por la sencilla razón de que no lo estáis, como ya pudisteis ver en la manifestación de apoyo de Granada y en la de otras ciudades del país el día 30 de mayo. Este kafkiano proceso por el que estáis pasando vosotros dos, podría habernos ocurrido a cualquiera de nosotros. Aquel día, también yo estuve en un piquete, de la misma manera en que lo he estado en otras huelgas, y de la misma manera en que volveré a estar en las que vengan en el futuro. Así que si lo que pretenden con esta sentencia de corte fascistoide y absolutamente desproporcionada es asustarnos para que nos quedemos en nuestras casas (el que la tenga, que a este paso, casi que no va a haber nadie con casa) en la próxima jornada de huelga general, van aviados.   

Quiero deciros, amiga Carmen, amigo Carlos, que si finalmente, vais a la cárcel, no permitáis que esa terrible situación os aflija y os hunda. Hacedlo con orgullo y con la cabeza bien alta. La Historia nos ha enseñado que, cuando el miedo se apodera de los que gobiernan, siempre acaban recurriendo a las cárceles. Además, todos sabemos que en este país, heredero directo del peor fascismo del siglo XX, la justicia es arbitraria y, valga la redundancia, absolutamente injusta. En este país, que se dice democrático, pero que no lo es en absoluto, en este país, cuyas leyes están hechas a medida de los poderosos, la gente honrada y valiente como vosotros, la gente que tiene la razón de su parte, va a la cárcel, mientras que los canallas, ladrones, corruptos y mangantes que han recalificado terrenos de manera ilegal desde los ayuntamientos, los que han blanqueado inmensas sumas de dinero procedentes del narcotráfico o del tráfico de armas, los que han hundido el sistema financiero adjudicándose planes de pensiones millonarios, los que han estafado con las preferentes a miles de pequeños ahorradores, los que han robado desde los partidos políticos para financiarlos ilegalmente, todos esos, ya sabéis, viven tan ricamente ocupando los cómodos sillones de los grandes consejos de dirección y a esos, en el incierto caso de que se les condene, se les imponen penas irrisorias, para que no tengan que entrar en la cárcel. Así es la justicia española.   

Querida Carmen, querido Carlos: sabed que miles de personas os estamos apoyando, y que seguiremos clamando por vuestra libertad. Y sabed que vuestro “grito de guerra”, aquel del que hablaba el Che, ha llegado a miles de oídos receptivos y miles de personas continuarán vuestro ejemplo de lucha y dignidad. Que no os quepa la más mínima duda.

Salud y libertad

Por qué votaré a IU

Por qué votaré a IU

Arturo González

O Izquierda Plural si prefieren llamarlo así.

Porque es el menos imperfecto, el menos corrupto y el más audaz y novedoso en sus propuestas. A pesar de su, en mi opinión, decisión equivocada en Extremadura. El que más luchará por los débiles y contra las injusticias y desigualdades. Yo no soy comunista, pero me aflige que unos tengan, tengamos, tanto y otros no tengan nada.

Creo que este partido es el que más y mejor luchará contra esto en Europa y en España. Porque supone una aspiración razonable dentro de lo posible. Sin querer destruir ningún edificio, pero remodelando estructuras. El que más atenderá y consultará los deseos de los ciudadanos. Paradójicamente el menos dogmático, aunque muchos de sus seguidores lo sean. El más transparente, y por ello el más odiado. El que no permitirá que 50.000 familias pierdan sus hogares cada año, y que dos millones de niños españoles vivan en la pobreza. Un partido con peso específico consolidado, que no es una aventura ocasional o irresponsable. El más laico. El menos connivente con los intereses capitalistas. El que se enfrentará a Europa para suprimir o al menos atenuar el artículo 135 que nos hipoteca a perpetuidad. El que defiende mejor lo público. El que tiene menos casos en los tribunales. El que más ha tratado de identificarse con los jóvenes rebeldes indignados. El que discute la legalidad imperante y quiere cambiarla.

Lo ideal sería votar a un partido que estuviera entre el ala izquierda del PSOE y el ala derecha de IU. Pero ese partido no existe, y la elección no ofrece duda, varado como está el PSOE en sus contradicciones. El que defiende a España de una manera racional, permitiendo que los ciudadanos decidan su derecho a decidir, pero abogando por su unidad. El partido de los menos poderosos. El que quiere que los españoles sentencien si desean monarquía o república. El que no tiene miedo a los cambios constitucionales. El de integrantes menos enriquecidos, aun con alguna oveja negra en las Cajas. El que tenemos la certeza que denunciará los Acuerdos, actualmente inadmisibles, con la Santa Sede. El que se lo pensará dos veces antes de entrar en una guerra que decrete la OTAN. El inevitable árbitro de la España próxima. El menos disgregador, el más conciliador. El más digno. El que pretenderá parar la ola de derecha dura y extrema sobrevenida en Europa. El más humano con el drama de la inmigración. El que puede hacer que veamos a España desde una perspectiva distinta. El que no tiene trepas ni líderes carismáticos, ni falta que le hacen. El menos hipócrita En el que y con el que todos los españoles seremos menos desiguales. El menos hortera, el menos ambiguo y huidizo. El que aún podemos confiar en su palabra a prueba. El que atenderá razones. La mosca cojonera en Europa. El que, estoy seguro, creo, quiero pensar, que si no lo hacen bien dimitirán y se marcharán sin que nadie se lo exija. IU, la nueva resonancia magnética de España. Una posibilidad, una esperanza, un deseo.

Stop Hoteles

Stop Hoteles

Francisco Fernández. Responsable de Comunicación. IU Almuñécar

‘En Granada no cabe ni un hotel más. Sobran casi la mitad de los hoteles. Es necesaria una moratoria en la construcción de plazas hoteleras.’

Quien así se expresaba en los medios de comunicación el 8 de abril de 2014 no era un izquierdista o un ecologista trasnochado, sino el Presidente de la Asociación Provincial de Hospedaje de Granada. Gerardo Castilla explica que ‘lo que tenemos que hacer es rentabilizar las que tenemos, no abrir más plazas hoteleras.’

Seis días después, el Presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo, Trinitario Betoret, hace la misma reflexión y señala la inconveniencia de construir nuevos hoteles cuando muchos de los que hay no son rentables.

Las palabras de estos dos representantes del sector ponen de relieve algo que, desde Izquierda Unida, venimos señalando hace bastante tiempo. No tiene ningún sentido abrir nuevos hoteles cuando muchos de los que ya tenemos cierran seis o siete meses al año y andan recortando plantillas o utilizando de forma abusiva los contratos por horas que ofrecen las Empresas de Trabajo Temporal.

En nuestro municipio, Almuñécar, el debate tiene especial relevancia. Gracias a una intoxicación tremenda por parte de algunos grupos ligados a la especulación, el conjunto de fuerzas políticas y sociales, con honrosas excepciones, ha conseguido que buena parte de la ciudadanía identifique progreso con construcción de más y más hoteles.

El debate es falso e interesado. En Izquierda Unida estamos completamente de acuerdo en favorecer la construcción de instalaciones hoteleras que atraigan turismo y creen empleo. Pero es una falacia afirmar que los problemas de paro que hay en el municipio son achacables a la falta de instalaciones hoteleras. Mirando a Marbella, por ejemplo, podemos ver cómo se pueden dar tasas elevadas de paro y una planta hotelera enorme, que permanece infrautilizada buena parte del año.

Por eso, tienen especial relevancia las declaraciones de los responsables empresariales del sector, que han puesto uno de los dedos en una de las llagas.

En el municipio sexitano hay cerca de dos mil plazas hoteleras que están cerradas medio año porque no tienen clientes. Mientras no acabemos con la estacionalidad, la situación seguirá igual. La obligación de las empresas hoteleras y de las administraciones es colaborar para que el municipio sea atractivo todo el año y no sólo en verano.

Pero es que, dejando a un lado el problema de los hoteles que cierran medio año por falta de negocio, hay un buen número de hoteles que sacan adelante el año con índices de ocupación que dejan mucho que desear y que sobreviven gracias al turismo bonificado de las personas mayores, un turismo que deja poco dinero pero que permite a ciertos hoteles seguir abiertos y mantener una parte importante de la plantilla.

Oyendo las declaraciones habituales de hoteleros y gobernantes, parecía haberse llegado a un curioso consenso en demandar el crecimiento ininterrumpido de la oferta hotelera. Siempre he creído que esta postura era contraproducente e irracional. No me imagino, es mi razonamiento, a un taxista pidiendo que se den más licencias, o al propietario de una farmacia, pidiendo que se abra la mano para establecer más negocios que le hagan competencia.

No es éste un sector regulado como el taxi o las farmacias. Y no debe serlo. Pero estas declaraciones de los máximos responsables del sector turístico han de ser tenidas en cuenta por las administraciones.

Como bien decía el Delegado Provincial de Turismo, no es competencia de la administración autonómica dar licencias de obras o de apertura, un terreno reservado a los ayuntamientos.

Quizá no se trate tampoco, como piden estos responsables del sector empresarial, de prohibir la apertura de nuevos establecimientos. Parece más lógico que sea el propio sector el que se autorregule invirtiendo o dejando de invertir en función de unas expectativas reales.

Pero sí podríamos estudiar la conveniencia de que, llegados a esta situación, las administraciones se plantearan si tiene sentido seguir dando incentivos y cuantiosas bonificaciones a la implantación de nuevos negocios hoteleros. Al fin y al cabo, esos incentivos, esas bonificaciones y subvenciones salen del bolsillo del contribuyente, por lo que cabría preguntarse si es lógico gastar dinero en la ampliación de un sector ya de por sí sobredimensionado.

Podríamos dedicar ese dinero a la mejora de lo que ya existe, ligando las ayudas a la creación de empleo estable y cualificado.

Podríamos dedicar ese dinero apoyando a las administraciones locales para que potencien la oferta turística mejorando la limpieza de los pueblos, aumentando la oferta cultural, cuidando el patrimonio artístico e histórico, mejorando los senderos peatonales… y un largo etcétera que está en la mente de todos.

Concluyendo, es hora de revisar viejos clichés y asumir que el desarrollo de nuestro turismo no pasa por aumentar el número de hoteles sino por conseguir que abran doce meses aquellos que tenemos cerrados medio año y por mejorar la calidad de nuestras instalaciones y equipamientos, tanto públicos como privados.

La comunidad

La comunidad

Juani Boto 

El otro día vi una encuesta que puso mi amigo Morgan en el blog de IU. Le chiflan las encuestas. De hecho, cuando pasamos al punto de varios del orden del día de las reuniones que tenemos todos los lunes, siempre nos comenta lo que dice tal o cual encuesta, y más ahora que nos son favorables.

Hay un cambio de tendencia y se vislumbra, no a corto plazo, una caída del bipartidismo, y todo pese a una ley electoral injusta y poco democrática que prima a los partidos mayoritarios; cuantos más votos obtienen menos les cuesta un diputado, y a los nacionalistas; en teoría para que los territorios tengan peso (y para que sirvan de llave para los partidos mayoritarios)

Aunque las encuestan nos son favorables, de 11 pasaríamos a unos 30, no deja de preocuparme que los partidos culpables de la estafa imperante que está ahogando a la ciudadanía sigan teniendo, como se dice aquí, “un viáe” de votos que al final se traducen en muchos escaños: el PP y el PSOE pasarían de 100.

De todos es sabido las corruptelas que aparecen un día si y otro también en los medios: Bárcenas, Gurtel, ERE`s, Bankia,…y a nivel local, unas cuantas también. Sin embargo, una y otra vez, la sociedad en general sigue tropezando en la misma piedra. Se sigue votando a imputados por corrupción, a personas que adoptan medidas contra la mayoría, o a los que reúnen las dos cosas. Mientras, se “bombardea” a los que pretenden visualizar la pobreza llevándose cuatro carros de un supermercado para repartirlos entre los más necesitados.

Otra prueba de ello la hemos tenido estos días pasados, cuando la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, gestionada por IU, ha rescatado a personas en riesgo de exclusión, en lugar de a bancos y autopistas. Tanto PP como el socio de gobierno de IU en la Junta, pusieron a sus máquinas mediáticas a funcionar para desacreditar una medida que no estamos acostumbrados a ver.

El PSOE argumentaba que había 12.000 demandantes de vivienda en una lista esperando que se les adjudicara una VPO. Un argumento peligroso, porque pretendía enfrentar a la ciudadanía de una misma clase; además de falso, ya que se dio solución a una situación de emergencia asignando de manera temporal una vivienda a personas que iban a dormir en la calle tras el desalojo. Según este argumento falaz, habría que eliminar las urgencias en los hospitales  porque hay personas que están en lista de espera para poder operarse.

Mientras tanto, el ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el PP, mantiene más de 500 viviendas vacías y los bancos más de 700.000; bancos que han recibido dinero público a espuertas y que no están dispuestos a devolvernos. Y todo, gracias al recurso que presentó el PP ante el Tribunal Constitucional contra la ley, aprobada en su día por la Junta, que garantizaba la función social de la vivienda. Esta ley pretendía que las viviendas en manos de los bancos y de las administraciones públicas fueran puestas al servicio de la ciudadanía, ya que es un crimen que haya viviendas vacías con la emergencia habitacional que hay.

Cuando se vota a un partido, sea el que sea, se hace para que gestione nuestros recursos y servicios de la manera más adecuada posible, mirando por el interés general, con la máxima transparencia. Es similar a lo que se hace en una comunidad de propietarios; se elige un presidente, un tesorero, o bien se (privatiza) contrata a una empresa para que se encargue de gestionar los dineros de los propietarios, que sirven para pagar los servicios de la finca.

Apostaría mi páncreas a que no dejaríamos que en la comunidad de nuestro bloque, de nuestra urbanización; el presidente, el tesorero, o la gestoría, estuvieran robándonos o derrochando nuestro dinero. ¿Ustedes permitirían eso? Como parto del supuesto de que no, ¿por qué no solo lo permitimos a otros niveles, sino que contribuimos a ello?

Tenemos que ser conscientes de que los servicios que usamos los pagamos todos, que aquellos que los gestionan deben hacerlo con equidad, sacándole el máximo rendimiento para que sean de calidad, efectivos, resolutivos en casos de emergencia, y que nuestros recursos deben estar al servicio de la mayoría para tener una buena calidad de vida y no para que unos pocos hagan negocio con ellos.

Vi un tuit que decía “Si PP y PSOE no quieren gestionar lo público, ¿para qué se presentan a las elecciones?” A mí me pareció bastante acertado, y básicamente es de lo que se trata. Si la gestión que se debería hacer desde lo público la asume una empresa, es normal que dicho organismo, obtenga un beneficio (20%). Ese dinero se esfuma de las arcas públicas para beneficio de un particular, al margen de que la calidad del empleo suele bajar escandalosamente (no hay nada más que ver los constantes conflictos que hay un día sí y otro también con las empresas que gestionan los servicios públicos) y por supuesto redunda en la calidad del servicio que recibimos.

Ahora, lo que toca son las elecciones europeas, muy importantes para que la izquierda real europea plante cara los dirigentes de los partidos socialdemócratas y liberales representantes del FMI y del BCE. Solo hay que ver cómo el partido socialista francés está tomando las mismas medidas que nos están llevando al abismo en Grecia, Portugal o España, cómo el partido socialdemócrata alemán (SPD) gobierna con Merkel, o cómo PP y PSOE coinciden un 70% en las decisiones que se adoptan en el parlamento europeo.

No sigamos tropezando con la misma piedra. Tenemos otra oportunidad electoral para plantarle cara a los que nos machacan, pero sin olvidar que tenemos que empujar desde la calle aquellas propuestas y políticas que favorecen nuestros intereses de clase, los de la mayoría. Algunos países de América latina están resurgiendo tras poner firmes a esos que no paran de recetar medidas de mal entendida austeridad. Mientras tanto, los gobiernos europeos vulneran la soberanía del pueblo al dictado de estos, al dictado de personas que no hemos elegido.

Echémosles, está en nuestra mano.

 

Santos democráticos

Soy contrario a la existencia de canonizaciones porque son innecesarias y a gusto del Vaticano, por lo cual deberían desaparecer, al menos en su forma dogmática actual. En el caso concreto de estas dos canonizaciones papales, pienso que sobra uno de los dos santos. Si uno lo es, el otro no puede serlo porque actuó en sentido contrario. Uno convocó un concilio para abrir las puertas que permitieran entrar aire fresco. El otro las cerró, no quería ese aire. ¿Quién tenía razón? Sólo a uno se le conoció mundialmente como el papa bueno. Es una incongruencia la canonización de los dos. Aof123

Rafael Reig

Un consejo: deje lo que sea que está tomando, no le hace ningún bien. Mire, sustituya “canonizaciones” por cualquier otra palabra y se dará cuenta de que suena chiripitifláutico. Soy contrario a la existencia de sonetos alejandrinos porque son innecesarios, por lo cual deberían desaparecer. Haga pruebas, verá qué divertido: ponga “kiwis”, “lengua latina”, “cuñados”, “los Rolling Stones” o “los tapetes de ganchillo”.

Que las canonizaciones sean “a gusto del Vaticano” ¿le parece mal? Ça fait rêver, como diría Flaubert. ¿Le parecería más aceptable que se decidieran por sufragio universal, libre, directo y secreto? ¿Con listas abiertas cerradas? ¿Postulamos el derecho a decidir quién es santo? ¿Nombramos una comisión? ¿Lo decide el Senado, que en algo tiene que entretenerse? ¿O quizá mandando un SMS al 900-SANTO? ¿Votamos todos los países como en Eurovisión? O que se haga un referéndum sólo en Cataluña. ¿No querían decidir? Pues arreglado: que hagan santos catalanes, tantos como necesiten. O que voten si prefieren ser un simple Estado independiente, que es una vulgaridad, o directamente “tierra santa”, que mola mucho más, dónde va a parar.

Claro que, por otra parte, ¿no queríamos un Estado laico? Porque, con el debido respeto, un Estado laico no está para vestir santos; eso es cosa del Vaticano, precisamente. Laico quiere decir que esa sociedad particular se las apañe como quiera, igual que el Club de los Siete Secretos o la Hermandad de Amigos de los OVNIS, pongamos por caso.

¿Y qué rayos es “su forma dogmática actual”? ¿Cuál sería la forma “no dogmática” de canonizar a alguien? ¿Hacerle santo, pero poquito? ¿Santo optativo, en el que crees si quieres? ¿Santo relativo, flexible, sólo los miércoles que coincidan con fecha impar? ¿Santo hasta cierto punto? ¿Santo por un período de cuatro años? ¿Hay que abrir a la sociedad civil la santidad sin discriminaciones y que un mahometano pueda ser santo de la iglesia católica? O un ateo. O San Elvis y Santa Marilyn Monroe. Y San Nino Bravo, claro que sí, pues no faltaba más. ¿Añadimos el derecho a ser santo católico en la Constitución, para todos los españoles, cualquiera que sea su credo? ¿Y por qué limitarnos a lo humano, ya puestos? ¿A quién no le agradaría ver canonizada a su mascota o animal de compañía?

Imagino que también deberían desaparecer los versos endecasílabos, "al menos en su forma dogmática actual". ¿Es que los versos de siete sílabas no tienen derecho a ser endecasílabos? Eso es supedogmático, por no decir que es de derechas o casi fascista.

En lo de las puertas que se abren y se cierran, me da la impresión de que usted tiene poca familiaridad con los católicos. Hay santos mártires, que se dejan matar de las maneras más enrevesadas, pero también tenemos a Santiago Matamoros, cuyo milagro más celebrado fue escabechar musulmanes a mansalva. Es patrón de España, le recuerdo. Dios es amor, claro que sí, como cantan las monjitas excursionistas, pero también patrocina cruzadas y ya advirtió que no vino al mundo a traer la paz, sino la espada (Mt. 10-34). La congruencia, como dice usted, nunca ha sido el punto fuerte de la iglesia católica. Todo lo contrario: les va más lo de escribir derecho con renglones torcidos y lo inescrutable y misterioso.

En fin, mi consejo es que deje eso que toma y en paz a los católicos con su santoral, como dejamos que la FIFA le dé el Balón de Oro a quien quiera y que los lamas escojan a su gusto la reencarnación del Dalai Lama. A veces les da por decidir que el Dalai Lama se ha reencarnado en un crío de Granada, por ejemplo. Con su pan se lo coman, como decía el buen Sancho.

Yo, señor o señora, soy ateo (o más bien anti-teo: si resulta que Dios existe, seguiré estando en contra de él) y creo que el Estado debe ser laico. Que llamen santo a quien mejor les parezca, a mí lo que me importa es que paguen impuestos, que no reciban dinero público, que se prohíba la religión en la enseñanza y que todas sus charangas, procesiones, saraos, misas, vigilias y demás guateques sean privados, sin ninguna participación oficial.

Sus santos, por mí, como si lo echan a los chinos entre los cardenales.

Rafael Correa da la bienvenida a los miles de españoles que van a Ecuador

  • La sociedad tiene que estar por encima del mercado
  • La austeridad y los recortes llevan a la recesión
  • El modelo económico no es un problema técnico sino político
  • Se está protegiendo al poder financiero frente al ciudadano

Jesús de la PAH

Gerardo Tecé. La Marea

A Jesús se lo cargaron por perroflauta. Y con motivos. Llevó una vida llena de radicalismo y actitudes violentas y antidemocráticas. Por encontrar una explicación a su comportamiento (que no justificarlo) debemos recordar que sus orígenes están en una familia conflictiva en muchos aspectos. Como muestra, su propio nacimiento. Sus padres, al llegar a Belén, no tuvieron reparo en entrar de manera ilegal, como okupas, en un establo lleno de animales mediante el método de la patada en la puerta, como si no hubiera gente trabajando decentemente para poder pagar sus viviendas, o como si no existieran las listas de espera para la gente necesitada. Este nulo respeto por las normas y las reglas de convivencia con el que Jesús fue educado, explica todo lo que vino después y por qué acabó juzgado y justamente condenado.

Tras una infancia y adolescencia marcadas por lo ni-ni, Jesús comienza su carrera criminal como cabecilla de un grupo de radicales con los cuales lleva a cabo múltiples acciones violentas. Una de las más sonadas fue el famoso escrache a los mercaderes del templo. El grupo de violentos itinerantes se desplazó hasta el templo de Jerusalén, lugar donde insultaron y atacaron a los comerciantes que allí ejercían el libre mercado. Aquella desagradable escena acabó con  Jesús, visiblemente alterado y fuera de sí, gritando consignas políticas como “Esto es una cueva de ladrones”, haciendo llorar a los hijos de Tiberius González Pons, por aquel entonces gobernador romano de la provincia.

Fue muy duramente criticado aquel atentado (no podemos calificarlo de otra forma) perpetrado por la banda de Jesús contra aquellos empresarios, no olvidemos, creadores de riqueza y puestos de trabajo en la Judea de la época. Al día siguiente, los más respetados columnistas de las principales tablas de información, La Razón de Jerusalén y el ABCD, condenaron el escrache y señalaron la radicalidad anticapitalista de Jesús y sus discípulos, invitándolos a descubrir América y una vez descubierta, mudarse a vivir a su amada Cuba.

Otro momento importante que ayuda a entender el porqué del juicio y la condena a Jesús fue la cínicamente llamada por ellos “multiplicación de los panes y los peces”, que no consistió en otra cosa que en el saqueo por parte de estos vándalos de un supermercado de la multinacional Persadona. Los radicales entraron y robaron, mediante el uso de la fuerza varios carritos de madera llenos de comida para, según su versión, repartirlos entre los pobres. Este incidente dejó una cajera herida de un empujón y una imagen desastrosa para la #MarcaRoma en el exterior.

Lejos de moderarse, Jesús, que estaba gordito para el hambre que decía pasar, como bien señalaba el tertuliano de RomaTV Alfonso Rubrum, radicalizó cada vez más su discurso contra los que él señalaba como enemigos: el Imperio Romano y los ricos. Discursos cada vez más incendiarios con los que mostraba nulo respeto por la mayoría silenciosa de ciudadanos que no pensaba que ejercer la violencia y la amenaza fuera la mejor manera de hacer las cosas. Una mayoría silenciosa que, como siglos después se señala en La Vida de Brian, sabía valorar el esfuerzo por parte de Roma en la construcción de vías y acueductos.

Las autoridades romanas y judías, cargadas de paciencia, le pidieron públicamente una y otra vez respeto y responsabilidad, pero chocaban frontalmente contra argumentos vacíos y utópicos, más propios de repúblicas bananeras que de la moderna Roma. Argumentos demagógicos y populistas que condenaban al infierno a los poderosos y vendían un futuro lleno de amor al prójimo, como si a base de abrazos gratis se pudieran construir carreteras.

Finalmente el estado de derecho actuó al fin, y tras una cena en la que probablemente no faltase el marisco y el vino (tan pobres no eran) las autoridades procedieron a la desarticulación de la cúpula y la detención de Jesús, tras lo cual fue juzgado con todas las garantías procesales de la época y condenado conforme a la legalidad vigente por los siglos de los siglos. Amén.